Entre 2016 y 2019

La CNMC golpea a Renfe: ve injustificable la compra de los nuevos AVE a Talgo

  • Competencia rebaja cinco años el contrato al operador para la liberalización y dice que su oferta "no parece justificar la adquisición de 49 trenes"
Talgo, tren AVE 'Avril'
Talgo, tren AVE 'Avril'
TALGO - Archivo

La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha asestado un duro revés a Renfe: así consta en la ficha técnica relativa a la nota sobre la "aprobación de los Acuerdos marco a largo plazo entre Adif e Ilsa y Rielsfera". El órgano regulador no solo rebaja la duración del contrato al operador público para la liberalización ferroviaria, que en teoría empezará en diciembre de este año; la CNMC además ve injustificable la compra por parte de Renfe de 30 trenes Avril a Talgo y la transformación de otros 19 coches en trenes de alta velocidad por valor todo lo anterior de 1.726 millones de euros. 

La ausencia de justificación se debe a que Renfe siempre ha argumentado que aquella adquisición masiva de material rodante era para afrontar la liberalización del AVE con más garantías. "En definitiva, Renfe Viajeros no ha indicado el material rodante concreto que utilizará en los tres corredores objeto de solicitud de capacidad marco", reza la resolución, la cual se refiere a los corredores Madrid-Barcelona, Madrid-Levante y Madrid-Andalucía. "Tampoco ha acreditado que el destino del nuevo material rodante sean dichos corredores. Por el contrario, las características técnicas del mismo, como el ancho desplazable o los equipos de señalización, indican que su utilización podría ser en otros corredores de la red en ancho variable o la anunciada entrada en el mercado francés", desconfía el regulador.

Según la información que Renfe remitió el 25 de junio de 2019, el paquete A (el que ha conseguido Renfe frente a Ilsa, el B, y SNCF-Rielsfera, el C) "contaba con importantes similitudes con los servicios prestados" actualmente por Renfe. De hecho, insiste la CNMC, "la capacidad máxima que se prevé adjudicar" a  Renfe "en 2025 y en día laborable es tan solo entre el 6 y el 10% superior a los surcos actuales". En otras palabras, Renfe ha comprado medio centenar de trenes de alta velocidad para ofrecer como máximo un 10% más de viajes y dentro de cinco años. 

Competencia entiende por tanto que la empresa pública no puede defender la compra de coches de alta velocidad excusándose en la apertura de la alta velocidad a la competencia. Casi todas las adquisiciones se hicieron entre noviembre de 2016 y febrero de 2018, esto es, cuando Íñigo de la Serna se encontraba al frente del Ministerio de Fomento. Los presidentes de Renfe en esos años fueron Pablo Vázquez y Juan Alfaro. La compra de locomotoras se formalizó ya con José Luis Ábalos como ministro de Fomento, hoy denominado Ministerio de Transportes.

El fabricante español Talgo ha sido el gran agraciado por este paquete de compras millonarias. La primera compra se formalizó en noviembre de 2016 y fue conocida como el contrato del siglo: Renfe pagó a Talgo 337 millones de euros por el suministro de 15 trenes Avril y otros 448 millones de euros a la compañía de los Oriol por el mantenimiento a 30 años.

Seis meses después, recuerda la CNMC, Renfe ejerció su opción de compra sobre otros 15 trenes del segundo lote en mayo de 2017 por un importe de 495 millones de euros aproximadamente, mantenimiento incluido. Y finalmente un año después se encargó la transformación de coches actuales de la serie 7 de Talgo (los trenhoteles) para la constitución de 19 trenes por importe de 151 millones de euros. "Posteriormente", concluye la cronología, "en marzo de 2019 Renfe inició los trámites para la compra de locomotoras por valor de 186 millones de euros y el mantenimiento de los trenes por 109 millones de euros". Las locomotoras son necesarias para acoplarlas a los trenhoteles reconvertidos. La suma de todo asciende a 1.726 millones.

Entre los últimos 19 trenes, una buena parte corresponden al AVLO, el AVE Low Cost que la empresa estatal pensaba en estrenar el pasado lunes 6 de abril, lanzamiento que ha tenido que posponer indefinidamente por la crisis del coronavirus. En la resolución planea continuamente la sospecha de que Renfe quiere utilizar gran parte de los 49 trenes para otros fines comerciales ajenos a la liberalización, como la apertura del TGV francés a la competencia. 

"La capacidad marco solicitada por Renfe Viajeros no supone un incremento sustancial con respecto a los servicios que presta actualmente", vuelve a afear Competencia en otro pasaje. "La documentación remitida por Adif Alta Velocidad no ha acreditado los motivos por los que Renfe Viajeros debe incrementar su flota de material rodante en más del 50% cuando las peticiones de capacidad marco aumentan ligeramente con respecto a los servicios actuales", sentencia Competencia. En resumen, a la flota que tenía ya Renfe hay que sumar 49 trenes: en total el operador público afronta la liberalización con 96 AVE; frente a Renfe, Rielsfera (SNCF) tiene 10 trenes e Ilsa (Air Nostrum y TrenItalia) 23. A Renf  le sobran ahora mismo coches de alta velocidad según la CNMC. 

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