La CNMV reclama garantías a Prisa para que asegure su ampliación de capital

  • Por el momento, Amber Capital, Santander, los Polanco y la familia mexicana Alcántara han manifestado interés en acudir a la ampliación.
Sede de Prisa
Sede de Prisa
EFE

Prisa no tiene un puente de plata de cara a la ampliación de capital de 550 millones de euros que tiene que poner en marcha. De hecho, no tiene los flecos cerrados, al contrario. Por ello, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha pedido al grupo de medios editor de 'El País' que le aporte garantías de aseguramiento de la ampliación, según indican fuentes conocedoras del proceso.

Hasta el momento, exponen las citadas fuentes, Prisa ha recibido muestras de interés para acudir a la ampliación que estarían ligadas al mantenimiento de las actuales condiciones de mercado y a la aprobación mayoritaria de la ampliación en la junta de accionistas convocada para el próximo 15 de noviembre.

De momento, el grupo de medios presidido por Juan Luis Cebrián ha comunicado al supervisor bursátil que "los compromisos firmes y las muestras de interés recibidos de accionistas actuales para la suscripción de la ampliación de capital dineraria con derechos de suscripción preferente referida en el mismo representan, a fecha de hoy, un porcentaje del 48,4% del capital social actual de la sociedad", según indicó el pasado 16 de octubre.

Por eso, añadió, "continúa trabajando para incrementar dichos compromisos de suscripción y ha recibido ofertas de varias entidades financieras para asegurar la ampliación en la parte que no quede suscrita por los accionistas actuales". Hay que recordar que, si acuden todos accionistas, ese porcentaje de aceptación llegaría al 85%.

Por el momento, entre los accionistas que han mostrado interés en acudir a la ampliación de capital está el grupo mexicano Herradura (controlado por la familia Alcántara, afín a la gestión de Cebrián), que controla el 8,9% del capital de Prisa. También, el principal accionista de la firma, la firma Amber Capital, que supera el 19% y que ha condicionado el movimiento a que la junta de accionistas trate el plan de sucesión de Cebrián. El directivo ya ha indicado que el plan está en marcha, tras el frustrado intento de relevarlo hace unas semanas por Javier Monzón, expresidente de Indra. Sin embargo, condicionó esa sucesión al éxito de la ampliación de capital y, a cambio, se aseguró un millonario bonus.

También son favorables a suscribir la ampliación el Banco Santander (que supera el 4,1% del capital), a pesar de que su presidenta, Ana Botín, fue la principal impulsora del nombramiento de Monzón. Y la familia Polanco. Los fundadores de Prisa aún controlan el 17,5% de Prisa y su intención es acudir a la ampliación, siempre que consigan la financiación necesaria. Queda así por saber qué harán otros accionistas de referencia, como CaixaBank (que controla el 4,9% de las accione) y Telefónica (que suma el 13%).

Los detalles de la ampliación

La ampliación, anunciada el 13 de octubre, se llevará a cabo a través de dos movimientos. Por un lado, a través de un aumento de capital por importe total (nominal más prima de emisión) de 450 millones mediante aportaciones dinerarias y derecho de suscripción preferente, a un precio de suscripción de 1,2 euros por acción. Por otro, una ampliación mediante compensación de créditos por importe (nominal más prima de emisión) de 100 millones de euros. Hay que tener en cuenta que la compañía también va a realizar varios movimientos para situar el valor nominal de cada uno de sus títulos en los 0,94 euros.

Las acciones de Prisa rondan actualmente los 2,7 euros por acción. En la ampliación, el precio de emisión de 1,2 euros se fijó con los análisis realizados por la firma GBS Finanzas, que recomendó ese precio sobre la base de un nivel de cotización de entre 3 y 3,3 euros por título. Así, el TERP (media entre la cotización de referencia en bolsa y el precio de emisión de nuevas acciones) estaría prácticamente en el entorno de los 1,2 euros del precio de emisión. De ahí las dudas.

Esta situación, indican las citadas fuentes, ha hecho que los bancos aseguradores de la ampliación también hayan enviado señales de alarma. La ampliación tiene como objetivo dar aire a las cuentas de Prisa, dado que al cierre del primer semestre del año, su deuda superaba los 1.543 millones de euros, de los que 1.000 millones le vencen el próximo año.

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