En España

La crisis aprieta a los dueños de pisos y dispara hasta el 70% la oferta de Airbnb

Los propietarios alquilan sus viviendas con el objetivo de poder seguir pagándolas a largo plazo, hacer reformas en ellas o cubrir sus necesidades básicas, llegando incluso a ganar hasta 4.100 euros anuales. 

Airbnb
La crisis aprieta a los dueños de pisos y dispara hasta el 70% la oferta de Airbnb.
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El número de personas que hospeda a desconocidos no deja de aumentar ya que se presenta como una oportunidad para obtener ingresos extra ante una inflación que no deja de crecer. De hecho, son muchos los propietarios los que aprovechan esta ocasión para alquilar sus alojamientos y poder disfrutar mientras tanto de sus vacaciones. Airbnb ha notado este impacto. En España, donde la inflación se sitúa ya por encima del 10%, la cifra de nuevos anfitriones en la plataforma ha aumentado un 70% en el segundo trimestre de 2022 respecto al mismo ejercicio del año pasado. 

La directora general de Airbnb, Mónica Casañas, ha afirmado que no se trata de ninguna sorpresa que cada vez haya más personas que estén dispuestas a usar sus hogares para dar la bienvenida a huéspedes y conseguir así ingresos adicionales. "La plataforma nació durante la Gran Recesión, y hoy en día es un salvavidas económico para miles de familias españolas que buscan llegar a fin de mes", ha asegurado. Concretamente, los anfitriones pueden llegar a ingresar hasta 4.100 euros anuales de media, superando en un 16% a las cifras del año previo a la pandemia. Además, el 80% de los dueños tienen solamente una vivienda en alquiler, lo que supone que la cifra anterior podría duplicarse en el caso de tener más de una casa anunciada. 

Si bien es cierto que la causa principal que ha llevado a los anfitriones a poner en alquiler sus hogares es el incremento de los precios, cabe destacar que no todos tienen el mismo objetivo y buscan también otras finalidades. Según un estudio de Airbnb, casi el 50% de los propietarios han asegurado que el motivo que les ha llevado a tomar esta decisión es la obligación de cubrir necesidades básicas, como la comida o los gastos residenciales. El resto de caseros afirman que ponen en alquiler sus alojamientos para llevar a cabo mejoras o reformas en sus domicilios o, sin ir más lejos, poder seguir pagándolos.

En relación con el tipo de vivienda demandada, la pandemia ha disparado las solicitudes de alojamientos 'únicos', puesto que los viajeros buscan rincones que guarden relación entre una buena ubicación y una arquitectura peculiar, o lugares "diferentes y extraordinarios". Estos alojamientos, que hacen referencia a cabañas, islas o incluso aviones, elevan los ingresos de los propietarios a 5.000 euros anuales, ya que son más característicos y especiales que los espacios regulares de un anfitrión típico de Airbnb. De hecho, los destinos españoles donde más estancias de este tipo se pueden encontrar son Santander, Conil de la Frontera (Andalucía) o Mungia (País Vasco), entre otros. 

El Airbnb como estancia de larga duración

No obstante, no todos los inquilinos optan por solicitar un alojamiento 'singular' durante sus vacaciones para desconectar de su vida cotidiana, sino que muchos de ellos aprovechan para permanecer una estancia de larga duración. Esta tendencia va cogiendo fuerza entre los demandantes desde el pasado año, y ha continuado a lo largo de todo el primer trimestre de 2022. De estos alquileres suelen disfrutar mayoritariamente los nómadas digitales, puesto que no los alquilan solamente para trabajar durante unos días, sino que los prefieren para vivir indefinidamente y poder liberarse un poco más de las oficinas. "Millones de personas en todo el mundo están aprovechando esta nueva flexibilidad para vivir y trabajar desde cualquier lugar, y España se encuentra en una muy buena posición para beneficiarse de esta revolución en el mundo de los viajes", ha concluido la directora de la compañía. 

Pese a que la inflación haya generado muchas dudas y haya perjudicado a diversas empresas, el sector turístico sufre el efecto contrario: las empresas viajeras comienzan a obtener los mismos ingresos e incluso superar a los de 2019. En este caso, la compañía de alojamientos registró en el segundo trimestre de 2022 unas ventas de 2.104,11 millones de dólares (2.120 millones de euros), frente a los 1.335,2 millones de dólares (1.340 millones de euros) del mismo periodo de 2021. De hecho, Airbnb sigue creciendo gracias a su particular característica principal: ofrecer servicios más económicos y privados que cualquier otro alojamiento tradicional, algo a lo que se da mucha más importancia y valor tras la crisis sanitaria. 

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