La dueña de Frigo, Knorr y Skip tropieza en España tras vender la margarina Flora

  • El fabricante de productos de alimentación y limpieza reduce su beneficio casi a la mitad, 12 millones de euros, y también golpea sus ventas.
Imagen de la sede de Unilever en Rotterdam.
Imagen de la sede de Unilever en Rotterdam.

Es uno de los gigantes del gran consumo y no vive uno de sus mejores momentos en España. Unilever ha golpeado su negocio, tanto en ventas como en beneficio, después de separar una de sus actividades de alimentación: la margarina Flora. En concreto, el grupo angloholandés, dueño de marcas como Frigo, Knorr, Calvé, Dove, Axe, Rexona, Skip o Mimosín, ha recortado su rentabilidad en España a casi la mitad. Ganó 12 millones de euros en el último ejercicio, frente a los 20,2 millones de 2015.

También redujo sus ventas un 3,5%, pero se mantiene como uno de los grupos de gran consumo que más ingresa en España: 523 millones de euros, según su memoria de 2016.

Explica el recorte por el paso atrás que dio con Flora. "La caída en facturación se debe a que el grupo Unilever ha creado una nueva unidad de negocio independiente denominada BCS (Unilever Baking Cooking and Spreads) que se encarga del negocio de margarinas", que está operativa desde el 1 de julio del 2015. "Si excluimos el efecto de esta venta, Unilever España ha crecido un 1,8%", matiza al explicar cómo habría evolucionado el grupo en un perímetro comparable.

En su memoria, también explica cuánto vale ese negocio de margarinas, donde Flora es la punta de lanza. El peso de ese negocio, como generador de efectivo, era de 4,2 millones de euros en el momento de la operación.

Tras este paso, sus marcas de alimentación pesan menos para Unilever España, aunque siguen siendo la parte fundamental de su negocio. Aportan el 65,9% de sus ingresos (un año antes eran el 67,3%); mientras la actividad de cuidado personal y limpieza del hogar le aporta el 34% de sus ventas. Eso sí, la multinacional no da detalles de cómo evolucionan sus ingresos por marcas.

En cambio, asegura que este año su negocio va a remontar el vuelo. "Para el año 2017 nuestra cifra de negocio se estima que mejorará, en línea con la evolución prevista en los mercados de consumo y de fuera del hogar en los que compite la sociedad".

Imagen de Magnun, marca de Unilever.
Magnun, marca de Unilever.

"En lo que respecta a los márgenes, se espera un entorno volátil respecto a los costes de materias primas y a los costes promocionales", apunta sin dar más detalles. De hecho, Unilever es uno de los principales inversores publicitarios. En el pasado ejercicio destinó a publicidad, propaganda y viajes más de 55,3 millones de euros (57,5, en el año anterior). Su principal competidor, el gigante norteamericano Procter & Gamble, dedicó sólo a publicidad durante ese año 70 millones, según el ranking de anunciantes que elabora Infoadex, donde no aparece Unilever.

Acuerdo con Hacienda

Unilever también asume que 2016 fue el año en el que cerró sus disputas con la Agencia Tributaria. Hacienda inspeccionó las cifras de la compañía de los ejercicios 2009 a 2012. Una revisión "finalizada en julio de 2016 con la firma de actas en conformidad correspondientes al Impuesto de Sociedades por un importe en cuota de 0,485 millones de euros".

"Como consecuencia de dicha comprobación tributaria, en el ejercicio 2017 la sociedad ha procedido a presentar declaración complementaria de los ejercicios 2013, 2014 y 2015 para proceder a la recuperación de una parte importante de las diferencias temporarias derivadas la comprobación tributaria", admite.

Más allá de España, Unilever ha vivido en los últimos meses un replanteamiento de su negocio, después de rechazar en febrero la oferta de compra de 143.000 millones de dólares (más de 121.000 millones de euros al cambio actual) presentada por la multinacional Kraft Heinz. Una de las opciones que baraja la multinacional es, precisamente, vender todo su negocio de margarinas.

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