La 'factura nuclear' de Endesa: un roto de 44 millones en dos años por Nuclenor

  • La firma con que la es propietaria de la central de Garoña, que comparte con Iberdrola, se encuentra en situación de "predesmantelamiento".
Garoña
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EFE

El cierre de la central nuclear de Santa María de Garoña ha vuelto a pasar factura a Endesa, que comparte el control de la instalación con Iberdrola, a través de la sociedad Nuclenor. Garoña se encuentra en situación de "predesmantelamiento" después de que a mediados de 2017 se le denegara la renovación de su explotación. Pero que no esté operativa, ni mucho menos, supone que no conlleve gastos. Al contrario.

La eléctrica controlada por el grupo italiano Enel explica en su informe anual que ha tenido que realizar una "provisión" para "cubrir el sobrecoste estimado en el que incurrirá la sociedad como consecuencia" del cierre. Y, como derivada, su resultado consolidado de 2018 y 2017 "incluye un impacto de cuatro millones de euros, positivos, y 48 millones de euros, negativos, respectivamente, correspondiente a la participación en el 50% de Nuclenor, S.A. por el reconocimiento de la citada provisión".

Endesa explica, además, en el citado informe que está a la espera de "que se realice su transferencia a Enresa para que lleve a cabo su desmantelamiento que concluirá con la liberación del emplazamiento", para lo que todavía no hay plazos previstos.

Planes de futuro

Endesa tampoco da detalles sobre cuáles son sus planes a la hora de afrontar el cierre de las centrales donde mantiene una posición mayoritaria Vandellós II y Ascó II. Sobre todo si sigue adelante los planes del actual Ejecutivo de Pedro Sánchez. 

El Gobierno socialista dio luz verde el pasado viernes al Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, que contempla el cierre de cuatro de los siete reactores nucleares en operación en 2030. Además, el 'apagón nuclear' se completará, según la intención del Ejecutivo, en el años 2035.  De cumplirse, algunas de las centrales superarán el límite de 40 años de vida útil. Un objetivo, el de ampliar su longevidad hasta los 50 años, que Endesa ha defendido en los últimos meses, a diferencia de su 'socia' en Nuclenor, porque Iberdrola sí ha abogado por fijar un límite de 40 años.

¿Y qué pasaría con los costes que debería afrontar Endesa en caso de que estas centrales, aún en uso, tuvieran algún tipo de accidente? La compañía aún presidida por Borja Prado (que dejará el cargo en la próxima junta de accionistas) detalla en el citado informe que "tiene asegurados los riesgos a terceros por accidente nuclear que puedan surgir en la explotación de sus centrales hasta 700 millones de euros".

Además, "las centrales nucleares disponen de un seguro de daños propios incluyendo los producidos a las existencias de combustible así como los originados por avería de maquinaria con un límite de cobertura de 1.500 millones de dólares estadounidenses (aproximadamente, 1.309 millones de euros) para cada central", resume la eléctrica.

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