La fiebre por los 'food trucks' expande el boom de cocinar y comer en las calles

  • El sector ha crecido un 30% en el último año, se  multiplican las ferias gastronómicas y eventos y ya hay más de 400 empresas dedicadas a este negocio
El food truck de Santa Rosalía está instalado en la zona de Cuzco, Madrid. (Cabaña Santa Rosalía).
El food truck de Santa Rosalía está instalado en la zona de Cuzco, Madrid. (Cabaña Santa Rosalía).

Lunes, 14.15 horas. En la plaza de Cuzco (corazón financiero de Madrid) cientos de ejecutivos salen de los edificios de oficinas en busca de bares y restaurantes. En el número 141 del Paseo de la Castellana un hombre aguarda su menú en plena acera. El local en el que se encuentra es bastante singular: tiene ruedas y todo el look vintage y retro de los años 60. Es en realidad un 'food truck' (camión de comidas) que forma parte de la nueva moda que apasiona en las grandes ciudades: comer en las calles productos gourmet (pero a precios más económicos de lo que supondría en restaurantes convencionales).

Los números así lo indican. Si bien los profesionales del sector piden a los ayuntamientos medidas más flexibles para cocinar en estas caravanas en la vía pública, cada vez más emprendedores deciden probar suerte en un negocio que se encuentra en plena expansión. Por un lado, la inversión que requiere no es tan alta como la de instalar un restaurante tradicional y, por el otro, se presenta como una oferta original dentro del 'saturado' segmento convencional de la hostelería.

"El fenómeno 'food truck', o la comida callejera innovadora y creativa, comenzó a asomar hace tres años, cuando aparecimos las primeras iniciativas de este tipo, como la mía. Pero en este último año se observa un crecimiento sostenido y ya hay más de 400 empresas de food trucks en el país", cuenta Pierre Julien, portavoz de la asociación Street Food, que representa desde Madrid a todos los profesionales que elaboran y venden alimentos 'sobre ruedas'.

El joven, parisino y de 30 años, llegó a España de la mano de su novia Kimhervet, también francesa. "Ella tenía un food truck en Francia y me convenció de que podíamos venir aquí. Me di cuenta de que este país era ideal para instalar 'food trucks': los españoles tienen un clima ideal que permite comer al aire libre y además les encanta estar en las calles", comenta uno de los 'fundadores' del movimiento food truck.

Así nació 'El camión rosa', uno de los pioneros en nuestras calles. Como fue todo un éxito, Julien concretó hace poco otro proyecto: 'La creperia Rosa', especializada en crepes y galletas bretonas. ¿Qué volumen de negocio mueve este sector en el país? "Realizar una media anual no es tan fácil porque los food trucks están desperdigados por las grandes ciudades, pero como referencia pueden servir los eventos 'MadrEAT' que hicimos, por ejemplo, en la capital en los últimos dos años. En solo tres días, con la participación de más de 60 'food trucks', se recaudaron 300.000 euros", cuenta el emprendedor galo.

No es casual que un francés haya sido de los primeros en adentrarse en la aventura de los 'food trucks' en España. La moda nació en EE UU hace ya décadas, pero fue Francia precisamente uno de los primeros países europeos que la copió y adaptó al paladar de sus habitantes. Y aquí se disparó, aunque con algunas particularidades. "En Francia hay muchos más caravanas en la vía pública entre semana. Aquí la actividad se concentra principalmente en eventos privados, los fines de semana. Puede instalarse en un espacio público siempre que tenga autorización especial del Ayuntamiento de cada ciudad. En caso contrario, solo podemos trabajar en lugares privados de acceso público", explica el joven. Por eso pueden observarse con frecuencia camiones que venden comida en espacios abiertos de la Universidad Complutense de Madrid, o en el estadio Wanda Metropolitano del Atlético, por ejemplo.

El camión que vende "la mejor carne del mundo"

El 'food truck' instalado en la zona de Cuzco de Madrid va de maravillas, según admite Igor Garmendia, de 40 años, responsable del camión de la finca Santa Rosalía, situada en Burgos. "Buscamos emular el modelo europeo de comida en la calle que ya se encuentra presente desde hace décadas en capitales como Londres, París o Berlín. Nosotros iniciamos este proyecto hace justo un año. Eso sí, nuestro producto es premium: vendemos hamburguesas de wagyu que Santa Rosalía produce en Vizmalo. Es una de las mejores carnes del mundo", asegura.

Aquí radica otro secreto del éxito de los 'food trucks'. El perfil de restaurante itinerante es el que ofrece comida informal, pero con un alto plus de calidad. "El primer rasgo que define a los food trucks en España es la originalidad. Para que se consagre, debe presentar un formato dinámico y de alta calidad, combinados con precios accesibles, dentro de todo", comenta Igor, que vende una media de 70 menús diarios en su establecimiento. Él tiene, junto a su hermano Joseba, otros

tres camiones dedicados a eventos, y acaba de contratar a otro empleado para que le ayude en su local del Paseo de la Castellana.

Según la Asociación de Hostelería, este segmento ha crecido casi un 30% en el último año, con la apertura de más de 70 empresas, que han generado 300 puestos de trabajo a nivel nacional. En lo que va de año, las ferias gastronómicas con presencia de camiones se han multiplicado por cuatro. Experiencias gastronómicas de calidad, y un aire 'chic' o premium, conforman un segmento más que importante del universo 'food truck' español. Hay ofertas y variedad para todos los gustos. Prueba de esta afirmación es el negocio que ha montado Rubén Rojo, artífice de 'Furgourmet'. Su empresa ya cuenta con tres vehículos propios o food trucks, principalmente destinados para alquiler y prestación de servicios de catering en eventos.

"No somos profesionales de la hostelería, pero decidimos apostar y sumarnos a este boom del food truck, que es evidente. Nuestro emprendimiento está dirigido a la organización de ferias gastronómicas. Cada vez hay más. Esta es una tendencia muy fuerte, que principalmente tiene lugar en el país en grandes ciudades como Madrid y Barcelona, pero también en Sevilla, por ejemplo. Esta ciudad es una de las urbes más permisivas, desde el punto de vista de la legislación, para que los camiones y caravanas se instalen en las calles", dice.

Los especialistas del sector consultados coinciden en afirmar que el perfil del consumidor de 'food trucks' es muy heterogéneo: gente que gusta por lo 'vintage' en la decoración de los camiones, y también paladares que se deleitan con la cocina más cosmopolita, vanguardista y abierta a las distintas tradiciones del mundo. Adolescentes y personas mayores de 50 años, que prefieren opciones que no requieran demasiado tiempo de elaboración... Todos puede convivir a lo largo de un agradable paseo, mientras degustamos manjares y delicatessen a cielo abierto. En esos condimentos, al margen de los de los productos gastronómicos propiamente dichos, también radica gran parte del encanto de estos establecimientos.

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