La huelga en Ryanair a la que estaban convocados esta semana los tripulantes de cabina de pasajeros (TCP) de la compañía aérea irlandesa en España por los sindicatos USO y Sitcpla ha provocado, desde el lunes y hasta este jueves, un total de 731 retrasos, pero ningún vuelo cancelado. Según los datos facilitados por USO, el miércoles fue el día en el que se registraron un mayor número de retrasos, con 192.
Tanto el lunes como el jueves, fueron demorados 183 vuelos frente a los 173 del martes. En el conjunto de la semana los retrasos han afectado en mayor medida al aeropuerto de Palma de Mallorca, con 205 vuelos de salida o llegada demorados, por delante de Barcelona (128) y Málaga (91).
En el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas se han registrado 78 retrasos, seguido de Alicante, con 61; Sevilla, con 55; Ibiza, con 47; Valencia, con 36 retrasos; Girona, con 16; y Santiago de Compostela, con 12. Los paros afectan a las diez bases españolas en las que opera Ryanair (Madrid, Málaga, Sevilla, Alicante, Valencia, Barcelona, Girona, Santiago de Compostela, Ibiza y Palma de Mallorca).
Los sindicatos mantienen el pulso
Tras las huelgas de junio y julio, USO y Sitcpla mantienen los paros semanales, de lunes a jueves, hasta el 7 de enero de 2023, en demanda de un convenio colectivo firmado bajo la legislación española, después de que la empresa cerrara con CCOO un acuerdo sobre salarios, "rosters" (cuatro días en activo seguidos de tres libres) y complementos de los tripulantes de cabina españoles. Para los sindicatos convocantes, mayoritarios, el acuerdo suscrito entre CCOO y Ryanair no tiene carácter vinculante, puesto que se ha firmado con un sindicato "no representativo".
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