La incertidumbre por el desafío independentista en Cataluña desploma el optimismo económico de los empresarios españoles, que cae 25 puntos porcentuales respecto al segundo trimestre de 2017 para situarse en el 45%, según la última oleada del International Business Report de Grant Thornton.
El informe refleja una rebaja del 70% de optimistas del segundo trimestre al 45% actual, lo que ha llevado a España a ser uno de los países que mayor retroceso experimenta en la zona junto con Alemania, que se encontraba en pleno proceso electoral.
Según valora el jefe económico de Grant Thornton y asesor del fondo Alinea Global, Álvaro Sanmartín, a pesar de que los niveles del índice aún indican optimismo, parece evidente que "el continuado debate sobre la independencia de Cataluña ha dado claros motivos para la preocupación" y, dado que el conflicto podría prolongarse, "es probable que la situación de incertidumbre económica continúe".
El estudio, que recoge las impresiones de más de 2.500 empresarios en 36 países (400 en España), indica que los directivos españoles encuestados también han rebajado sus expectativas de facturación con respecto al anterior trimestre de 70 a 58 puntos, rompiendo una tendencia positiva al alza que se alargaba desde hacía un año.
Asimismo, los directivos han rebajado sus previsiones de beneficios empresariales, pasando del máximo anual del 66% al 47%. Aún así, España sigue estando por encima de la media europea, situada en el 42%, y de la media global del estudio, que llega al 38%
Preocupa la falta de cualificación
En cuanto a la perspectiva de beneficios, también ha caído en nueve de las diez mayores economías del mundo, no solo en España. Esto se debe, según los expertos de Grant Thornton, a la preocupación de los empresarios con respecto a la escasez de trabajadores cualificados, que ha alcanzado un nivel máximo en este último informe.
En este sentido, Sanmartín considera que "debería ser un toque de atención a las autoridades" sobre la necesidad de "no bajar la guardia en los esfuerzos de formación y refuerzo del capital humano de la población española".
Por esta razón, un número creciente de empresas "tiene previsto aumentar los sueldos en sus organizaciones", lo cual "aporta dificultades adicionales a la rentabilidad y añade una posible presión inflacionista a la necesidad de aumentar, tarde o temprano, los precios de los productos", según señala Grant Thornton. De hecho, los empresarios españoles elevan estos precios de un 20% en el segundo trimestre a un 29% en el momento actual.
Para Sanmartín los beneficios "se están viendo presionados a la baja", ya que los aumentos salariares "cobran fuerza" a medida que las empresas "tratan de abordar la actual escasez de mano de obra cualificada". El hecho de que los salarios suban "es una buena noticia" para el jefe económico y considera que "implica que los beneficios de la recuperación se hacen cada vez más visibles para todos", a la vez que obliga a las empresas a adaptarse a un mercado de trabajo algo más ajustado.
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