La junta de EDP rechaza los planes de China Three Gorges y acaba con la OPA

  • Los accionistas tumban la propuesta del socio asiático, que pedía suprimir el blindaje de los derechos de voto antes de tomar control de la empresa.
Antonio Mexía, presidente de Energías de Portugal
Antonio Mexía, presidente de Energías de Portugal
EFE

La junta de accionistas de Energías de Portugal (EDP), empresa eléctrica que opera en el mercado español, ha echado por tierra la OPA que hace un año formuló el gigante asiático China Three Gorges (CTG). La operación estaba condicionada a un cambio estatutario que permitiera al inversor chino hacerse con el control efectivo de la empresa una vez alcanzada la mayoría de capital. Para ello era necesario suprimir el blindaje de los derechos de voto que la empresa tiene limitados a un máximo del 25% pero el resto de socios han hecho piña en contra de esta decisión frustrando los planes de CTG.

La decisión se adoptó este miércoles con el apoyo del 56,6% de los accionistas representados en la junta general celebrada en Lisboa. Para alcanzar este acuerdo han sido decisivos los votos de los socios españoles, Liberbank y la Corporación Masaveu, a los que también se ha sumado entre otros el fondo activista Elliott Management del magnate estadounidense Paul Singer. Otros accionistas que también se han opuesto al cambio estatutario han sido el fondo Mubadala de Abu Dhabi y la empresa argelina Sonatrach.

China Three Gorges lanzó su oferta pública sobre EDP en mayo de 2018 amparado en una posición de capital del 23% que ya había adquirido previamente. El consorcio asiático valoraba la empresa eléctrica en 11.900 millones de euros y pretendía hacerse con un mínimo del 50% del capital pagando un precio por acción de 3,26 euros. Para ello, y entre otras condiciones previas, exigía el desbloqueo de los derechos de voto para poder ejercer el dominio sobre el resto de socios dentro de una estrategia que provocó no poca inquietud tanto en Europa como en Estados Unidos.

Intervención del fondo Elliott

La proyección de China en un mercado estratégico como es el sector eléctrico alertó a las autoridades de la Unión Europea desde el primer momento. Más recientemente, el Gobierno de Donald Trump ha mostrado también su contrariedad en un momento de especial tensión en las relaciones comerciales entre Estados Unidos y China. La aparición en escena de Elliott ha sido interpretada como una baza impulsada por Washington para inflamar la oposición a China Three Gorges y propiciar que los organismos reguladores tomasen cartas en el asunto.

La consecuencia inmediata no se ha hecho esperar y hace pocos días la Comisión del Mercado de Valores Mobiliarios (CMVM) de Portugal, en su calidad de supervisor bursátil, advirtió que daría la OPA por finiquitada si la junta no suprimía los blindajes que condicionaban los planes de CTG. Ni más ni menos esto es lo que ha ocurrido, por lo que la amenaza ha sido inicialmente disipada. No obstante la empresa china mantiene su 23% del capital y ha manifestado su intención de permanecer como inversor estratégico a largo plazo para contribuir al desarrollo sostenible de la compañía eléctrica portuguesa.

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