La Cámara de los Comunes del parlamento británico ha dado luz verde al segundo trámite para la construcción de la tercera pista del aeropuerto londinense de Heathrow y las aerolíneas ya han comenzado a manifestar su temor por el posible aumento de precios de las tasas aeroportuarias en el mítico aeropuerto. La española Ferrovial, que ostenta el 25% del operador privado Heathrow Airport Holdings, tiene previsto invertir en esta operación unos 13.000 millones de libras, más de 14.500 millones de euros.
Las aerolíneas principales que operan en esta infraestructura, IAG y Virgin Atlantic, temen un alza en las tasas que incremente el precio de los billetes hasta el hipotético fin de las obras, previsto, en el mejor de los casos, para el año 2025, y manifiestan sus dudas con respecto a la operación. La primera de ellas, IAG, que agrupa, entre otras, a Iberia y British Airways, utiliza más de la mitad de los derechos de despegue y aterrizaje del aeropuerto londinense y han advertido que el Gobierno "ha perdido la oportunidad de darle a Reino Unido el aeropuerto que necesita al precio que puede permitirse".
El holding de aerolíneas pidió al regulador británico de aviación en enero de este año que no permitiese a Ferrovial llevarse contratos de construcción para la ampliación del aeropuerto, alegando un conflicto de intereses que podría aumentar el coste de las obras y, en consecuencia, de las futuras tasas aeroportuarias. Este hecho repercutiría directamente sobre el precio de los billetes que, por lo general, ya son más caros que en el resto de los aeropuertos de la ciudad.
El Ejecutivo de Theresa May ya dio su visto bueno a esta ampliación el pasado día 5 de junio tras décadas de batalla política por los problemas ambientales y las molestias que podría causar a los barrios aledaños al aeropuerto y ahora ha conseguido superar el segundo escollo. Por delante queda aún el tercero de los trámites, el administrativo, por lo que en el mejor de los casos, las obras comenzarían en 2021 y la inauguración podría ser para el año 2025.
Este proyecto ha causado un cisma en el seno del partido Conservador británico en el que Theresa May, primera ministra de Reino Unido, ha apostado por la construcción de la tercera pista en manos de Ferrovial, mientras que el ministro de Asuntos Exteriores, Boris Johnson, apoya a los opositores. De hecho, Johnson decidió evitar acudir al pleno de la cámara de los comunes y viajó, por sorpresa, a Afganistán.
Aquellos que defienden no desarrollar la ampliación del aeropuerto del oeste de Londres, aluden a las molestias que pueden generar a los habitantes de las zonas circundantes y la repercusión sobre el medio ambiente. En cambio, la constructora española Ferrovial, primer accionista de Heathrow con un 25%, sería el gran beneficiado por el proyecto que prevé solucionar los problemas de capacidad actuales con los que cuenta el aeropuerto.
La inversión incluye una partida de 3.000 millones para compensar a los vecinos afectados por las obras y la puesta en marcha de la nueva infraestructura. El presupuesto está destinado a llevar a cabo tareas de aislamiento acústico e invertir en las comunidades locales.
La votación de la Cámara de los Comunes, que se resolvió pasadas las diez de la noche hora local, constató las previsiones y consiguió sacar adelante el proyecto con 415 votos a favor y 119 en contra. Minutos antes de la elección varios manifestantes que no querían que se llevase a cabo el proyecto de ampliación del aeropuerto londinense, irrumpieron en el parlamento con consignas contra el gobierno de Theresa May.
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