La pandemia hundió la demanda de carburante en los meses de confinamiento y de hibernación de la economía. Con el fin del estado de alarma decretado el 14 de marzo y la progresiva vuelta a la normalidad, la demanda comenzó a sacar la cabeza. En mayo, el consumo de combustible ya subió un 46% respecto al mes anterior, aunque la comparación con un año antes aún mostraba un desplome del 43%. Las grandes petroleras se subieron a la ola en cuanto detectaron los primeros brotes verdes.
El último informe de supervisión de la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC) detalla que las tres grandes petroleras, Repsol, Cepsa y BP, propietarias de las refinerías españolas, subieron significativamente los precios de sus carburantes en sus gasolineras en el mes de junio, el último examinado. El precio promedio de la gasolina 95 aumentó un 3,9% (4,25 céntimos por litro) por primera vez en cinco meses, hasta situarse en 1,134 euros el litro.
Por su parte, el precio del gasóleo A se incrementó un 3,4% (3,38 céntimos) hasta situarse en 1,033 euros el litro, también por primera vez desde febrero. Sobre los márgenes, hay una doble lectura. Se redujeron en el mes más de un 9% tanto en la gasolina como en el diésel, pero crecieron respecto a la media de la zona euro.
El contraste entre precios de las grandes empresas con las estaciones de servicio independientes -más baratas- fue muy siginificativo, según Competencia. En junio, explica la CNMC, "la diferencia de precio entre las estaciones de servicio integradas en redes de operadores y las instalaciones independientes aumentó hasta los 8,3 céntimos por litro para la gasolina 95 y hasta los 8,4 céntimos para el gasóleo A". Las estaciones de servicio integradas en la red de distribución de BP marcaron el precio promedio mensual más alto, seguidas de las de Repsol y Cepsa tanto para gasolinas como para gasóleos.
Las estaciones de servicio independientes fueron las que menos subieron sus precios, mientras que los ascensos más notables tuvieron lugar en las estaciones de BP y Repsol para la gasolina 95 y en las de BP y Cepsa para el gasóleo A. Las petroleras también elevaron márgenes. El estudio mensual del supervisor concluye que "el margen bruto promedio en España fue superior al indicador correspondiente de la Zona Euro en 5,5 céntimos por litro para la gasolina 95 y en 4,3 céntimos por litro para el gasóleo A".
El contraste en la evolución de los precios entre la red de gasolineras de las grandes petroleras y las estaciones de servicio independientes -más baratas según la CNMC-, se suma a la controversia que desató el supervisor en pleno estado de alarma cuando apostó por las gasolineras automáticas para repostar de forma más segura en el blog oficial del organismo. Entonces, la Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio (CEEES) mostró su más absoluta sorpresa e indignación por lanzar semejante mensaje. “Con una afirmación tan irresponsable como esa, la CNMC está poniendo en peligro a los consumidores", llegó a señalar.
La estrategia de precios y de ventas responde a los cambios que registra el mercado de los hidrocarburos. El sector petrolero se enfrenta, como poco, a un descenso continuado de la demanda, según muchos expertos. La inestabilidad afecta a los planes de las grandes compañías, que hace tiempo giraron el timón hacia alternativas verdes. En España, Repsol y Cepsa tienen que rehacer sus planes estratégicos. BP -775 gasolineras en España-mantiene los planes "a largo plazo", en el horizonte de 2050, orientados a lograr la neutralidad en carbono, según la compañía. A corto plazo, el objetivo es "mantener el empleo" de cerca de 1.000 trabajadores.
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