La OPEP ve la luz al final del túnel: el precio del petróleo se multiplica por dos

  • El optimismo ha retornado al mercado mundial de crudo, según ha afirmado Mohamed Barkindo, secretario general de dicha organización. 
El rally del petróleo dispara la producción y el beneficio de Repsol
El rally del petróleo dispara la producción y el beneficio de Repsol

La OPEP, aliada con diez de sus antiguos rivales, ha logrado en 2017 ver la 'luz al final del túnel", con una recuperación del precio del petróleo por encima de los 60 dólares por barril, más del doble que en enero de 2016.

Desaparecido por mucho tiempo, el optimismo ha retornado al mercado mundial de crudo, afirmó hace pocos días el secretario general de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), Mohamed Barkindo.

Se refirió, entre otros, a la buena disciplina con la que los 14 socios del grupo y sus aliados, entre ellos Rusia y México, han cumplido durante este año con los recortes de sus suministros sancionados a fines de 2016.

El histórico acuerdo para retirar del mercado 1,8 millones de barriles diarios de crudo a partir del 1 de enero de 2017 supuso el punto de inflexión en la crisis desatada a mediados de 2014, cuando un fuerte exceso de la oferta y la desaceleración de la demanda provocaron el desplome de los "petroprecios".

El valor del barril, que llevaba más de tres años cotizando por encima de los 100 dólares, se precipitó hasta mínimos no vistos en doce años, de menos de 30 dólares (principios de 2016). "Era un problema extraordinario que requería una respuesta extraordinaria", explica Jason Schenker, presidente de Prestige Economics, tras reconocer que hace un año veía más bien con escepticismo la alianza de 24 productores y su acuerdo.

"Sí que me ha sorprendido, al igual que, creo, a la mayoría de los analistas, que el recorte (de la producción) haya funcionado, y durante tanto tiempo", comenta el analista. Así las cosas, el año comenzó con la entrada en vigor de un pacto de dudosas expectativas, sobre todo ante los conflictos geopolíticos entre algunos de sus principales firmantes.

Pero el propósito de rescatar el precio del barril se impuso tanto a las enfrentadas posiciones entre Moscú y Riad frente al presidente sirio, Bachar al Asad, como a la creciente rivalidad entre Irán y Arabia Saudí.

Quizá dos factores facilitaron el camino: por la parte de Riad estaría el interés de optimizar el "petroprecio" de cara a la privatización del 5% de Saudi Aramco, la mayor petrolera estatal del mundo, prevista para la segunda mitad de 2018. Y por el lado ruso, hay quienes estiman que la motivación del Kremlin pudo haber estado relacionada con la perspectiva de las elecciones presidenciales rusas en marzo del año que viene.

La reducción del exceso de suministros ha quedado reflejada en un considerable descenso en el nivel de las reservas almacenadas de petróleo en las principales naciones consumidoras. Este factor alcista se suma a la perspectiva de un crecimiento vigoroso de la demanda, impulsado por la mejora de la coyuntura mundial.

A pesar de la mejora, algunos países necesitarán mucho tiempo para superar la crisis, como Venezuela, cuya estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) fue declarada este año en "default" selectivo por la agencia Fitch por no haber podido cumplir con determinados pagos.

Los problemas económico-financieros llevaron a Quito a anunciar en octubre que pediría a la OPEP una excepción del recorte para poder bombear más crudo, pero desistió semanas después, cuando se reforzó la tendencia alcista de los precios.

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