La patronal bancaria se mueve para atajar el daño de imagen tras el rescate de cajas

  • La AEB moderniza el emblema y lanza una página web con mayores contenido sobre el sector como colofón a la transformación de la organización.  
Imagen de la nueva web de la AEB
Imagen de la nueva web de la AEB

La patronal bancaria AEB cierra, con el estreno hoy de un nuevo logotipo, un proceso de transformación emprendido por la asociación para mejorar la imagen del sector, deteriorada durante la crisis a raíz de las milmilonarias ayudas inyectadas en el salvamento de las cajas de ahorros y el goteo constante de litigios judiciales, y ampliar la visibilidad de su función.

El cambio de imagen corporativa coincide con el lanzamiento de una página web más moderna y enriquecida con información sobre los bancos; y que surte de colofón al proceso iniciado hace unos años con la reorganización y simplificación interna de la asociación, cambios en su gestión, y el traslado de la sede a un local más eficiente en una de las Cuatro Torres de la antigua Ciudad Deportiva del Real Madrid.

El presidente de la AEB, José María Roldán, enmarcó “el esfuerzo de modernización” de la asociación en la necesidad de acercar los valores del sector a la ciudadanía y lanzar un “mensaje de luz y de transparencia, y eficiencia”. Además busca, dijo, adaptarse al nuevo entorno abierto con la Unión Bancaria y los desafíos que plantean para el sector “la incesante regulación”, “vertiginosa transformación digital” y las propias dificultades del negocio.

El agujero de las cajas

Con el estallido de la crisis, el prestigio del sector sufre de lleno desde que los problemas de insolvencia obligan a rescatar decenas de cajas de ahorros y pese a los esfuerzos desplegados por los bancos para reivindicar que contribuyeron al salvamento con miles de euros y sin costar dinero al Erario. Las entidades asociadas a la AEB aportaron más de 11.000 millones a los 75.000 millones empleados en el rescate de entidades, bien a través con esquemas de protección de activos a cargo del Fondo de Garantía o con la construcción de la Sareb para limpiar de ladrillo a las entidades rescatadas.

Pero el problema no se agota ahí. La proliferación de litigios judiciales en los últimos años por mala comercialización de productos, donde el mayor exponente son las cláusulas suelo hipotecarias, afecta a todo tipo de entidades financieras causando mayor desafección entre la ciudadanía.

El portavoz de la patronal y responsable de Comunicación e Imagen, José Luis Martínez Campuzano, defiende que el problema no es de imagen sino una pérdida de “respeto generalizada hacia el sector” y que no es privativa de España, sino que afecta a toda la industria bancaria mundial. La razón, indicó, es porque a la banca se le ha colocado en la diana entre los causantes o aceleradores de la crisis, ante la necesidad de encontrar culpables a los que atribuir los apuros que trajo la recesión.

Bajo este escenario y con vistas a la nueva etapa que desde 2014 se abre al sector con el cambio de marco normativo y supervisor por la puesta en marcha de la Unión Bancaria, donde los requerimientos regulatorios son incesantes, los bancos deciden impulsar a la AEB. “Nuestros bancos asociados nos solicitaron un mayor grado de apertura, colaboración y receptividad”, detalló Juan Carlos Delrieu, director de Estrategia y Análisis de la AEB.

En 2016 creó un equipo de trabajo multidisciplinar para “identificar las brechas que distanciaban las funciones tradicionales de la Asociación con las nuevas necesidades que la crisis había revelado” y demandaban los socios, y se pone en marcha la transformación referida. La patronal bancaria, que cambia de imagen coincidiendo con el 40 aniversario de su constitución, busca poner en valor al sector y “ayudar a los bancos a cumplir el objetivo de dar crédito y prestar servicios” a familias y empresas, a la vez que gana peso como asociación. En esa hora de ruta desde hoy también incorpora tonalidades más ácidas a su verde oliva corporativo y moderniza su tipografía, “para enfatizar la viveza” con que la banca “enfrenta los cambios en una era donde las tecnologías de la información toman ventaja”, defiende.

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