La policía situó a la 7ª fortuna rusa a la cabeza de la organización que hundió Zed

  • Anticorrupción no encuentra indicios contra el magnate Mikhail Fridman por lo que, por el momento, no ha pedido al juez su imputación en el caso. 
Fridman entra en Dia tras esquivar su imputación en el saqueo de Zed
Fridman entra en Dia tras esquivar su imputación en el saqueo de Zed

La suya es la séptima fortuna de Rusia y la número 75 del mundo. Con un patrimonio de 12.700 millones de euros, según la revista Forbes, el magnate Mikhail Fridman es uno de los hombres más ricos y poderosos de ese país. Cofundador del holding internacional Alfa Group y del banco Alfa Bank, uno de los mayores del mercado ruso, principal accionista del conglomerado empresarial con sede en Luxemburgo LetterOne y partícipe a través de esta última de la tercera 'teleco' de ese mercado, Vimpelcom,  el pasado julio se hizo con un 10% de Dia, una de las principales distribuidoras de alimentación en España.

Un mes antes de esta última operación, el pasado mayo, la policía española le otorgó, sin embargo, un papel predominante en uno de los principales casos de corrupción empresarial que se instruyen en la Audiencia Nacional, el que investiga el hundimiento de la multinacional tecnológica Zed Worldwide, presidida por el empresario español Javier Pérez Dolset. La Unidad Central de Delincuencia Económica y Fiscal (UCDEF) colocó a Fridman en la "cúspide" de la supuesta "organización criminal" que habría contribuido a sembrar el caos en la compañía y conducirla al concurso de acreedores.

La Fiscalía Anticorrupción no ha tenido en cuenta esa acusación y no ha solicitado, por el momento, su imputación al instructor de la causa, el juez Manuel García Castellón, al no encontrar una relación causal directa entre la actividad del multimillonario ruso y la caída de Zed.

El documento policial acusa a Fridman de organizar lo que en ruso se llama "reiderstvo", "rainding" en inglés. Una estrategia para llevar a cabo un "ataque organizado" contra la compañía de Pérez Dolset, "con el fin de su incautación, interrumpiendo su curso ordinario" a través de métodos como la extorsión, forzando su crisis y posterior quiebra mediante ataques al resto de accionistas y procesos judiciales basados en argumentos infundados o falsos.

Esa táctica, según el informe, la habría desarrollado en Zed+, la matriz holandesa de Zed Worldwide fundada en 2012 por Pérez Dolset junto a un grupo de socios rusos para entrar en el Nasdaq de EE UU. Esos socios, según el informe de la UCDEF, habrían actuado como meros títeres de Fridman. La principal fuente de ingresos de Zed+ eran los contratos para el suministro de contenidos digitales que obtuvieron los accionistas rusos de Vimpelcom, la compañía de telecomunicaciones cuyo máximo accionista es LetterOne, el fondo de inversión fundado por Fridman. Vimpelcom, la tercera operadora móvil de Rusia, es a su vez accionista del grupo ruso que conformó Zed+ junto a Dolset.

Anticorrupción no da credibilidad al informe 

Sin embargo, el fiscal anticorrupción José Grinda no ha dado credibilidad a ese informe y ha dejado fuera del caso al magnate ruso. Sí ha implicado a los socios rusos de Dolset, entre ellos Vage Engibaryan, al que la querella de la fiscalía y el informe policial señalan como una persona próxima a Fridman. El multimillonario, por el momento, en contra del papel central que le da la policía, solo aparece en la investigación tangencialmente, sin una participación directa en los hechos.

La trama rusa -en la que la policía, pero no la fiscalía, apunta a Fridman- es solo una de las líneas de investigación del caso Zed, en el que se imputan delitos de insolvencia punible, administración desleal, fraude de subvenciones, falsedad documental y tráfico de influencias. La principal línea hasta el momento es la que llevó a Pérez Dolset a prisión provisional por el vaciado patrimonial de su empresa a través, presuntamente, de una sociedad panameña y de contratos firmados con sociedades controladas por familiares y sociedades instrumentales controladas por él. 

En el mismo sentido se ha pronunciado la justicia holandesa. El pasado 8 de diciembre, la Sala de lo Mercantil del Tribunal de Ámsterdam condenó a Pérez Dolset como culpable de administración desleal (en su vertiente civil) y lo apartó de la gestión de Zed+. La sentencia lo considera responsable de ocultar información a sus socios rusos y de manejar la compañía en su propio interés y en el de sus familiares.  

Un portavoz de LetterOne, el fondo del magnate ruso, asegura que "cualquier alegación que involucre a Fridman en algún tipo de actividad ilegal respecto de las compañías del Grupo Zed es totalmente falsa e inveraz". También insiste en que el millonario "no es uno de los investigados en la querella presentada por la fiscalía española, que ha podido examinar la totalidad de los elementos obrantes en la causa".  Y advierte: "Los abogados de Fridman están analizando la situación y valorando la posibilidad de iniciar acciones para poner fin a las falsas acusaciones que se han vertido contra él".

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