La reforma fiscal de Trump golpea a Gestamp en su año más difícil en EEUU

  • El fabricante de componentes asume una caída de ingresos del 12% en Estados Unidos y, además, el impacto negativo de la reforma impositiva.
Imagen de una fábrica de Gestamp
Imagen de una fábrica de Gestamp

Gestamp vivió en 2017 una montaña rusa. Salió a bolsa en abril y, sólo cinco meses después, anunció un 'profit warning'. Revisó a la baja su resultado por la evolución de su negocio en Estados Unidos. Un mercado que, al cierre del ejercicio, se ha convertido en el principal foco de disgustos. Es el único negocio donde el fabricante español de componentes para la industria del automóvil recorta sus ingresos.

No es el único aspecto de su actividad norteamericana que le supone un tijeretazo. Gestamp también se ha visto perjudicada por la reforma fiscal llevada a cabo por la Administración republicana. La compañía reconoce en el informe anual de 2017 que ha tenido que realizar ajustes en los impuestos de años anteriores, por importe de 3,57 millones de euros, "como consecuencia de la disminución de la tasa del 35% al 21% a partir del ejercicio 2018".

Gestamp explica que se trata de un "efecto limitado" y "neutro", según indica un portavoz de la compañía, por la compensación de unos factores con otros. En cambio, asume que el impacto final dependerá de cómo sea el tratamiento final de la reforma de Donald Trump en aspectos relevantes para su negocio como son, por ejemplo, las operaciones entre países (Gestamp está presente en 21 mercados) en los que participe su filial en Estados Unidos.

Más allá del impacto fiscal, Gestamp ha logrado contener el impacto de la evolución de su negocio en Norteamérica (suma EEUU y México), que ha frenado su caída de ingresos constantes mejor que el conjunto del mercado. Si la caída global (en ingresos constantes) es del 3,3%, el grupo español la ha amortiguado hasta el 1,9% para el conjunto de esos dos países. En ellos, suma 13 fábricas y otras tres más en construcción. 

Pasa a ser su tercer mercado

Suaviza el golpe pero asume que la caída de su cifra de negocio en el mercado estadounidense fue del 12,3%. En 2017, le aportó 1.012,3 millones de euros. Con este traspiés, Estados Unidos deja de ser el segundo mayor mercado de la multinacional española, porque le supera Alemania, que le aporta unos ingresos de 1.158,3 millones tras crecer casi un 11%. Mientras, España sigue siendo su primer país por volumen de negocio, con un repunte del 9,6% y 1.448,2 millones de facturación.

En cuanto al porqué de su evolución en Estados Unidos, Gestamp explica en su informe anual que ha estado "en línea con lo esperado", tras el 'profit warning' al asumir en septiembre un incremento de los costes de sus proyectos en ese país, que le obligó a desplazar recursos, tanto de personal como de producción, desde otros países.

Más allá de Estados Unidos, el primer ejercicio de Gestamp como cotizada lo ha cerrado con un despegue de sus ventas globales del 8,6% (ingresó 8.201,6 millones) y un beneficio atribuido de 288 millones, un 11% más que el año previo a su salto al parqué. También despegó su deuda con entidades financieras, que repuntó desde 1.548 a 2.167 millones de euros.

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