La sangría laboral de 'telecos' y 'teles': han recortado 34.000 empleos en 15 años

  • Han pasado de dar trabajo a más de 94.000 personas en 2002 a casi 59.600 al cierre de 2016. Incluye los recortes de Telefónica, Vodafone o RTVE.
Grafíco de la evolución de las plantillas del sector audiovisual y de telecomunicaciones.
Grafíco de la evolución de las plantillas del sector audiovisual y de telecomunicaciones.

Su volumen de ingresos es prácticamente similar pero sus plantillas se han recortado de forma drástica. La industria audiovisual y de las telecomunicaciones ha eliminado más de 34.000 empleos a lo largo de los últimos 15 años. Una reducción de personal en la que están incluidos las reestructuraciones laborales de grandes operadores como Telefónica y Vodafone y, también, entes públicos como Radio Televisión Española.

En 2002, estos sectores sumaban 94.008 empleos, según el informe anual que ha publicado la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Al cierre de 2016, las plantillas conjuntas de Movistar, Vodafone (incluida Ono), Orange (sumada Jazztel), RTVE o Televisió de Catalunya, entre otras, se reducía hasta las 59.588 personas. Así, en estos 15 años, han eliminado el 36% de sus nóminas.

El peso de Movistar

En esa evolución, prácticamente, la mitad corresponde al negocio de Telefónica. En 2002, sumaba 46.427 empleados, según los datos de la CNMC; y al cierre del pasado ejercicio los recortó a 23.548 personas. Hay que tener en cuenta que, en esos datos, el regulador incluye la integración de DTS, la antigua Canal +.

En el caso de la operadora, el proceso de adelgazamiento de su masa laboral se ha concentrado en la franja alta de edad de sus empleados. Su último plan de suspensión de empleo lo dirigió a mayores de 53 años, con la intención de rebajar su plantilla en 7.000 personas. A cambio de abandonar la 'teleco', reciben una jubilación anticipada con el 68% de su nómina al mismo que la compañía se hace cargo de sus cotizaciones a la Seguridad Social.

Las operadoras recortan su perímetro salarial casi al mismo tiempo que aceleran sus procesos de fusión. Por ejemplo, Vodafone con Ono. El gigante británico pactó la compra de la operadora hace tres años por 7.200 millones de euros. Y la integración tuvo un coste laboral que, al final, acabó decidiéndose en la Audiencia Nacional, que avaló el despido de más de 1.000 trabajadores. Tras esa integración, en estos 15 años, la plantilla global de Vodafone se ha incrementado ligeramente: ha pasado de 4.266 a 5.095 personas, al cierre del último ejercicio.

Es algo similar a lo ocurrido con Orange, con la integración de Jazztel, que le conllevó lanzar una oferta de compra (opa) de 3.300 millones de euros. Crecer vía talonario también conllevó un coste, aunque su plantilla crezca. En 2002, sumaba 4.377 empleos. Al cierre de 2016 llegaba a 5.300.

Imagen de Ono, adquirida por Vodafone.
Ono, adquirida por Vodafone.

Pero los ERE no sólo se limitan a las 'telecos', también han marcado el pasado de las corporaciones audiovisuales, RTVE incluida. En 2006, pactó un ERE para 4.150 personas de una plantilla de algo más de 9.212, que tendrá vigencia hasta 2022. Sin embargo, el ajuste no ha sido suficiente para rejuvecer su personal. Al cierre del primer trimestre de este año, el 60% de su plantilla superaba la barrera de los 50 años y sólo 11 trabajadores tenía menos de 30.

El recorte de los trabajadores en nómina no lleva la misma dirección que la generación de ingresos del sector, que sí ha vuelto a remontar el vuelo. El repunte de los servicios mayoristas, sobre todo, por la comercialización de contenidos audiovisuales, ha hecho que la facturación de estas industrias repuntara un 7%, hasta sumar más de 33.000 millones de euros al cierre de 2016. Es un dato clave porque el sector da por superada la crisis de siete años consecutivos de caídas y vuelve, precisamente, a los niveles de ingresos que alcanzaba en 2002.

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