A la espera de resoluciones

La SEPI dispara provisiones por litigios en sus filiales y reserva 130 millones

Los frentes abiertos en Mercasa o Navantia obligan al holding empresarial del Ministerio de Hacienda a ponerse bajo resguardo y aumentar las dotaciones para el futuro. 

Montaje Belén Gualda 2x2. Portada SEPI
Belén Gualda, presidenta de la SEPI.
Nerea de Bilbao (Infografía)

La SEPI se blinda ante los frentes abiertos en su reguero de participadas. La compañía pública dependiente del Ministerio de Hacienda ha aumentado significativamente su nivel de provisiones por litigios a largo plazo tras las disputas que estos años han iniciado las empresas que operan bajo su paraguas, como Mercasa o Navantia, con la ruptura de contratos o sanciones percibidas desde otros organismos. En suma, la compañía presidida por Belén Gualda ha dado orden de proteger su situación patrimonial y realizar mayores provisiones ante la posibilidad de que la justicia resuelva desfavorablemente estos conflictos.

Así lo reconoce la compañía en el último informe sobre su situación económica enviado a la Intervención General de Administración del Estado (IGAE), donde agrupa en la partida "otras provisiones" responsabilidades "derivadas de filiales, litigios y otros conceptos". En esta casilla, la SEPI eleva el nivel de dotaciones para las provisiones no corrientes (a largo plazo) en algo más de 130 millones de euros -el año anterior solo se realizaron 34-, hasta acumular 275 millones en dinero reservado para estos imprevistos. En cambio, a corto plazo no hubo un aumento significativo de provisiones por litigios y compromisos.

Las participadas responsables de lo sucedido son cuatro. La primera de ellas es Mercasa, encargada principalmente de la explotación de los mercados de abastos en España. Su procedimiento judicial abierto desde 2017 por la implicación de antiguos directivos -sin relación con la casa- ha obligado a realizar una dotación de 34 millones de euros en 2021. La empresa razona que desde el comienzo de la instrucción está prestando una colaboración plena en la investigación y el fiscal aprecia una atenuante muy cualificada por colaboración judicial.

A ello se suma como novedad este año Correos y la multa que impuso la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia (CNMC) por 52 millones de euros y que se debió según el regulador de los mercados al sistema de grandes descuentos que la empresa postal activa con sus grandes clientes. De momento, el pulso se tiene que dirimir en la Audiencia Nacional, por lo que se ha tenido en cuenta el dinero para cubrir las penalidades propuestas, por un lado, y el anticipo del 75% de la sanción, por otro. 

La tercera de las participadas es Navantia. La empresa dedicada a la fabricación de submarinos, portaviones y fragatas ha obligado a aumentar las dotaciones hasta los 17,6 millones por una "potencial contingencia fiscal" en una filial extranjera -no se identifica- tras un año en el que se ha puesto en manos de distintos bufetes especializados en derecho marítimo. A ello hay que sumar otra provisión por responsabilidades Covid frente a sus subcontratistas, siguiendo las indicaciones del real decreto 8/2020 de medidas urgentes por la pandemia.

Tragsa, participada también por Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA), completa el póker de empresas que han obligado a aumentar las dotaciones de la SEPI. En este caso no ha sido por asuntos judiciales, sino por el preacuerdo firmado con los representantes de los trabajadores para llevar a cabo un rejuvenecimiento de la plantilla y diseñar un relevo generacional. La meta es que la compañía pueda centrarse en su objeto social y ser una "herramienta eficaz para que las administraciones públicas", explica la SEPI. A este respecto, recientemente ha aumentado su perímetro tras absorber el negocio de otras participadas del holding de Hacienda.

Análisis de los auditores

Todos estos episodios han sido tenidos en cuenta por los auditores del holding público, que califican la valoración de estos frentes como una "cuestión clave" del trabajo realizado. "Las referidas provisiones se reconocen cuando el grupo tiene una obligación presente, ya sea legal o implícita, como resultado de sucesos pasados y es probable que vaya a ser necesaria una salida de recursos para liquidar la obligación", argumentan. 

Las partidas desglosadas corresponden al ejercicio pasado, por el que la SEPI comunicó este verano que había dejado atrás las pérdidas y conseguido 159 millones de ganancias. Además de la contribución de sus filiales, los resultados se impulsaron por el buen año de sus participadas minoritarias -tiene un total de nueve- como Airbus, Red Eléctrica o Indra. Las cifras no solo mejoraban significativamente frente a los números rojos de 438 millones de un año antes por la irrupción de la pandemia, sino que suponían un hito, pues eran las primeras ganancias en los últimos ocho años.

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