La solución española que pone fin a la contaminación del agua en Londres

  • El río que atraviesa Londres recibe cada año un total de 55 millones de toneladas de residuos debido a una insuficiente red de saneamiento. 
Contaminación
Contaminación

En 1858 la ciudad de Londres, ya por entonces una de las capitales mundiales más vanguardistas, celebró el final de la ‘Great Stink’ (o la Gran Peste) y la construcción de un moderno sistema de alcantarillado subterráneo que permitió que los desechos vertidos al Támesis no se devolvieran a los hogares que se abastecían de esta agua. Una red innovadora para la época victoriana que, sin embargo, a día de hoy es insuficiente para regular los residuos de los más de 8 millones de personas que habitan la urbe. Así, el cambio de este alcantarillado tradicional se ha convertido en una necesidad y, también, en una realidad que tiene sello español: el de Ferrovial Agroman.

Esta multinacional es la encargada realizar la construcción del tramo central del Thames Tideway Tunnel, un ambicioso proyecto de túneles subterráneos de 25 kilómetros que recorrerá las orillas del Támesis para reducir en un 90% la contaminación periódica de un río que recibe 55 millones de toneladas de residuos anualmente y que se prevé que esté en funcionamiento en el año 2024. Desde la compañía española, el director de Proyecto Ricardo Ferreras explica que este trabajo “trata de solucionar el problema actual de descarga de agua contaminada de manera incontrolada en el Támesis”. Un problema medioambiental que se ve agravado durante las épocas lluviosas, pues la insuficiencia de la capacidad del alcantarillado para transportar todos los residuos (pensado para 4 millones de habitantes) ocasiona el vertido masivo al río para evitar así las inundaciones en la ciudad.

El tramo central, que está siendo construido por Ferrovial y la compañía británica Laing O’Rourke, tiene una extensión de 12,7 kilómetros, 7 metros de diámetro y a 60 de profundidad y será indispensable para evitar que las aguas residuales permanezcan durante meses en el río antes de su llegada al mar. Abarcará desde el oeste, en el área de Fulham, hasta la zona este de Blackfriars, confiando en la empresa española gran parte del trazado. Además, Ferrovial se encargará de la integración del control de procesos en el sistema y de la dotación de equipos de comunicación y software para la operación, el mantenimiento y la generación de informes sobre el Thames Tideway Tunnel.

Ferreras asevera que van a interceptar “la red de colectores en diferentes puntos del Támesis” para que la red de alcantarillado deje de desbordarse y lleve los vertidos a “unos pozos y, a su vez, a unos túneles de conexión que conduzcan el agua residual a la planta de tratamiento”, añade.

Su compañero y director de Construcción Mariano de Andrés asegura que, aunque el proyecto comenzó hace dos años y las tuneladoras ya están listas para empezar, “la duración final del proyecto es hasta 2022, con un año adicional de pruebas e integración del sistema”. Consciente de la magnitud del trabajo asignado, asegura que el Thames Tideway Tunnel demuestra “el potencial de la ingeniería española en todo el mundo”. “Para Ferrovial supone una consolidación evidente dentro del Reino Unido, tras la participación en otros proyectos ingleses como Crossrail o Nothern Line”, concluye.

El proyecto en cifras

Durante el periodo de construcción, que asciende a más de siete años, el Thames Tideway Tunnel empleará a más de 4.000 personas en Londres. Una creación de empleo esencial para afrontar los 25 kilómetros de túnel de siete metros de diámetro y ubicado a 60 de profundidad. Una obra de grandes dimensiones para la que ha hecho falta una inversión de aproximadamente 4.200 millones de libras (4.680 millones de euros). Por su parte, Ferrovial Agroman, junto con la compañía británica Laing O’Rourke Construction, percibirá un total de 746 millones de libras (más de 830 millones de euros) para la ejecución de estas obras.

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