La tensión política y Cataluña frenan el auge del comercio incluso en las rebajas

  • El sector advierte de una tormenta perfecta a la que se suman los efectos de la liberalización, el debate sobre el 'top manta' y el clima adverso.
Establecimiento en rebajas
Establecimiento en rebajas
JUNTA DE ANDALUCÍA - Archivo

El consumidor lo nota todo y las carteras se cierran ante cualquier duda. Los síntomas de cierto agotamiento en el crecimiento del Producto Interior Bruto que se vienen notando desde hace unos meses, después de varios ejercicios en cifras máximas, se extienden a un sector fundamental de la economía nacional como es el comercio textil, cuyo periodo de rebajas acaba de terminar con una gran sombra proyectada sobre su desarrollo a corto y medio plazo. Además, las previsiones meteorológicas de aquí a final de año no parecen acompañar una supuesta recuperación inmediata.

El cambio en el Gobierno central, las continuas polémicas con Cataluña (uno de los territorios clave en el sector nacional), la liberalización de los periodos de descuentos y hasta cierta permisividad hacia el top manta han germinado en una tormenta perfecta que ha derribado las previsiones de ventas en las tiendas españolas. Donde se pensó en un aumento del 5% (y ya siendo prudentes), el balance de la temporada de rebajas ha terminado prácticamente con una mejora de apenas la mitad, un 3%. Peor le ha ido a los pequeños, que se dan por satisfechos con repetir las cifras de hace un año en un contexto en el que confiaban ganar un 2% más.

"No parece que hayan ido mal, aunque siempre digo que decir que las rebajas han sido positivas es un mal dato porque, obviamente, significa que la temporada no ha sido buena", ha explicado en declaraciones a Efe el presidente de la patronal del comercio textil Acotex, Eduardo Zamácola. Según los datos provisionales que maneja Acotex, el sector vendió entre el 3% y el 3,5% más en las rebajas, menos de lo previsto, debido también a la incertidumbre asociada al cambio de Gobierno y a la situación en Cataluña, un tipo de cuestiones que siempre influyen psicológicamente sobre el consumidor y retraen el consumo.

También habría lastrado las ventas el debate surgido en torno al "top manta", un fenómeno que, sobre todo, afecta al comercio de proximidad. "Cuando se vende un bolso de Gucci falso en el top manta no se está perjudicando a Gucci porque quien compra ese bolso, evidentemente, no iría a Gucci a gastarse 3.000 euros, sino que es alguien que entraría en cualquier tienda pequeña que está al lado a comprase un bolso de 40 euros", ha apuntado.

La situación más determinante es de fondo. Desde la liberalización en 2012, los establecimientos pueden efectuar rebajas durante todo el año. Hasta entonces, sólo podían tener lugar dos veces al año y durar como mínimo una semana y como máximo dos meses. Las rebajas de invierno comenzaban el 7 de enero y las de verano el 1 de julio, fechas que ya no se respetan para dar inicio una campaña que, sobre todo en el caso de las grandes cadenas, va precedida de descuentos y promociones constantes.

Según la Confederación Española del Comercio (CEC), el principal perjudicado de esta práctica es el pequeño comercio textil multimarca, que no tiene capacidad para ofrecer descuentos similares fuera de los períodos de rebajas. "Las rebajas ya no son atractivas para el consumidor porque éste tiene acceso a descuentos en cualquier momento del año (...). Llevamos años reivindicando la recuperación de períodos acotados de rebajas y mucho nos tememos que si este cambio no llega este tipo de tiendas están condenadas a desaparecer", ha dicho a Efe el presidente de la CEC, Manuel García-Izquierdo.

Por otra parte, de cara al cuarto trimestre, marcado por la campaña de Navidad, el presidente de Acotex ha confiado en que las ventas crecerán entre el 3% y el 5 %, lo que implicará que el sector finalizará el año plano respecto a 2017 o, en el peor de los casos, con una caída aproximada del 1%. Entre enero y mayo, el comercio textil ya encadenaba cinco meses consecutivos a la baja, con un descenso acumulado del 4,5% en términos interanuales.

En junio, remontó el 1,5% respecto al sexto mes de 2017, cuando las ventas se desplomaron el 5%, y en julio, según las cifras provisionales que maneja Acotex, el negocio volvió a subir. No obstante, ha recordado que la evolución del último trimestre dependerá también de la capacidad del sector para adaptarse a los cambios atmosféricos, que conllevan que el verano y el invierno estén retrasando su entrada. "Preveo que vamos a tener calor en septiembre, octubre y puede que hasta en noviembre. Si llenas la tienda de jerséis y abrigos, difícilmente la gente los va a querer comprar salvo que hagas un descuento agresivo", ha advertido

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