Cambios el 1 de abril

Las eléctricas abren la cuenta atrás para reprogramar los contadores y las tarifas

Las compañías reclaman un periodo transitorio amplio que tenga en cuenta las diferentes casuísticas para aplicar la nueva tarificación.

Endesa instala más de un millón de contadores inteligentes en hogares catalanes
Las compañías han cambiado 27 millones de contadores desde 2007.

Empieza la cuenta atrás. El próximo 1 de abril, con un retraso de tres meses por el impacto de la pandemia, entrará en vigor el nuevo sistema de tarificación eléctrica aprobado a principios de este año por la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC).  Un nuevo recibo para los usuarios domésticos que tiene como novedades la posibilidad de contratar varias potencias (para recarga de coche eléctrico) y aprovechar más las franjas horarias de las tarifas ( horas punta, llano y valle). La nueva tarificación obligará a las distribuidoras eléctricas a reprogramar 27 millones de contadores y a modificar sus sistemas.

El cambio es complejo. Tanto que cada cliente recibirá en abril dos facturas. El de cierre de facturación a 31 de marzo y el del mes. Con el nuevo sistema, las seis tarifas actuales de los consumidores domésticos  pasan a una sola (2.0 TD), con precios distintos en horas valle, punta o llano. A los consumidores que están en el mercado regulado (PVPC, Precio Voluntario al Pequeño Consumidor) automáticamente se les aplicarán los nuevos periodos. Quienes estén en precio libre, tendrán que estudiar las distintas ofertas del suministrador. 

La asociación Aelec -antigua Unesa-, en la que se integran las grandes eléctricas, explica que una vez que el Ministerio de Transición Ecológica  publique toda la normativa sobre la metodología de cálculo de peajes y cargos -falta esta última- "se deberán establecer las tarifas correspondientes a cada periodo", así como los plazos para la  transformación de los sistemas técnicos. No va a ser fácil. Aelec se cura en salud y ya adelanta que "deberá existir un periodo transitorio amplio que tenga en cuenta las diferentes casuísticas y el paso definitivo a la nueva metodología. Algo que, lógicamente, lleva un tiempo".

Cambio en los sistemas

Iberdrola Distribución  (I-DE) asegura que la nueva metodología de peajes y cargos, así como  los cambios de tarifas de acceso exigen cambios "profundos" en los sistemas de las distribuidoras. En su caso, supondrá reprogramar 11 millones de equipos de medida. "En la inmensa mayoría de casos" precisa la compañía " la programación será remota, sin necesidad de intervenir físicamente sobre el equipo". En principio, todos los equipos estarán plenamente preparados en abril.

Como en todo cambio, hay riesgos. Para anticiparse, todas las grandes empresas aseguran contar con planes para atender las dudas de los clientes y facilitar el paso de un sistema tarifario a otro. En el caso de I-DE el plan incluye formación de empleados y agentes de call center, adaptación de los canales digitales y contacto con colectivos que representan a los clientes como asociaciones de consumidores.

"Los cambios tecnológicos internos, más allá de los contadores telegestionados, son muchos y muy costosos" explica Endesa. La compañía asegura que está entre las comercializadoras más preparadas para ofrecer la nueva tarificación. Hay un pero. La eléctrica advierte de que "el cambio es muy complejo y será necesaria algún tipo de campaña informativa tanto por parte de las comercializadoras como de la Administración".

Los cambios en la tarificación llegan cuando ha culminado prácticamente el plan que comenzó en 2007 para sustituir 28 millones de contadores analógicos por digitales. El plan de sustitución debería haber estado listo en 2017, pero la renovación sufrió retrasos que obligaron a reconsiderar las fases del cambio. Ahora sólo quedan flecos en zonas de difícil acceso o allí donde ha sido imposible acceder a la propiedad, según admiten las compañías.

Prueba de fuego

Pero el cambio de aparatos, cuya validez va a ser puesta a prueba, no significa que España cumpla con los objetivos que marca la legislación europea. En teoría, los nuevos contadores, además de facilitar la facturación  por parte de las empresas, deben aportar a los consumidores información sobre la hora exacta de utilización; sus funciones deben tener  en cuenta los objetivos de eficiencia energética; deben garantizar la privacidad y seguridad en la trasmisión de datos, y deben medir la electricidad vertida a la red a partir de las instalaciones de autoconsumo. Todo encaminado a un mejor consumo y más ahorro.

España tiene pendiente de incorporación, precisamente, las directivas que ponen en primer término al cliente "activo", con capacidad de gestionar su recibo con el contador inteligente, frente a las empresas. Son las directivas de Eficiencia Energética y de Mercado Interior de Electricidad (UE 2019/944), pendientes de trasposición a la legislación nacional. 

Como explica Javier García Breva, experto en modelos energéticos, "si hasta ahora la función del contador era la facturación al cliente, las directivas europeas establecen que su principal función es la eficiencia energética, facilitando a los consumidores la gestión de su demanda a través del acceso a la información del contador para reducir sus costes energéticos". Es lo que no ha sucedido hasta ahora y lo que debería suceder a partir del 1 de abril.

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