Las aguas turbulentas de Repsol: deja en el alero su megaproyecto en Vietnam

  • Ve también posibles riesgos en Venezuela. En el país sudamericano ha rebajado la exposición, mientras que en el asiático paraliza su proyecto.
Josu Jon Imaz, consejero delegado de Repsol, junto a Antonio Brufau, presidente de la petrolera.
Josu Jon Imaz, consejero delegado de Repsol, junto a Antonio Brufau, presidente de la petrolera.

En un momento dulce, con el precio del petróleo rozando los 75 euros el barril, Repsol vive una etapa tranquila, en comparación con las tormentas que atravesó hace tres años. Ahora sólo le acechan nubarrones en dos países: Vietnam y Venezuela. En el mercado asiático tiene paralizado, sin fecha de reactivación a la vista, su proyecto local Ca Rong Do, por las presiones de China, que disputa el control de las aguas donde se desarrollan esas actividades, que suman una superficie de más de 1.200 kilómetros cuadrados.

Y se diluyen las opciones de retomar ese proyecto. "Durante el semestre, Repsol ha recibido instrucciones de PetroVietnam [su socia local] para que, por el momento, no continúe con la ejecución de las actividades programadas para el proyecto de desarrollo Ca Rong Do en el Bloque 07/03, ubicado en el mar del sur de China", asume Repsol en el documento que ha remitido a la CNMV. Hace un año, el Gobierno de Vietnam ya le comunicó el cese de las actividades de exploración en los bloques 135‐136/03. De nuevo, localizados en el mar del sur de China.

No hay fecha a la vista para recuperar esas operaciones. En cambio, la petrolera reconoce que aún no se ha determinado el alcance de la suspensión y que está trabajando con PetroVietnam "para encontrar fórmulas de actuación que satisfagan los intereses de ambas partes", aunque no apunta con qué fórmulas trabaja. "En cualquier caso, Repsol considera que tiene sólidos fundamentos legales para reclamar ser compensado por los perjuicios que se pudieran derivar de esta situación".

En Vietnam, Repsol posee derechos sobre 13 bloques petroleros, repartidos en seis contratos. Uno ya en producción, el de Thang Long; el de Ca Rong Do; y otros cuatro en exploración. Estos últimos suman una superficie de más de 72.000 kilómetros cuadrados. En ese mercado asiático, ha producido 7.100 barriles equivalentes de petróleo al día durante este primer semestre de 2018. Mientras, las reservas probadas netas estimadas en ese país al cierre del último ejercicio alcanzaban los 27 millones de barriles equivalentes de petróleo.

Repsol no pone cifra a una reclamación, pero en su informe semestral sí indica que el valor contable de sus activos en Vietnam, a 30 de junio, ascendía a 1.071 millones de euros y que existen compromisos adicionales relacionados con la inversión en esas áreas. Lo que llevaría, previsiblemente, a una reclamación por encima de esa cifra.

Reduce su exposición a Venezuela

El otro foco de riesgos es Venezuela. Tras las pasadas elecciones generales de mayo, en las que venció Nicolás Maduro, y en medio de una crisis económica y un recorte de la producción petrolera, Repsol ha rebajado la exposición patrimonial en ese país a 795 millones de euros. Es prácticamente la mitad de la que tenía al cierre de 2017, cuando alcanzaba los 1.480 millones de euros.

Repsol explica que la reducción se debe a una provisión por riesgo de crédito. En concreto, asume en ese país un deterioro de instrumentos financieros de 405 millones de euros, a los que suma otros 46 millones de pérdidas registradas por sus participadas en ese país y como consecuencia "de la evolución de la situación del sector petrolero en Venezuela y de las modificaciones en los planes de explotación de los activos".

El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, aseguró este jueves en la conferencia con analistas que la compañía es prudente en su exposición en el país caribeño y que, en los próximos días, la compañía española espera recibir un cargamento de crudo como forma de pago.

Más allá de Vietnam y Venezuela, Repsol cerró un primer semestre del año disparando su beneficio en un 46%. Ganó 1.546 millones de euros, en lo que ha sido la mejor primera mitad del año de los últimos diez ejercicios, impulsada por la evolución del crudo. Sus ingresos crecieron, pero más despacio, un 23%, hasta situarse en 12.442 millones. Y, al mismo tiempo, redujo en un 64% su deuda neta, que se ha rebajado a 2.706 millones de euros.

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