La tensión entre los taxistas y los vehículos de alquiler con conductor (VTC) está obligando a los conductores de plataformas como Uber y Cabify a cambiar el modo en el que trabajan. Los conductores que emplean estas aplicaciones, para evitar altercados con taxistas, están dejando a sus clientes a cientos de metros de puntos donde pueden tener problemas, como las estaciones de Atocha o de Chamartín, el aeropuerto de Barajas o, Ifema, epicentro este miércoles de las protestas de los taxistas, por la celebración de Fitur, la principal feria de turismo.
Una exigencia de evitar estos enclaves que llega desde las propias compañías, según indican a La Información conductores de Uber y Cabify. Además, apuntan, deben avisar a los clientes, en el momento que les llega su aviso de reserva de uno de los vehículos, que se les dejará a unos metros, en ocasiones medio kilómetro, de su destino. Y los clientes deben aceptar o no este cambio de modelo de trabajo.
Los conductores, indican, tienen la "exigencia" por parte de las empresas de que "lo principal es su integridad". Por ese motivo, en caso de ver un tumulto o altercado, los conductores de las VTC tienen que evitar esas zonas.
Trabajadores de estas aplicaciones también asumen que, con los paros de los taxistas, han aumentado sus servicios, por el desplazamiento de clientes a sus aplicaciones.
A la espera de si los taxistas de Barcelona deciden este miércoles si continúan con la huelga que, de momento, también se mantiene en Madrid, Uber ha comunicado que tiene intención de dejar de operar en Barcelona, después de que la Generalitat de Catuluña decidiese este martes que los clientes de estas aplicaciones tienen que reservar su vehículo, al menos, con una hora de antelación.
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