Leroy Merlin e Ikea reviven su 'pelea' por la decoración en pleno centro de Madrid

  • Los dos gigantes del mobiliario abrirán sus nuevos locales en julio. Aprovechan el repliegue del textil y ocupan extiendas de Zara y Cortefiel.
Imagen de la tienda temporal de Ikea en Madrid
Imagen de la tienda temporal de Ikea en Madrid

Ganar clientes en la era de Amazon y del despegue del comercio online les obliga a estar más cerca de sus potenciales compradores. Y no queda otra que desembarcar en algunas de las principales arterias comerciales. Es justo lo que van a hacer dos de los grandes de la decoración y el mobiliario, Ikea y Leroy Merlín, que ultiman sus próximos pasos en el centro de Madrid. Para el grupo sueco será su segundo movimiento, porque ya cuenta con una tienda (sólo de artículos y decoración de dormitorios) en la calle Serrano, de carácter temporal, aunque lleva abierta algo más de un año.

Ya han empezado su 'mudanza' al centro urbano pero será ahora, en el mes de julio, en plena época de rebajas (y de vacaciones), cuando echen a andar sus establecimientos, aunque, oficialmente, las empresas aseguran que no hay fecha oficial.

Ikea sigue los mismos pasos que ha dado en otros mercados, con locales urbanos especializados en sólo una gama de productos. Su primera tienda urbana y permanente en el centro de Madrid, situada en el número 47 de la calle Goya, ocupará una superficie comercial de 2.300 metros cuadrados, ha conllevado una inversión estimada en los 6 millones de euros y estará centrada exclusivamente en salones y comedores. Y no será su último movimiento en la capital, porque, según fuentes próximas a la compañía escandinava, estaría buscando nuevas localizaciones.

En el caso de Leroy Merlin, el desembarco en la zona financiera de Madrid, en la calle Raimundo Fernández Villaverde, junto a Nuevos Ministerios, está previsto bajo un esquema similar en cuanto al local se refiere: 2.500 metros cuadrados y menos referencias que en uno de sus locales tradicionales, aunque alcanzará las 10.000.

Aprovechar el paso atrás del textil de masas

La coincidencia en el momento de la apertura de sus tiendas urbanas no es la única similitud. Ambas compañías han aprovechado el repliegue y  la transformación obligada de los grupos textiles. Mientras la nueva tienda de Ikea estará situada en lo que, hasta hace unos meses, fue un Zara; el local urbano de Leroy Merlín volverá a revivir tras echar el cierre uno de los establecimientos de Cortefiel en la capital.

Inditex ha cerrado en los últimos meses algunos de sus establecimientos en el elitista barrio de Salamanca (éste de Goya, también en Velázquez) tras la apertura de su 'flagship' en Serrano, lo mismo que ha ocurrido con Massimo Dutti. Lo que le lleva a tener menos tiendas, pero más grandes.

Cortefiel decidió replegarse y cerrar los establecimientos menos rentables para la compañía. También tuvo que recortar su oferta, incluso destruir las prendas a las que no podía dar salida en el mercado. Unas medidas que le han surtido efecto, porque Cortefiel (ahora rebautizada como Tendam) ha logrado volver a beneficio.

Mejorar sus resultados

Más allá de estas dos tiendas, tanto Ikea como Leroy Merlin están en un proceso de transformación. La compañía sueca ha mirado al centro de la ciudad como potencial foco para mejorar su rentabilidad. En su último ejercicio, el 2017 (que cerró el pasado 31 de agosto), su resultado neto se recortó un 19% (ganó 98 millones de euros), a pesar de que sus ingresos crecieron un 5,8%, a 1.466 millones, lo que atribuyó a la inversión en el online.

La compañía francesa aún no ha desvelado cómo le fue en el ejercicio 2017. Tan sólo ha indicado cómo han evolucionado sus ingresos. En ese año, facturó 2.046 millones de euros, casi un 6% más que en 2016. Mientras, su matriz, el grupo Adeo, busca crecer en España a través de nuevas áreas de negocio y ultima el lanzamiento, el próximo año, de Zôdio, una cadena de decoración que sigue la estela de Zara Home.

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