Operación estrella de Telefónica

La ley antiopas obligará a someter a 'examen político' la venta de Telxius

El decreto con el que el Gobierno levantó el escudo incluye la venta de activos o de un porcentaje de control sobre compañías del sector de las telecos.

Telefónica sacará a Bolsa Telxius a un precio de entre 12 y 15 euros la acción
La venta de Telxius tendrá que pasar también el filtro del Gobierno.

La venta de todas las torres de telefonía de Telxius por más 7.700 millones de euros al gigante estadounidense American Tower se ha convertido en una de las operaciones estrella de Telefónica de los últimos años, junto a la fusión de O2 con Virgin en Reino Unido. Y además de los parabienes de los organismos reguladores y de la competencia, el decreto ley que regula el 'escudo antiopas' aprobado por el Ejecutivo de Pedro Sánchez le obliga a pasar también el filtro del Consejo de Ministros. Ya sea como una transacción del 100% de las acciones de cada una de las filiales de la gestora de torres de la teleco o como una venta sólo de las torres, el movimiento se encuadra entre los diferentes supuestos contemplados. Esta y la OPA sobre el 22% de Naturgy se convertirían en las dos grandes pruebas de fuego de este mecanismo público.

En marzo del año pasado, en pleno estallido de la crisis de la pandemia del coronavirus, el Gobierno hizo un guiño al Ibex 35 español una particular 'acción de oro' con la que perseguía la protección de las grandes compañías y activos estratégicos del país frente a la potencial irrupción de fondos y competidores internacionales aprovechando la fuerte devaluación en bolsa de sus acciones. Paradójicamente, Telefónica era una de esas 'joyas' que había que preservar tras meses en los que sobrevoló la sede de la compañía el fondo activista Elliot Management, temido por los ejecutivos ante su agresiva estrategia. Ahora, ese mismo escudo tendrá que ser esquivado por su nuevo socio americano.

Después de meses de intensas negociaciones, el presidente de la operadora, José María Álvarez-Pallete, y el resto del consejo de administración acabaron optando por American Tower como el comprador de las 30.700 torres de telecomunicaciones que Telxius tiene en Europa (España y Alemania) y Latinoamérica. En la fase final de la venta se encontraba como candidato la española Cellnex, pero finalmente los estadounidenses se llevaron el gato al agua con una oferta con unos múltiplos de récord. Se trata de un activo clave y estratégico, que va a ganar importancia con el despliegue de las redes ultrarrápidas 5G en el futuro.

Venta de acciones o activos

Desde que en el año 2016 se creara Telxius, Telefónica siempre preservó a toda costa el control sobre la infraestructura. Tanto en las infructuosas salidas a bolsa de ese mismo año como en las ventas a KKR y Amancio Ortega (Pontegadea), se reservó siempre la mayoría accionarial. Cuando entró el fundador de Inditex, a mediados de 2018, aseguraba en su comunicación: "Telefónica mantendrá un porcentaje mayoritario y, por lo tanto, el control operativo". Y el propio Álvarez-Pallete apuntaba hace justo un año, ante los analistas: "La experiencia que el equipo directivo de Telxius ha acumulado durante el último año es una pieza muy valiosa en le futuro; no pensamos en reducir nuestra participación... No debe esperar que nos diluyamos por nuestra parte". Ahora se enfrenta al escrutinio del Gobierno precisamente por perder ese control. El texto modificado del decreto ley del pasado mes de noviembre incluye este segmento entre los que se ubican detrás del escudo 'antiopas': "tecnologías críticas y de doble uso, incluidas las telecomunicaciones".

Telefónica no precisó en su anuncio cómo será la fórmula de venta. Pero sea cual sea, debería pasar por la Dirección General de Comercio Internacional e Inversiones del Ministerio de Industria y, posteriormente, por el Consejo de Ministros. Puede hacerlo a través de la venta del 100% de las acciones de las filiales de torres dentro del holding societario de Telxius -supera el 10% y el valor de la inversión es superior a los 500 millones de euros, los dos requisitos exigidos para las empresas no cotizadas- o a través de la venta de activos, es decir, los más de 30.000 emplazamientos. En un primer momento, esta vía fue esgrimida por asesores legales y financieros como un camino para esquivar la autorización pública. Sin embargo, tal y como reconocen bufetes especializados como Clifford Chance, "el Ministerio ha extendido la necesidad de autorización a las compras de activos".

¿Cómo se estructura el holding de Telxius? Desde el principio, la operadora creó una sociedad matriz, Telxius Telecom, que es donde comparte accionariado junto a Pontel Participaciones y KKR. Controla al 100% un total de cinco filiales. Por un lado, tres de torres, para Alemania, España y Latinoamérica (con sede en España), que fueron creadas en 2016. Por otro están dos más para el negocio del cable submarino (100.000 kilómetros en todo el mundo), tanto en España como en América. Estas dos últimas no se incluyen en la transacción con American Tower, pero su venta también estaba en proceso de negociación, para lo que ha contratado a Sociéte Genérale y Greenhill.

¿Y ahora qué?

Tras la presentación de todo el expediente, tal y como sucede en el caso de la OPA de Naturgy y del resto de operaciones, el Gobierno se da un plazo de seis meses para la autorización definitiva de la operación sobre un activo clave. La última referencia importante es la de la oferta pública de adquisición sobre el 100% de las acciones de Másmóvil, que se formalizó el 1 de junio del pasado año y recibió la luz verde del Consejo de Ministros el 7 de julio. La compraventa de Telxius se hará en dos transacciones independientes -Europa y Latinoamérica- y American Tower no espera tener todo listo, con todos los parabienes regulatorios, antes del segundo trimestre del próximo año, según queda reflejado en su presentación ante analistas del pasado mes.

Mientras se sustancia la venta de las torres y del cable de Telxius, Telefónica también está valorando otras operaciones de activos fijos en España, como es el de la fibra óptica. Ya el pasado mes de noviembre, en la presentación de resultados del tercer trimestre, el equipo directivo abrió la puerta a rentabilizarla con la entrada de un nuevo socio, aunque no se dio pistas sobre si se mantendría el control o no. "Es una herramienta muy valiosa y nos da muchas opciones", aseguró el consejero delegado del grupo, Ángel Vilá. 

Por lo pronto, la venta de las torres ya está firmada y a la espera de recibir todas las 'luces verdes' regulatorias y autorizaciones públicas. El Gobierno se enfrenta a un incremento significativo de operaciones de este tipo en los próximos meses, con un escudo más exigente tras la modificación del pasado mes de noviembre. La de Naturgy ya está en el debate político. Y queda pendiente la de Telxius.

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