Libelium hace hablar a los volcanes y escucha a las ciudades gracias a un chip

  • La empresa mide parámetros ambientales del clima, de 'cosas' o de animales y los sube a internet.  Analizaron la radiación en Fukushima.
Libelium en pleno crater
Libelium en pleno crater

Han colocado sensores en el volcán Masaya de Nicaragua para predecir

posibles erupciones; monitorizan del nivel de estrés de los koalas en

Australia; optimizan las plantaciones de cacao en Indonesia, el tercer

mayor productor del mundo; permiten llevar a cabo agricultura de precisión en viñedos de Suiza y Eslovenia; ofrecen soluciones para smart cities en Dubai, Hoboken (EE.UU.) y Adelaida (Australia); posibilitan el control ambiental en minas de oro en Tailandia, o el control de calidad del agua en piscifactorías de Vietnam exportadoras de pescado hacia Europa. 

No solo eso. Llevan a cabo proyectos de medición de los niveles de polución en Glasgow (Escocia) o en Palma de Mallorca, monitorizan las carreteras nevadas para mejorar el mantenimiento en Gran Bretaña; participan en el proyecto de control ambiental y el nivel de ruido en el aeropuerto de Atenas, han participado en proyectos para la NASA…

Y todo ello con tecnología 100% española. Libelium, que así se llama la

compañía que en 2006 fundaron los ingenieros informáticos Alicia Asín

(Zaragoza, 1983) y David Gascón (Zaragoza, 1982). Eran los comienzos

del ahora denominado Internet de las Cosas, en el año 2016. Desde

entonces, transcurridos ya más de 11 años, la evolución tecnológica de la

IoT ha sido enorme, pero “para que un río, un árbol, un koala, una ciudad o un volcán ‘hablen’ y puedan comunicarse por internet sigue haciendo falta un chip”, dice David Gascón, y “ahí entra Libelium con su tecnología”. Libelium, en fin, mide parámetros ambientales, del clima, de 'cosas' o de animales y los sube a internet.

‘Waspmote’ es la plataforma de sensores inalámbricos diseñada por el equipo de ingeniería de Libelium, que tiene la particularidad de ser la única en el mercado basada en “un sistema modular y de código abierto” que se puede integrar con cualquier plataforma de almacenamiento y tratamiento de datos en la nube y a través de cualquier protocolo de comunicación inalámbrica.

Un minihospital por 1.000 euros... en tu ordenador

Esta prestación le confiere a la plataforma de sensores, explican en

Libelium, “un carácter versátil que la hace compatible con cualquier

proyecto IoT en el que se necesite conectar un sensor a Internet mediante

conexión inalámbrica”. La plataforma de Libelium se utilizó, por ejemplo, después del accidente nuclear de Fukushima (Japón) para medir la contaminación por radioactividad y se usa también en las llamadas

ciudades inteligentes, buscando aparcamiento, midiendo la polución, la

gestión del agua, en la agricultura, la detección de plagas… Una

tecnología, dicen en la compañía, que “trata de mejorar las vida de las

personas” y “está contribuyendo a superar los grandes retos de la

humanidad en el siglo XXI, como la mejora de los cultivos para garantizar alimento ante el crecimiento constante de la población mundial, la gestión sostenible de los recursos naturales, la lucha contra el cambio climático, la atención sanitaria a distancia, etc”.

En este campo, por ejemplo, Libelium ha creado un ‘minihospital’, que vale alrededor de 1.000 euros, tiene el tamaño de un ordenador portátil y permite al usuario medirse en casa sus parámetros, monitorizarlos en tiempo real, enviarlos a la nube y un médico, que puede estar a miles de kilómetros, los analiza y prescribe, si es necesario, el tratamiento… “es la telemedicina”.

Libelium y la agricultura inteligente
Libelium y la agricultura inteligente.

Libelium está presente en más de 120 países en proyectos reales que

“hemos desarrollado en todo el planeta y que contribuyen a mejorar su

sostenibilidad”. La empresa, que comenzó su andadura en 2006

disponiendo de un capital inicial de únicamente 3.000 euros, ha pasado de facturar 1,6 millones euros en 2011 a 5,45 millones de euros en 2017 y de 11 empleados hace seis años a los 60 actuales.

El 92% de su facturación es gracias a la exportación y está presente en 120 países. En los últimos ejercicios ha crecido a un ritmo anual del 20% y sus tres grandes palancas del crecimiento son su “capacidad de innovación, su orientación internacional y el talento de su equipo”. Un crecimiento sólido y sostenible en el tiempo. Como le gusta decir a su CEO y cofundadora, Alicia Asín: “Somos todo lo contrario a las compañías del pelotazo tecnológico de Silicon Valley y nuestro crecimiento es sano, equilibrado y sólido”.

Los creadores de la compañía, Asín y Gascón
Los creadores de la compañía, Asín y Gascón

Volviendo a los proyectos más relevantes en los que Libelium está

presente, los sensores de Libelium han participado en un proyecto de

investigación para monitorizar la actividad de uno de los volcanes

activos de Nicaragua, el de Masaya, con el objetivo predecir las erupciones y poder facilitar la evacuación de la población. Un proyecto en el que la principal dificultad residía en las elevadísimas temperaturas que debían de soportar los sensores instalados en el mismísimo cráter del Masaya. O, ahora que el consumo mundial de cacao está en alza y en 2020 la demanda parece que superará la producción disponible, el control de la

cosecha de este fruto en el tercer productor mundial, Indonesia.

Además de su participación en agricultura de precisión en viñedos de Suiza y Eslovenia, “el mercado de soluciones para hacer de las ciudades lugares más inteligentes y habitables” es uno de los más importantes para Libelium. Actualmente están instalando dispositivos para búsqueda de aparcamiento y control ambiental en Dubai. En Hoboken, en el estado de Nueva Jersey (USA), el hardware Plug&Sense de Libelium está

monitorizando niveles de ruido, polvo, gases, humedad, presión

atmosférica y temperatura. Y el mayor operador de telecomunicaciones de Australia ha instalado sus sistemas de medición de ruido y contaminación ambiental en la ciudad de Adelaida.

Y continuando en nuestras antípodas, los sensores de Libelium

controlan los parámetros físicos y la monitorización de 50 koalas, junto con el canguro el animal nacional australiano, en un parque natural de Brisbane, ‘estresados’ ante el ataque de perros salvajes.

La empresa zaragozana, tiene un presupuesto para 2018 de 1,5 millones de euros en I+D y también está destinando una inversión del 20% de su

facturación a posicionarse de manera intensiva en mercados como el

latinoamericano y la zona de Asia-Pacífico y entre sus clientes se

encuentran grandes compañías como Telefónica, IBM, Siemens, Intel o

incluso la Agencia Aeroespacial Norteamericana (NASA) y colaboran con

prestigiosas universidades como la Universidad de Cambridge, la de

Melbourne o la de Copenhague.

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