La llegada de Trenitalia y SNCF reactiva el debate para volver a integrar Renfe y Adif

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EFE

SNCF, la compañía pública francesa, y Trenitalia, su homóloga en Italia, llegarán a las vías españolas si nada lo impide tras las preadjudicaciones de capacidad de red hechas públicas por Adif la semana pasada. La primera lo hará en solitario -al menos de momento- y la segunda integrada en el capital de Ilsa, la compañía capitaneada por los dueños de Air Nostrum, si finalmente se confirma la compra. Ambas compañías son hóldings, es decir, son gestores de la infraestructura y operadores al mismo tiempo. Por el contrario, Renfe y Adif están separadas y las voces de que una unión es necesaria vuelven ahora a cobrar fuerza. 

Esta idea que puso sobre la mesa el anterior ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, y que apoyaron ampliamente tanto Adif como Renfe, y aún lo hacen hoy en día los sindicatos de ambas compañías públicas, ha vuelto a salir a la luz en el sector ferroviario. La entrada de las dos empresas estatales de Italia y Francia, respectivamente, el próximo diciembre de 2020 en las vías españolas ha causado revuelo y ha acrecentado viejas ideas como esta. 

"Se ganaría competitividad y eficacia" decía De la Serna en 2016. Los sindicatos apoyaban entonces esta idea y se basaban en la cuantía de los cánones -incrementada durante los primeros años de la separación de ambas empresas- para ello ya que consideraban que lastraban las cuentas del operador en favor de la gestora de las infraestructuras. En cambio, poco a poco esta idea quedó en vía muerta. 

Con los debates sobre el cuarto paquete ferroviario, el que obliga a abrir el transporte de viajeros antes de finales de 2020 en todos los países miembros de la Unión Europea, desde Bruselas se planteaba la prohibición de que operador y gestor fuesen un único hólding. En cambio, la presión de los principales países que mantenían esta estructura, como Alemania y las propias Francia e Italia, hizo que finalmente se replantease esta idea y se incluyese la posibilidad de que sobreviviesen este tipo de sociedades. El conjunto de normativas prima la independencia de la empresa que controla la vía férrea, pero permitiendo la integración vertical de esta con un operador ferroviario a través de distintos modelos societarios

Entre las opciones que ofrece la Comisión Europea en esta normativa figura la creación de una nueva entidad hólding que actúe como matriz de ambas filiales y garantice la coordinación empresarial entre Adif y Renfe. Bruselas tocó así campanas de boda cediendo a lo que Berlín y París pedían y poniendo sobre la mesa española la idea que hasta hoy no se ha cerrado. En este sentido, la Ley del Sector Ferroviario vigente en España da la posibilidad de que, en un futuro, ambas compañías vuelvan a integrarse, volviendo a la situación anterior, según fuentes del sector, má beneficiosa que la actual. Con el anuncio de los nombres de los rivales de Renfe en las vías, el tema ha vuelto a relanzarse.

Pero hay ciertos sectores y organismos que se han mostrado discordantes con esta opción. La CNMC se ha manifestado en varias ocasiones en contra de la unión de ambas compañías públicas y más tras el inicio de los trámites para la liberalización ferroviaria. El 'superregulador' considera que unir de nuevo la compañía que gestiona la infraestructura ferroviaria y la empresa que la explota constituye "un paso atrás" que obstaculizaría la apertura del mercado. 

Los trámites para este movimiento están muy avanzados. Hace apenas una semana -casi quince días antes de que terminase el plazo previsto- que se preadjudicaba la capacidad de red a los citados dos operadores. El siguiente paso será la firma de los acuerdos-marco, que deberá realizarse antes del próximo mes de marzo de 2020, y que comprometerá con la gestora de las infraestructuras, Adif, durante diez años con los firmantes.

Será el 14 de diciembre de 2020 cuando se puedan poner los primeros trenes que no sean de la pública Renfe sobre las vías. Así lo hará la adjudicataria del paquete 'C', la SNCF, que ya ha anunciado su desembarco para ese mismo día con una decena de trenes, pero que no descarta crecer en el futuro. En cambio, para probar los convoyes de Ilsa y Trenitalia -adjudicatarios del paquete 'B'- habrá que esperar hasta 2022, tal y como ellos mismos han comunicado, cuando los 23 Frecciarossa 1000 entren en servicio. 

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