Lidl pierde chispa: frena su crecimiento en la batalla de márgenes con Mercadona

  • En cuatro años, el grupo alemán ha multiplicado por cuatro su beneficio. El gasto medio por empleado ronda los 22.500 euros.
Imagen de una tienda de Lidl.
Imagen de una tienda de Lidl.

La lucha por los márgenes en el sector de la distribución hace muy complicado a los grandes operadores mantener la velocidad de crucero. Junto con Mercadona, el grupo de distribución que más ha acelerado en España en los últimos años es Lidl. Sin embargo, el gigante alemán ha pisado el freno en el último ejercicio y ha rebajado tanto su ritmo de crecimiento de ingresos como de beneficio.

La compañía germana ha cerrado su último año fiscal, que concluyó el 28 de febrero de 2017, con un volumen de ingresos de 3.335,3 millones de euros (un 9,3% más que en el ejercicio previo). Su beneficio creció aún más rápido, un 16,2%. Ganó 121,9 millones de euros. Como comparación, en 2016, Mercadona ingresó 21.623 millones y ganó 636.

Un despegue que deja atrás la capacidad de crecimiento de otros competidores, como Alcampo o Carrefour pero que queda lejos de lo que lograba Lidl un año antes, cuando sus ganancias repuntaban más de un 41% y sus volumen de ingresos avanzaba un 12,5%.

Más allá de las grandes cifras del último año, la capacidad de crecimiento del gigante alemán se ha basado en la transformación de su red de tiendas y su cambio de modelo comercial. Ha dado el salto más allá de la venta de gran volumen (a descuento) a sumar a su oferta productos regionales (de proximidad), gourmet o artículos que no tienen nada que ver con la alimentación, como el textil.

Sus últimos balances desvelan que, desde 2014, Lidl ha multiplicado por cuatro su beneficio en España. En 2013 ganaba 27,1 millones de euros, tras un año en el que rebajó considerablemente sus márgenes para arañar cuota de mercado a sus competidores. Entonces, la empresa germana ingresaba 2.532 millones de euros.

En estos últimos cuatro ejercicios, ha transformado parte de su red de tiendas. En el año fiscal cerrado en 2017, abrió nueve establecimientos y sumó 541 puntos de venta, tras invertir 365,8 millones de euros.

La evolución de su plantilla

Su último informe anual también apunta que el incremento de su red ha conllevado un aumento de plantilla. En ese último año, ha pasado de tener 11.217 empleados a superar la barrera de los 12.500 (un 11,4% más). Y hay diferencias entre hombres y mujeres. Los primeros tienen más presencia en sus almacenes (870 frente a 372 mujeres). Y ellas son mayoría en los 'súper'. De las 9.869 personas que trabajan en las tiendas de Lidl, 7.534 son mujeres.

En la dirección, administración y compras de la filial de la cadena alemana también hay más mujeres que hombres: de los 1.392 puestos, 786 son femeninos. Elevó su plantilla y sus gastos de personal. Incrementó esta partida casi un 10,4%, situándola en 281,4 millones de euros. Cifra que indica un coste medio por empleado de 22.512 euros.

Las cuentas de Lidl también desvelan que aún mantiene abierta una disputa fiscal con la Agencia Tributaria, que arrastra desde 2013. Entonces, Lidl fue inspeccionada por su Impuesto sobre Sociedades, IVA y Renta de las Personas Físicas, por los ejercicios entre 2008 y 2010.

En marzo de 2014, firmó en conformidad el pago a Hacienda de 773.000 euros, pero mantuvo abierta la disparidad de criterios en Sociedades. Pagó en disconformidad 1,63 millones de euros y recurrió al Tribunal Económico Administrativo Central (TEAC), que desestimó el recurso. Sin embargo, lo elevó a la Audiencia Nacional, donde aún está pendiente de resolución, según indica en su informe anual.

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