Las últimas horas del mercado de fichajes -se cerro a las 24:00 del 1 septiembre- retrató la situación que vive el fútbol español: dinero de La Premier para que LaLiga española puedan llegar futbolistas a coste cero, con la carta de libertad en la mano, y jugadores bajándose el sueldo o difiriéndolo para que puedan ser inscritos compañeros suyos y no sobrepasar la masa salarial de las plantillas. Es la triste realidad que vive el fútbol profesional español, al que la crisis pospandemia le está pasando factura. “No hay un duro”, asegura a La Información un directivo de un club de LaLiga. Y así lo ha reflejado este mercado de verano.
Nabil Fekir y William Carvalho, jugadores del Betis, se rebajaban este jueves el sueldo para que la plantilla del club verdiblanco no sobrepasara el límite salarial y que sus compañeros Claudio Bravo y William José pudieran ser incritos en LaLiga, algo que no había sido posible hasta este jueves pese a llevar ya tres jornadas de Liga. Por otro lado, el Chelsea londinense fichaba a Aubameyang por 12 millones de euros y así el Barça de Laporta podía inscribir, entre lo que recibía de traspaso y lo que se ahorraba de la ficha del gabonés de origen abulense, y a coste cero porque llegan con la carta de libertad, a Bellerín y Marcos Alonso. Es el resumen del mercado. La Premier ficha a manos llenas y a LaLiga prácticamente sólo llegan jugadores cedidos o a coste cero.
Las cifras hablan por sí solas del complicado mercado para LaLiga, otrora el verdadero edén de los fichajes futbolísticos. Nuestro campeonato ha invertido este verano, según los números del portal Transfermarkt, 505 millones de euros en fichajes. Una cifra más de cuatro veces inferior a la de La Premier, que se ha gastado la friolera de 2.240 millones de euros, pero también inferior a la Ligue 1 francesa, 557,95 millones; la Bundesliga alemana, 518 millones o la Serie A Italiana, que ha invertido 784 millones en fichajes. Por no citar a los grandes de la liga inglesa, algunos de ellos bañados por los petrodólares, Manchester United, Chelsea, Manchester City, Liverpool, Nescastle... Solo entre tres clubes ‘medios’ de Inglaterra como el West Ham United (182 millones), el Nottingham Forest (162) y el Wolverhampton Wanderers (146) se han gastado casi el mismo dinero en fichajes que toda LaLiga Santander, 20 clubes, junta. Qué lejos están los 1.510 millones de euros que se gastaron los equipos españoles de primera división en la temporada 2019/2020, justo antes de que estallara la pandemia. Entonces, la Premier se gastaba una cantidad similar: 1.600 millones de euros.
De las 191 incorporaciones de jugadores que han llevado a cabo los equipos de la primera división española este verano, apenas 60, menos el 30%, han sido pagando un traspaso. El resto han aterrizado en sus nuevos clubes cedidos, son recuperaciones de cesiones anteriores o han llegado con la carta de libertad en la mano. Los dos clubes que más han invertido son el Barça, 153 millones gracias a las famosas ‘palancas’, -la venta durante 25 años del 25% de sus derechos televisivos y del 50% de sus ventas de 'merchandising' también por 25 años-, que ha supuesto unos ingresos de más de 600 millones para un club que tiene una deuda de 1.200 millones; y el Real Madrid, saneado económicamente, que se gastó 80 millones de euros en el francés Tchouameni, aunque vendió por 70 al Manchester United al brasileño Casemiro.
La Premier ficha a manos llenas y a LaLiga prácticamente sólo llegan jugadores cedidos o a coste cero
Los que menos han gastado son el Athletic de Bilbao, cero euros, y Osasuna, apenas dos millones. Curiosamente, ambos clubes, de los más saneados del fútbol español. De los diez fichajes más caros del verano, siete son de la Premier, uno de la Bundesliga y dos de LaLiga, Rafinha (58 millones ha pagado el FC Barcelona al Leeds United) y Tchouameni, por el que el Real Madrid de Florentino Pérez abonó 80 millones al Mónaco. Paradigmático ha sido el mercado del Sevilla, uno de los grandes de nuestro fútbol, que se ha deshecho de tres de sus mejores jugadores, Koundé, Diego Carlos y Ocampos, por los que ha ingresado 92 millones de euros, y ha fichado a Marcao, Alex Telles, Isco, Nianzou, Januzaj y Dolberg, desembolsando apenas 28 millones. “Hemos vuelto a nuestro modelo de negocio habitual”, decía este jueves el director deportivo de la entidad, ‘Monchi’. Ésto es, fichar barato a jugadores jóvenes y sin mucho nombre y venderlos más tarde una vez que se han revalorizado.
La penuria económica de LaLiga se produce además pese al 'Plan Impulso', que en un principio se suponía la panacea. El acuerdo con el fondo británico CVC por el cuál los clubes adscritos de LaLiga Santander y LaLiga Smartbank se distribuyen una inyección económica, principalmente para mejorar las infraestructuras y los estadios y realizar fichajes, de 1.994 millones de euros a cambio del 8,2% de los beneficios que genere la comercialización de la competición (derechos audiovisuales, digitales y resto de negocios) durante los próximos 50 años. Un plan que no fue aprobado por Real Madrid, Barcelona, Athletic e Ibiza, que votaron en contra en su día y no se adhirieron al mismo. Y un plan que, por ejemplo, permitirá al Atlético de Madrid desembolsar más de 200 millones de euros en la creación de una ciudad deportiva junto al Metropolitano -que se llamará Civitas Metropolitano a partir de esta temporada-, que contará con un mini estadio para 8.000 espectadores y que se financiará, en parte, con el dinero aportado por el fondo CVC a LaLiga Impulso.
Los motivos de esta parálisis en el mercado español del fútbol son claros y dos sobresalen por encima del resto: Catorce clubes de LaLiga acabaron la campaña 2021/2022 en pérdidas y otros siete tenían el límite salarial excedido y por tanto no podían inscribir futbolistas con total libertad. Los clubes solo podían fichar jugadores por la regla 1 a 4. Es decir, por cada cuatro euros que dejen de gastar por ingreso por traspaso o por ahorro de salario, pueden gastar uno en incorporar jugadores nuevos. Hasta alcanzar el equilibrio con su límite salarial, claro.
Los que menos han gastado son el Athletic de Bilbao, cero euros, y Osasuna, apenas dos millones
La liquidez de la que disponen los clubes de la Premier League además responde, sobre todo, a los ingresos que consiguen por los derechos televisivos (repartidos de forma muy equitativa) y a un alto porcentaje de propietarios millonarios con capacidad de impulsar un mayor gasto. Además está el Manchester City, junto con el PSG francés los llamados clubes-estado que cuentan con el respaldo, respectivamente, de Abu Dabi y de Qatar, o el Newcastle United, ahora, de Arabia Saudí. Los clubes españoles de Primera división se reparten anualmente alrededor de 1.500 millones de euros al año en derechos televisivos y el reparto de cantidades va desde los 165 del Barça, el que más cobra, hasta los apenas 50, por ejemplo, del Elche, entre otros. La Premier reparte por temporada unos 2.800 millones de euros entre sus equipos y las cantidades van desde los 180 millones del que más cobra hasta los 120 del que menos.
Lo cierto también es los clubes españoles, que tienen, por otro lado, un estricto control de LaLiga, están sufriendo la alargada sombra de la crisis provocada por la pandemia, que supuso un enorme impacto para sus cuentas al estar casi dos años sin ingresos de abonos, socios, 'merchandising' o explotación comercial de los estadios, lo que se tradujo, según cifras dadas a conocer por la patronal del fútbol, en una merma de los ingresos de los clubes en más de 900 millones de euros, que todavía se notan en los balances.
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