Uno de los gigantes tech

LinkedIn España paga 52.000 euros de Sociedades con su estructura en Irlanda

  • La red social duplica las ventas que declara en España hasta superar los 5,5 millones de euros. Hacienda aún no le ha abierto ninguna inspección.
Fotografía lupa LindekIn / EFE
Fotografía lupa LindekIn / EFE

Fue una de las mayores compras tecnológicas de la historia, cuando Microsoft pagó más de 23.000 millones de euros por ella. Es la principal red social profesional en España. Y LinkedIn pagó apenas 52.000 euros de Impuesto de Sociedades en el último ejercicio en España. Mantiene plenamente operativa su estructura fiscal en Irlanda, que es la que factura todos los servicios de publicidad y suscripciones. La Agencia Tributaria no le ha abierto aún ninguna inspección formal, según queda constancia en sus cuentas recién presentadas en este país.

La compañía, que cuenta -según sus propias cifras- con más de once millones de usuarios activos, opera en España con una filial propia desde mediados del año 2011. Hoy, ya bajo el paraguas del gigante tecnológico del sistema operativo Windows, sigue dependiendo de una matriz con sede en Dublín: Linkedin Ireland Unlimited Company. Es justo para la que trabaja (y la que, a la postre, cobra a los usuarios locales). Se trata de una estructura muy similar a la que tienen otras grandes redes sociales como la propia Twitter o Facebook o a otras firmas como Google.

Gracias a este formato, que trae de cabeza a los gobiernos de buena parte de Europa, ha logrado reducir al máximo su factura fiscal en el país. En los últimos tres años apenas ha pagado 150.000 euros de impuesto de Sociedades, que es el que grava los beneficios obtenidos en el territorio español. En el ejercicio fiscal 2019, que acabó en junio, la filial ha declarado, según las cuentas recién presentadas, apenas 52.000 euros por este tributo, más del doble que el año anterior. Esta cifra es la resultante de los diferentes ajustes por gastos no deducibles o incluidos en los planes de 'stock options' con los que retribuyen a su plantilla.

Para llegar a esa cifra, tras esos ajustes contables, la compañía, que cuenta con una plantilla que se mantiene invariable en el entorno de los 55 trabajadores,  ha declarado unos ingresos de 5,5 millones de euros -casi el doble que un año antes-, con un beneficio de apenas 9.500 euros frente a los 89.000 de un año antes. Todo ese negocio procede, por tanto, de la refacturación de los servicios de marketing y soporte a la irlandesa. "Se calcula como costes imputables más un 5%".

¿Es posible saber cuánto factura realmente por sus suscripciones premium, sus anuncios o los servicios vinculados al reclutamiento de profesionales para empresas? No es posible porque la irlandesa, que es la encargada de gestionar todo el negocio a escala global, no desglosa por territorios. Sólo se conoce la cifra total: declaró unos beneficios antes de impuestos de 2.700 millones de dólares en 2017 (están gravados con un tipo general del 12,5%, aunque hay acuerdos bilaterales con compañías para lograr condiciones ventajosas). Todas esas ganancias proceden de los principales mercados europeos e internacionales.

Pese a todo, LinkedIn es de las pocas que no han recibido la visita de los inspectores de la Agencia Tributaria. No es algo excepcional, pues otras compañías del sector como la propia Twitter o Facebook tampoco han dado cuenta en sus memorias anuales de algún tipo de investigación. Son las únicas de los gigantes del sector que se han salvado del escrutinio, que se ha intensificado durante los últimos ejercicios, aunque con unos resultados limitados.

La Tasa Google

Después de las diferentes investigaciones, Hacienda ha conseguido ingresar en las arcas públicas más de 30 millones de euros de impuestos no pagados por las grandes compañías de este sector. Google y Apple fueron las últimas que tuvieron que regularizar. Entre ambas sumaron 17 millones de tributos entregados. A ellas se suman otras compañías como el fabricante de software Oracle o la propia Microsoft, que han tenido que pasar por caja en varias ocasiones en estos años.

Ante esta tesitura, los diferentes gobiernos están tomando cartas en el asunto. Francia negocia 'in extremis' y de manera bilateral con Estados Unidos la imposición de una tasa por servicios digitales. España también está empeñada en crear su propia 'tasa Google' aunque, según desveló La Información, desde el Ejecutivo de Donald Trump ya han advertido de que habrá represalias en caso de que la apruebe de manera independiente.

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