Lookiero, la startup vasca que viste a las europeas sin que tengan que salir de casa

  • Esta joven empresa lleva dos años evitando que sus clientas tengan que ir de compras gracias a su servicio de personal shopper online.
Lookiero
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Todo empezó durante un largo viaje en coche de 10 horas durante la Semana Santa de 2015. Tres años después, esa hipótesis es un negocio real con más de 250.000 clientes en España y Francia. Lookiero es el nombre de la startup vasca que está revolucionando el mundo de los personal shoppers o asistentes de compras, ya que es la primera que ofrece sus servicios de forma 100% online.

La compañía, con sede en Bilbao, fue puesta en marcha por Oier Urrutia, el hoy consejero delegado (CEO) de Lookiero, quien tenía muy claro que quería emprender tras trabajar en varias empresas y terminar sus estudios, pero fue su mujer quien le dio la idea del personal shopper virtual cuando le contó que sus amigas se quejaban de que no tenían tiempo para ir de compras.

Así, dio forma a una empresa dirigida íntegramente a que las mujeres se eviten tener que ir de compras, pues Lookiero les envía una vez al mes, o cuando ellas decidan, una caja con cinco prendas de ropa seleccionadas por una personal shopper en función de sus gustos. El modelo de negocio de la firma no exige suscripción mensual, a diferencia de otros servicios de cajas de productos a domicilio, como los de belleza, que están más extendidos. Quienes lo deseen pueden pedir su caja de forma ocasional o suscribirse mensual o bimensual.

En el caso de Lookiero, las clientas entran en su web y rellenan una ficha con sus datos, gustos y preferencias que después analiza la personal shopper para seleccionar las prendas que le enviarán en la caja. El coste de la solicitud de la caja es de 10 euros, que después se restarán a las prenda o prendas que la clienta decida quedarse. Porque estas tienen total libertad para devolver las que no les gusten o convenzan, tanto si es una como si es todas. El importe final dependerá de las prendas que se queden, si bien la caja entera tiene un precio de 200 euros, aunque cuenta con un descuento del 25%, quedando en 150 euros.

El valor añadido de este servicio es que las prendas están elegidas por profesionales del estilismo, quienes adjuntan en el pedido unas recomendaciones para combinar las prendas y ejemplos. En cuanto a las marcas de la ropa, el consejero delegado señala que no se trata de las típicas firmas de moda masiva que tenemos en cada esquina. "No hay prendas ni de Zara, H&M o alguna de estas firmas, sino de otras que se pueden encontrar en espacios multimarca que no son tan conocidas por el público, como la española Nice Things", declara el emprendedor, quien cree que de esta forma dan a las clientas la posibilidad de conocer nuevas enseñas sin moverse de casa.

Los fundadores de Ticketbis, inversores en Lookiero

El modelo de negocio  de Lookiero es nuevo en Europa, como nos confiesa Oier Urrutia, quien se inspiró en una compañía estadounidense para traer aquí el formato. Ahora, se prepara para llevarlo a Reino Unido, pues la empresa está a punto de aterrizar en este país, conquistando así un nuevo mercado. Ahora, la firma quiere consolidarse en los tres países en los que opera, España, Francia (donde dieron el salto a finales de 2016) y Reino Unido, antes de lanzarse a la conquista de un nuevo mercado, algo que está en la cabeza de su fundador para el medio plazo. "Ahora la prioridad es crecer, consolidarse y mejorar el servicio, tanto tecnológicamente como en la propia marca", matiza.

Oier Urrutia
El fundador de Lookiero y CEO, Oier Urrutia

Por el momento, en estos dos años, el paso ha sido ascendente, pues según indica, aunque sin querer desvelar cifras, el pasado año se multiplicó por ocho la facturación, mientras que para 2018 esperan crecer casi tres dígitos. De ahí que el proyecto esté respaldado por 'business angels' de la talla de los fundadores de Ticketbis (Ander Michelena y Jon Uriarte), la web del mercado secundario de venta de entradas que recientemente ha sido adquirida por Stubhub, filial de eBay, por una cantidad de 165 millones de euros. Además, para iniciar la andadura, Urrutia recibió un crédito de 100.000 euros de ENISA, la Empresa Nacional de Innovación enfocada a apoyar a las pymes.

Para darse a conocer, Lookiero utiliza, fundamentalmente, las redes sociales, donde tiene cuentas activas en Facebook, Instagram y Twitter. Según el CEO, este es el mejor canal para explicar lo que es la empresa, "ya que permite crear contenido audivisual y, además, segmentar mejor a la audiencia, de modo que llegamos al target que queremos". Por otro lado, y como no podía ser de otra manera, también se apoya en influencers casi desde el principio, "quienes también crean un contenido muy visual que es idóneo para nuestra estrategia de marketing".

Por otro lado, la semana pasada realizaron su acción de marketing más importante hasta la fecha, pues salieron del canal virtual para tratar físicamente con el público. Lookiero montó una pop-up (tienda efímera) en Madrid para presentar su nueva web, un acto amadrinado por Sandra Barneda en el que los presentes pudieron hacer todo el proceso de compra de la plataforma pero en persona acompañados de María Uranga, la jefa de personal shoppers de la firma.

Según Urrutia, "el evento salió muy bien, por lo que es probable que repitamos la experiencia, pero en un tiempo, ahora hay que centrarse en Reino Unido". Lo que sí descarta de pleno es poner una extensión de la empresa física, como han hecho firmas que nacieron en el canal online y luego han saltado al físico. "No tendría sentido porque perderíamos nuestro principal valor diferencial, que es el servicio virtual", asevera. 

"Como sociedad deberíamos quitarnos el miedo al fracaso"

Por último, cuestionado por este medio sobre lo que haría falta en España para que más jóvenes se lanzaran a emprender, Oier Urrutia destaca, por encima de todo, la educación. "El sistema educativo puede hacer mucho para inculcar la cultura del emprendimiento en niños y jóvenes, más allá de dar algo de teoría", indica. Además, cree que la sociedad debería quitarse el miedo a fracasar, "pero, igualmente, eso se cambia desde la educación".

Por otra parte, cree que el sistema fiscal también debería alentar esta fórmula, "sobre todo en los comienzos, cuando la startup no ingresa nada". Si bien cree que cada vez hay más casos de éxito en nuestro país que pueden servir de ejemplo para que las generaciones venideras se atrevan a poner en marcha sus proyectos.

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