Los 'ajustes' por la integración del Popular afectarán también al Santander

  • Las salidas se decidirán en los servicios centrales del grupo, de la filial española y el Popular. Se compromete a ayudar a recolocar a los afectados.
José Antonio Álvarez, Consejero Delegado del Santander
José Antonio Álvarez, Consejero Delegado del Santander
EFE

Las salidas de personal que se deriven de la integración del Popular se decidirán a escala grupo: ofreciendo la desinvulación a empleados de servicios centrales del banco adquirido, de la filial del Santander en España y de su centro corporativo. Así lo detalla el consejero delegado del grupo, José Antonio Alvarez, en una misiva dirigida a la plantilla donde se compromete a que sean salidas no traumáticas, con las mejores condiciones económicas posibles y donde el grupo se volcará en recolocar a los trabajadores afectados.

La desvinculación, detalla, se basará “en criterios estrictos de meritocracia, asegurando que el mejor talento, venga de donde venga, se quedan el grupo Santander”. “Ver marchar a nuestros compañeros siempre es duro y a nadie nos gusta. Toda la alta dirección del Banco, empezando por Ana, Rodrigo, Rami y por mí mismo, nos vamos a involucrar personalmente para que este difícil proceso se haga cumpliendo con nuestros comportamientos corporativos, nuestra manera de hacer las cosas ‘sencilla, personal y justa’, y respetando al máximas las personas”, garantiza en nombre de la presidenta del grupo (Ana Botín), su vicepresidente y presidente del Popular (Rodrigo Echenique) y el consejero delegado de la franquicia (Rami Aboukhair).

El banquero, que se compromete junto con Aboukhair a dar máxima transparencia al proceso, informa que la entidad ha iniciado hoy las conversaciones con los sindicatos con la intención de alcanzar un acuerdo para que las salidas se hagan “en buenas condiciones” económicas y con la ayuda del banco para su recolocación, “como ha sido el caso de más del 80% de los compañeros que tuvieron que abandonar el banco” por el plan de eficiencia del pasado año. En 2016, el Santander prescindió de 1.380 trabajadores -680 de ellos salieron con un ERE-, ofreciéndoles prejubilaciones al 80% de su salario y bajas incentivadas voluntarias.

Un 17% de la plantilla del Popular en 2016 

En el Popular se asistía con preocupación a su integración, al ser el banco adquirido, y porque el pasado ejercicio sufrió un Ere similar que se llevó por delante casi al 17% de la plantilla -afectó a casi 2.600 empleados- en el marco de las medidas aplicadas para tratar de garantizar un proyecto viable de futuro. Que los ajustes se hagan en el conjunto de los tres servicios centrales, favorece que las desvinculaciones puedan hacerse vía prejubilaciones o salidas incentivadas, y no recaer una plantilla tan recientemente castigada.

El banquero justifica la medida en las naturales redundancias que ocasionan las uniones de entidades. Con el “principal objetivo” de “mejorar el servicio” que ofrece a los clientes y “atraer más clientes nuevos, reforzando nuestra actividad comercial” las desvinculaciones afectará exclusivamente a los servicios centrales. No en vano, el proceso ha arrancado pero -indica- la integración jurídica y tecnológica consumirá “aproximadamente dos años”, periodo durante el que la red de sucursales del Popular y la del Santander en España coexistirán.

“Tanto Santander como Popular son dos excelentes franquicias comerciales que juntas tienen un gran futuro por delante”, reivindica el consejero delegado del grupo. La entidad resultante de la unión es líder en créditos y depósitos en España, con 17 millones de clientes y una cuota de mercado del 25% en pymes.

Unos 34.800 empleados en nómina

La red conjunta suma en el país 4.631 sucursales y 34.852 empleados en nómina de partida (1.762 locales y 11.911 trabajadores procedentes del Popular; y 2.869 oficinas y 22.941 trabajadores del Santander en España). El grupo cuenta con que la integración costará 1.300 millones brutos y confía en generar en paralelo unas sinergias en costes de 500 millones o el equivalente a reducir en casi un tercio de la partida de costes del Popular o el 10% a escala grupo.

“Queremos construir un banco más eficiente, productivo y enfocado al cliente”, señala el banquero. La proyección es que la combinación de ambas enseñas “permita mejorar significativamente la ratio de eficiencia”, generar sinergias y “alcanzar un retorno sobre la inversión del 13-14% en 2020, recuerda.

Como paso previo a la integración, para conocer mejor las áreas e importar las mejores prácticas de un banco a otro, seleccionó un grupo de 30 personas en ambas entidades y los puso a trabajar en el otro banco. Si bien las cifras finales del ajuste dependerán de las negociaciones, en el sector se baraja entre 1.000 y 1.500 puestos de trabajo con solapamientos, cuya salida podría facilitarse en parte con traspasos a empresas a las que el grupo subcontrata servicios. Los sindicatos CCOO, UGT y Fine exigieron voluntariedad en cualquier salida, proporcionalidad y maximizar las prejubilaciones. 

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