Las criptomonedas han experimentado un intenso desarrollo durante los últimos años en los que el mercado de renta variable ha caído bruscamente debido a la laxitud de la política monetaria para hacer frente a unos bajos niveles de inflación. Todo tipo de inversores, incluso no experimentados, han sucumbido ante la moda de las monedas virtuales en esta era, pero los analistas prefieren ser cautos ahora que los bancos centrales empiezan a retirar algunos de sus estímulos. El ajuste ya ha dado su pistoletazo de salida en Inglaterra o Noruega, adelantándose incluso a las previsiones de expertos, y Estados Unidos va por el mismo camino.
El equipo de análisis de Andbank tiene la sensación de que las criptomonedas podrían no aguantar en un entorno de subida de tipos de interés. De hecho, cuando la Reserva Federal (Fed) anunció que quería empezar a calibrar sus herramientas hacia una postura más restrictiva, algunas monedas como el bitcoin empezaron a tambalearse. Los expertos prefieren esperar a ver cómo se comportan a medida que el nuevo entorno va acomodándose en los mercados.
Las criptodivisas, con su perfil muy volátil, han ganado muchos adeptos en un contexto en el que el dinero no vale nada. El Banco Central Europeo (BCE) todavía es reticente a dar grandes pasos hacia la normalización, pero los analistas de Andbank intuyen posibles problemas cuando los bancos centrales empiecen a encarrilar sus políticas de forma generalizada. En caso de que cuando esta situación se revierta las monedas virtuales retrocedan, habrá que valorar cuál es el papel que les espera.
Consideran que es un activo poco atractivo porque no genera dividendos y descartan que rivalicen con divisas como el dólar o el euro
Llegará un momento en el que el dólar se podrá prestar y recibir intereses a cambio, frente a las criptomonedas que incluso cuesta mantenerlas. La conversión a liquidez es todavía más costosa, pues se obliga a la creación de wallets -carteras virtuales- y al pago de comisiones que en ocasiones pueden ser excesivas. Estos analistas, que las consideran un activo aunque con poco atractivo al no generar dividendos, descartan que asuman el rol del dinero. A pesar de que existan empresas que permiten el pago a través de este medio, no está tan claro que pueda extenderse de forma masiva y rivalizar con divisas como el dólar o el euro.
Además, entrará en juego otra incógnita: las monedas virtuales públicas respaldadas por una moneda oficial. Los movimientos en este sentido todavía son bastante tímidos, pero la banca central ya tiene organizados a equipos de estudio para lanzar sus proyectos relacionados con un medio de pago digital en un futuro que podrían hasta utilizarse para el cobro de impuestos a los ciudadanos de una manera menos compleja y hasta más eficiente.
Antonio Castelo, Estratega de iBroker, reconoce que el sector ha constatado en parte que monedas como el bitcoin adoptaron una postura a la baja en el momento en el que los bonos empezaron a descontar las inminentes subidas de tipos de interés oficiales. Cree que esto puede tener sentido, pues la perspectiva de un aumento de los tipos de interés a corto plazo por parte de la Fed, por ejemplo, apoya al dólar estadounidense. En cambio, considera que en estos momentos no hay mucha base para argumentar en un sentido u otro sobre el efecto que pueden tener políticas monetarias restrictivas y subidas de tipos de interés generalizadas por parte de los bancos centrales en las principales criptodivisas.
El equipo de inversión de Renta 4 ni siquiera se ha atrevido a valorar el futuro que deparará a las criptomonedas dada la incertidumbre que gira en torno a ellas, aunque fuera de esta área centrada en la inversión más tradicional en los mercados financieros, la entidad ya está dando pasos en este sentido con el lanzamiento de una unidad centrada en activos digitales. El director asociado de WidsdomTree, Florian Ginez, cree que el hecho de que algunas sociedades cotizadas hayan anunciado que en su balance tienen bitcoin o se lancen a este negocio alimenta el optimismo en la 'criptoesfera'. A pesar de que existan algunos casos, no cree que se vaya a convertir en una tendencia generalizada, sobre todo porque siguen existiendo muchos obstáculos, fundamentalmente regulatorios e incluso medioambientales por la minería que hay detrás para validar y agrupar las transacciones.
