'Marzo negro', sobre todo para Madrid

Los datos de Barajas, El Prat o Cercanías prevén un desplome total en el transporte

  • Cercanías de Madrid cae más un 20%, al igual que el tráfico en El Prat frente a -16% en Barajas solo la primera semana: el derrumbe será histórico
Un operario con mascarilla traslada maletas en el aeropuerto de Barajas, casi vacío
Un operario con mascarilla traslada maletas en el aeropuerto de Barajas, casi vacío
Ricardo Rubio - Europa Press

Este sábado el Gobierno dará vía Consejo de Ministros Extraordinario los detalles del estado de alarma decretado el día antes, 13 de marzo, para contener la pandemia de coronavirus. Los detalles probablemente afectarán al transporte pero, mientras éstos llegan, los trenes y el metro siguen operando y los autobuses y vehículos particulares circulan por las carreteras. Solo en aeropuertos como el de Barajas-Adolfo Suárez la fotografía de los pasillos es fantasmagórica.

Sin embargo, los escasos datos provisionales aportados por Renfe o Aena con relación al tráfico registrado la primera semana de marzo anticipan un desplome histórico del sector de los transportes en España, con especial afección en la Comunidad de Madrid pero también en Barcelona. Un marzo negro que, en el caso de la capital catalana, se agrava con la cancelación del Mobile World Congress. 

Renfe y Aena acostumbran a publicar sus datos con un mes de retraso para, entre otras cosas, garantizar la fiabilidad de los mismos. Pero estos días ambas compañías públicas han avanzado una serie de números provisionales con el fin de prever el impacto de la crisis sanitaria en el cómputo mensual del transporte. Los resultados son estrepitosos: se valora solo la primera semana de marzo, cuando la alarma sonaba aún muy lejana y no existían restricciones. Hasta el punto de que el pasado fin de semana tuvieron lugar manifestaciones multitudinarias por el 8M, congresos políticos como el de Vox y otros eventos masivos. 

Un 45% menos en 7 días

Las cifras recabadas aportadas por las compañías operadoras no dejan lugar a dudas: el Cercanías de Madrid, que transporta nada menos que la mitad de los viajeros anuales de toda Renfe Operadora, se hundió un 20% los siete primeros días de marzo respecto al mismo mes de 2019 según portavoces del operador. En el madrileño Aeropuerto de Barajas la afluencia de viajeros cayó hasta el 16% en el mismo periodo, mientras que el de El Prat, en Barcelona, se desplomó hasta el 20% debido sobre todo a la anulación del MWC, explican en el gabinete de Aena.

La influencia de la feria mundial de tecnología en Barcelona y Cataluña ha sido notoria. Pero se espera un panorama mucho peor para la Comunidad de Madrid, donde se han tomado de momento las medidas más drásticas como el inédito cierre de todos los negocios de hostelería. Un ejemplo son los datos que envían fuentes oficiales del Metro de Madrid: "Hoy [por ayer viernes], se ha registrado en la hora punta de la mañana (entre las 6:00 y las 9:00 horas) 248.985 viajeros, un 45% menos de viajeros que durante el mismo día de la semana anterior". El pasado miércoles 11 de marzo, la caída con relación al mismo día de la semana anterior era del 35%. Con la emergencia de las medidas decretadas por las autoridades y las recomendaciones de no salir de casa, los datos solo pueden empeorar.

Autobús y Cercanías, hundidos

El Consorcio Regional de Transportes de Madrid ha ido más allá de las comparativas interanuales y ha realizado sus propios cálculos comparando los tráficos registrados esta semana con los de la semana pasada, cuando ya empezaba el declive: el desplome del Cercanías roza el 50%. En el caso de los autobuses urbanos de la EMT, la caída entre una semana y otra ha sido del 51,2%. "Este descenso se debe a las medidas extraordinarias y de prevención aprobadas por el Gobierno regional y el resto de Administraciones públicas como consecuencia de la situación y evolución del coronavirus", subrayan fuentes del consorcio regional.

La situación más desesperada se vive en los aeropuertos: el goteo de países que prohíben vuelos con España no cesa y las terminales se ven vacías. La aplicación del estado de alarma puede además afectar directamente a los transportes públicos: desde la reducción de servicios hasta su total paralización, en caso de que su uso sea un factor para propagar la pandemia. La Constitución permite al Gobierno "limitar la circulación o permanencia de personas o vehículos en horas y lugares determinados, o condicionarlas al cumplimiento de ciertos requisitos".

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