El culebrón urbanístico del Paseo de la Dirección parece el cuento de nunca acabar. El proyecto, que comenzó hace más de una década, aspiraba a terminar con el último poblado chabolista del centro de Madrid y construir, en su lugar, una suerte de Gran Vía de más de dos kilómetros que uniera los barrios de Tetuán y Fuencarral y en la que tendrían que venderse unas 2.000 viviendas. Cuando parecía que las obras estaban a punto de concluir, el bloqueo de los presupuestos municipales de 2018 ha vuelto a retrasar, una vez más, el realojo de cientos de afectados que culpan al Ayuntamiento de estarse lucrando con el proceso y de haberse repartido con Florentino Pérez el suelo confiscado a los vecinos.
La polémica viene de lejos. En el año 2006 el Ayuntamiento de Madrid adjudicó, bajo el sistema de concesión, la reforma integral del Paseo de la Dirección a una empresa del grupo Dragados, perteneciente a ACS y cuyo presidente es Florentino Pérez. El proyecto comprendía tanto la urbanización del paseo como la expropiación y realojo de las infraviviendas de la zona, unas 400 en las que vivían más de 800 personas. Tras la llegada de la crisis, en 2011, el proyecto quedó en el aire, lo que retrasó todavía más el desarrollo del ámbito.
En vista de estos retrasos, el contrato con Dragados fue resuelto por mutuo acuerdo el 8 de septiembre del 2016, fecha desde la cual el Ayuntamiento de Madrid asumió el desarrollo de la zona. En los términos acordados en la resolución del contrato, quedó establecida la obligación de Dragados de terminar el bloque de realojo, las obras de urbanización para la puesta en servicio del Paseo, la ejecución de la rotonda de conexión entre la calle Capitán Blanco Argibay y el Paseo, y plantación de arbolado y jardinería en la obra ejecutada.
Por todas las obras, el Consistorio tendrá que abonar unos 130 millones de euros. Este pago, no obstante, se hará, como ya estaba previsto, en especie. Dragados recibirá finalmente siete parcelas con una edificabilidad residencial de 88.250 metros cuadrados. Como contrapartida, el municipio pudo recuperar el control público sobre el conjunto del proceso y la titularidad del 65% del suelo lucrativo (20.580 metros cuadrados) y del 55% de la edificabilidad residencial prevista en el conjunto del ámbito (109.000 metros cuadrados).
Sin embargo, pese a que la compañía de ACS entregó el pasado septiembre el último de los edificios para el realojo de los afectados, estos todavía, no han podido instalarse. Según explica la Asociación de Propietarios Afectados para el Desarrollo Urbanístico del Paseo de la Dirección en su web, los expropiados han recibido sólo 868 euros por metro de suelo, esto es, unos 40.000 euros cuando los pisos de realojo ascienden a 120.000. Aunque el Tribunal Superior de Justicia de Madrid dio la espalda a los damnificados con fallos firmes, para paliar la situación el Ayuntamiento prometió subvenciones por la diferencia entre el valor de la vivienda que recibirán y el justiprecio de la expropiada, pero estas no se han llegado a materializar por el bloqueo de los presupuestos.
12 millones de subvenciones
Esta excusa no convence a los perjudicados. "¿Dónde están los realojos que se nos prometieron en enero de este año en ese edificio que Dragados construyó en tiempo récord de nueve meses y que aún está cerrado, 14 meses después? Jose Manuel Calvo prometió subvenciones para todos los expropiados con Derecho a Realojo. Literalmente anunció una dotación presupuestaria de 12 millones de euros para 180 familias a coste cero, de todo tipo, incluso fiscal. Menos mal que la alcaldesa, vino a vernos y prometió una negociación con los afectados, que aún no ha comenzado y todo esto cuando aún se adeuda a los expropiados injustamente tratados más de cinco millones de euros", se queja Luis Romero, presidente de la Asociación de Propietarios Afectados para el Desarrollo Urbanístico del Paseo de la Dirección.
Los vecinos también critican que, mientras que se ha recortado altura en las viviendas destinadas a vivienda protegida, ha permitido el urbanismo vertical, que ha tumbado en otras actuaciones como Mahou-Calderón, con edificios de 26 alturas contando las plantas baja y ático y que superarán, según fuentes del sector, los 3.000 euros por metro cuadrado, cuando en el resto del distrito apenas roza los 2.600 euros por metro. Por su parte, fuentes del Ayuntamiento ratifican su compromiso con los vecinos de la zona y recuerdan que se ha ganado mucho terreno para vivienda a precios asequibles al plan inicial aprobado por Gallardón. "Si no se han recibido las subvenciones no es por falta de voluntad de nuestro equipo, sino porque la oposición no quiere aprobar los presupuestos", concluyen.
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