Los problemas persiguen a Carlos Ghosn: Japón presenta la cuarta denuncia formal

  • La Fiscalía apunta al ejecutivo de nuevo por el desvió personal de unos fondos de Nissan  a través de una empresa con sede en Omán.
Carlos Ghosn
Carlos Ghosn
NISSAN - Archivo

Los problemas para Carlos Ghosn continúan. La Fiscalía de Tokio ha presentado este lunes una nueva acusación formal contra el expresidente de Nissan Motor y Renault por el supuesto desvío para uso personal de unos fondos del fabricante nipón a través de una empresa con sede en Omán.

La nueva acusación formal se suma a las otras tres que ya pesan contra Ghosn, y fue presentada el mismo día en que se cumple el plazo de arresto provisional fijado por el tribunal competente tras su última detención a raíz de los supuestos delitos que investiga la Fiscalía, según anunció dicha instancia. 

Las autoridades niponas sospechan que Ghosn habría cometido un delito de abuso de confianza agravado contra Nissan al desviar parte de unas transferencias de la empresa a una distribuidora de Omán pasa su uso personal, causando al fabricante nipón unas pérdidas de 5 millones de dólares (4,4 millones de euros).

Este lunes vencía el plazo de ocho días que había establecido el tribunal competente para extender la última detención provisional de Ghosn, y al término del cual la Giscalía debía presentar su nueva acusación formal o bien liberar al sospechoso. Tras conocer esta decisión, el jefe de la defensa legal de Ghosn, Junichiro Hironaka, anunció que volverá a solicitar la libertad bajo fianza del exejecutivo.

Detenido un mes después de su puesta en libertad 

El empresario, de 65 años, fue detenido por última vez el día 4, menos de un mes después de que el mismo tribunal lo pusiera en libertad bajo fianza y tras pasar 108 días bajo arresto provisional. Ghosn fue arrestado por primera vez el pasado 19 de noviembre en Tokio, acusado de haber ocultado a las autoridades financieras de Japón compensaciones millonarias supuestamente pactadas con Nissan.

Sobre él pesan otras tres acusaciones formales, dos relacionadas con la ocultación de las remuneraciones y una tercera de abuso de confianza de Nissan por presuntamente haber usado fondos de la empresa para cubrir pérdidas financieras personales y realizar pagos, injustificados para la compañía, a un empresario saudí.

El exdirectivo niega todas las acusaciones y mantiene que se deben a "un complot en su contra" tramado por ejecutivos de Nissan, según dijo en un mensaje de vídeo distribuido por sus abogados antes de su última detención.

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