Madrid declara la guerra a las terrazas en pleno boom de demanda por las licencias

  • Carmena quiere reducir los horarios de los veladores, así como limitar su número y los metros cuadrados que ocupan.
Fotografía terrazas
Fotografía terrazas

Las terrazas madrileñas repletas de domingueros podrían tener los días contados. O al menos verse reducidas drásticamente con la nueva ordenanza de Terrazas, Quioscos de Hostelería y Restauración que pretende aprobar el Ayuntamiento de Madrid para limitar tanto el número como los metros que ocupan estos cenadores. A pesar de la creciente demanda de este tipo de licencias, que prácticamente se ha duplicado en los últimos dos años, el Consistorio considera que "su proliferación provoca disfuncionalidades en el espacio público, especialmente en lo referido a la accesibilidad, la seguridad, la contaminación sonora y lumínica o la conservación del arbolado y del mobiliario urbano".

Así, fuentes de Ayuntamiento reconocen que, a pesar de que las terrazas son indudablemente un "elemento dinamizador de la economía", las quejas de los vecinos, cada vez más agrias, han provocado que el Consistorio quiera reducir, todavía más, el horario de los cenadores, en contra del criterio de la Comunidad, que apostaba por liberalizarlos, así como aumentar las tasas que pagan los hosteleros por metro cuadrado, actualmente cercana a los 77 euros mensuales. Además, se pretende mermar el número de licencias y los metros cuadrados aprobados en cada una en torno al 20% de media, aunque este recorte podría superar el 50% en distritos como el de Centro o el de Salamanca.

Por su parte, tanto asociaciones de hoteleros como de vecinos, han llamado a participar en la consulta que hará el Ayuntamiento antes de cerrar la nueva normativa, con el fin de llegar a un acuerdo consensuado "como ya se ha hecho otras veces y que beneficie a ambas partes". En la encuesta se preguntará sobre si el número de terrazas existentes en la actualidad es adecuado o no, sobre si la ubicación actual de las mismas en los espacios públicos pueden constituir o no una distorsión para la utilización y disfrute normal del medio urbano y sobre la opinión que merece la modificación de la actual ordenanza y qué aspectos mejoraría.

A pesar de las buenas intenciones, una queja recurrente de las asociaciones de vecinos ha estado relacionada, precisamente, con el ruido que provocan este tipo de establecimientos y han pedido prohibirlas en determinadas partes de la ciudad, como en la calle Montera. El Ayuntamiento de Madrid tiene autorizadas en la actualidad un total de 4.569 terrazas que ocupan 153.252 metros cuadrados, para una ciudad de 3,1 millones de habitantes. Por contra, Barcelona, con 1,6 millones de censados, tiene 300 terrazas más, esto es, 4.896.

La Ley Antitabaco de 2011 hizo que se disparara el número de veladores. Según datos del Ayuntamiento de Madrid, el número de terrazas aumentaron un 150% entre 2009 y 2012, llegando a las 3.740. En la actualidad la cifra se ha incrementado en un 22,2%. Por distritos, Centro es el que más disfruta del 'terraceo' con 445 licencias. Le sigue Chamberí, con 398; Salamanca, con 376; y Chamartín con 300.

25 multas al día

No obstante, la realidad es las multas en Madrid se acumulan. En 2016, últimos datos disponibles, la Policía Municipal, impuso 9.250 denuncias a veladores por infringir la ordenanza reguladora en los 21 distritos de la ciudad, es decir, unas 25 al día. El 27,2% fueron en el distrito Centro, el más aquejado por las protestas vecinales. Además, según el último informe de la Cámara de Cuentas sobre la fiscalización de las licencias públicas concedidas en Madrid, se abrieron 391 expedientes por incumplir la autorización municipal concedida y se detectaron 229 terrazas sin autorización.

La nueva normativa podría suponer un nuevo choque entre Comunidad de Ayuntamiento. Cifuentes, que apuesta por ampliar horarios de terrazas, puede imponer su propia normativa y Carmena, para limitar el tiempo de apertura, tendrá que justificar la modificación de este horario regional. A su vez, basándose en ambas normativas serán, finalmente, las Juntas de Distrito quienes deberán aprobar o no las licencias pertinentes.

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