Manuel Falcó Anchorena, duque de Fernán Núñez y Grande de España, acaba de inyectar en la sociedad que atesora sus tierras (Explotaciones La Flamenca S.L.) la cifra de 3.2 millones. Una sociedad que está pendiente de depositar sus cuentas del ejercicio 2018 y que en el anterior estaba en números rojos (-79.848 euros). Detrás de esta aristocrática sociedad no solo hay un coto de 4.000 hectáreas, sino que está una de las mayores y más preciadas fincas para cazar perdiz roja de Europa, situada en la madrileña Vega de Aranjuez que -aunque no está en la Milla de Oro de la caza en España- es un valioso coto de caza menor.
La Flamenca cuenta con más de 60 ojeos diferentes, ofreciendo todo tipo de variedad de vuelo de la perdiz, y está a solo 45 minutos en coche tanto del centro de Madrid como del aeropuerto de Barajas. Para hacernos una idea de su valor al alza solo hay que echar un vistazo a los datos del último Anuario de Estadística Forestal publicado por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente: en 2017 se cazaron en España 2.855.908 perdices en total. El negocio de la caza menor mueve en España según datos oficiales, la cifra de 98.238.534 euros.
La adquisición de dichos terrenos por los duques de Fernán Núñez data del año 1871, en el que la Corona, en su plan de desamortización, los vendió en primera subasta a Carlos María Llaguno por 1.716.000 pesetas. Fue Manuel Pascual Luis Falcó y Osorio l el que reunió esta finca realizando las compras entre los años 1871 y 1890. El actual duque, Manuel Falcó, está casado con la donostiarra María Cristina Ligués Creus y son padres de Manuel, Cristina y Tristán.
En la acogedora Casa del Monte, que es la zona social de la finca, no solo desayunó y comió el difunto Fraga. La 'jet set' y la realeza disfrutan habitualmente de su chimenea con las paredes tapizadas de fotografías de caza. Este es el punto que recibe a primera hora de la mañana a los cazadores, donde se degusta lo cazado y donde se cuecen jugosas sobremesas.
La unión La Flamenca & Los Corsinni
Great Spanish Hunts, la empresa organizadora de cacerías nacionales e internacionales propiedad de la poderosa saga de los Corsini, lleva gestionando la finca La Flamenca más de 30 años. Tal vez por eso hasta la Reina Letizia ha pasado por sus instalaciones, cuando era princesa (aunque solo fuera para probar su colección de carruajes). Y no es raro que Don Juan Carlos, muy aficionado a sus ojeos, despidiera recientemente su vida institucional en las fiestas de San Fernando, en la localidad a la que pertenece este. Lo cierto es que a este coto de 4.000 hectáreas abolengo no le falta.
A los Corsini los llaman 'la tribu'. En 1928, Carlos Corsini Senespleda, ingeniero de caminos, canales y puertos y fundador de la dinastía, creó la empresa constructora Corsán. El empresario y su mujer, Dolores Marquina, levantaron un auténtico imperio y formaron una familia numerosa: ocho hijos y más de 40 nietos. Detrás de La Flamenca está concretamente Javier Corsini Freese, que el encargado de organizar estas cacerías vip. Javier está casado con Teresa Prado de Eulate. Ella, que también participa en la actividad empresarial de la finca, pertenece a otra gran dinastía: es hermana de Manuel Prado y está emparentada con los Colón de Carvajal y los Aznar.
Javier Corsini opera también en La Flamenca a través de una exitosa sociedad llamada Milbro S.L, dedicada a la caza captura animales y repoblación cinegética incluidas las actividades de servicios. Sus últimas ventas conocidas (2018) se elevan a 3,5 millones de euros. Y esto no exime que también actúe en la Flamenca Great Spanish Hunts, S.L, también de su propiedad.
De hecho en el balance de cuentas de Milbro S.L. se detalla que en el ejercicio 2017 "se han realizado pagos al socio Javier Corsini Freese de 32.526,60 euros en concepto de sueldos y salarios y a Great Spanish Hunts, S.L se han realizado pagos de 159.379 euros en concepto de Prestación de Servicios". Por cierto, otros muchos tendrán en la memoria esta heredad porque supuestamente fue el propio Manuel Fraga quien escogió a cazar perdices con otros dirigentes del Partido Popular justo al día siguiente del desastre del Prestige, el 16 de noviembre de 2002. Pero esta es otra historia.
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