El 2022 apunta a ser un año clave para el turismo. El Gobierno sabe de la necesidad de la recuperación del sector, dado el peso que tiene en la economía española (12,4% en años previos a la pandemia). Y es consciente de que tras un 2020 de crisis sanitaria y un 2021 todavía lastrado por las restricciones ante la aparición de variantes, el foco debe estar en el turista internacional, responsable que los años previos a la pandemia encadenaran récord tras récord en ocupación e ingresos. Para ello quiere estudiar sus hábitos al milímetro, con el objetivo de entender cómo han cambiado los principales mercados emisores.
El encargado de recopilar toda la información será el Instituto de Turismo Tourespaña, dependiente del Ministerio de Industria, junto a la empresa española de estudios de mercado Sigma Dos. Se trata de una edición excepcional de la macroencuesta de la Secretaría de Estado de Turismo. La última se llevó a cabo hace más de cinco años, pero en el Gobierno reconocen la necesidad de volver a tomar el pulso al turista internacional tras dos años marcados por la pandemia. Las consultas se realizarán en tres plazos bien delimitados: el mes de mayo, el de agosto y el de noviembre del próximo 2022.
Pese a ser más conocida por sus trabajos demoscópicos en la arena política, Sigma Dos ha analizado desde distintas perspectivas la crisis de la Covid-19 durante 2020 y 2021. Junto a otros estudios de opinión europeos sondeó a los ciudadanos respecto a su parecer sobre el proceso de vacunación. También participó de la Encuesta Mundial Final de Año de Gallup Internacional, en la que preguntó en España qué pensaban los ciudadanos sobre la limitación de derechos de reunión o circulación para mejorar la situación epidemiológica. Otro análisis, en este caso con lectura económica, lo llevó a cabo junto al Instituto de Empresa Familiar (IEF).
El objetivo para 2022 es analizar al máximo detalle al turista internacional que pernocta, como mínimo, una noche en España. Las encuestas se realizarán en las principales vías de acceso al país, ya sea carretera, aeropuerto, tren o puerto. En concreto, se efectuarán aproximadamente 20.000 encuestas, repartidas entre las principales puertas de entrada. Por vía aérea, se dará más importancia aeropuertos de Madrid-Barajas, al de Barcelona El Prat y a los de las islas; por carretera se fijarán las zonas de noreste (Aragón y Cataluña), noroeste (Navarra y País Vasco) y las que limitan con Portugal.
Los turistas extranjeros que más estarán en el radar serán los de Reino Unido y los de Alemania. No hay que olvidar que el británico y el alemán son el primer y segundo turista más asiduo en el país, respectivamente, aunque en los últimos años estaban perdiendo fuerza. Con datos de 2019, juntos suman aproximadamente el 38,5% del total de las llegadas desde fuera de España. Por todo ello Tourespaña también identifica más mercados europeos a tener en cuenta (Francia y Países Bajos, entre otros) e incluso otros más exóticos como Canadá, Rusia o Corea del Sur.
La recuperación
La figura del turista internacional es clave en la recuperación del sector. Solo la ausencia de viajeros extranjeros supuso una merma de 72.000 millones de euros en la economía española, de acuerdo a los datos oficiales divulgados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) al cierre del ejercicio 2020. De esta forma, la batería de restricciones -cuarentenas a la llegada y presentación de pruebas negativas, entre muchos otros- junto al sudoku de condiciones de viaje en función del país emisor se comprueba en los datos de llegadas de turistas: de 83,5 millones en 2019 a únicamente 19 millones en 2020.
En 2020, año de la pandemia, llegaron 64,5 millones menos de turistas a España que en 2019
En los años previos a la pandemia, el debate que ha predominado en España sobre el modelo turístico ha girado en torno a la calidad. En un momento en el que el número de llegadas alcanzaba niveles récord -acumulaba siete años consecutivos de récord de visitantes extranjeros hasta antes de la pandemia- pero se estancaba el gasto medio, distintos representantes públicos empezaron a señalar la necesidad de dirigir la industria turística española hacia otro modelo. "Tenemos que buscar nuevos perfiles de turistas con mayor poder adquisitivo", afirmó entonces la todavía ministra del ramo, Reyes Maroto.
Ahora el sector está en una auténtica encrucijada. Las compañías han echado mano de todas las ayudas a su alcance como los créditos avalados por el ICO o los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), pero siguen sin recuperar su actividad habitual. La aparición de nuevas variantes se traduce en el regreso de más restricciones, lo que aleja todavía más las perspectivas de recuperación. A ello se suma la asignación de los fondos europeos, un aspecto que ha despertado muchas críticas en el sector por la falta de correlación ante el peso del turismo en España. "Merecemos tener un carácter prioritario en el plan de ayudas del Gobierno", declaraba la patronal Exceltur en la presentación de sus bases para estas ayudas. Más duro ha sido Gabriel Escarrer, el vicepresidente de la hotelera Meliá, quien ha asegurado no entender "que no haya un Perte para el turismo" dentro de los mecanismos de la recuperación que ha habilitado la Comisión Europea.
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