Martorell, Figueruelas... la falta de chips golpea de nuevo a las fábricas españolas

Las fábricas de Seat en Martorell (Barcelona) y de Stellantis en Figueruelas (Zaragoza) han sido las dos últimas en anunciar nuevos paros como consecuencia de la crisis de semiconductores. Su escasez a nivel global -que se está cebando especialmente con el sector del automóvil- ha convertido a estos componentes, básicos para la fabricación de vehículos y en general para toda la electrónica de consumo actual, en un bien cada vez más escaso. Gigantes del sector como la japonesa Toyota (el mayor fabricante de vehículos por ventas) o como las alemanas BMW y Volkswagen ya han advertido de que esta particular crisis nubla sus perspectivas de cara al resto del ejercicio. 

Los datos de ventas del primer semestre dan idea del porqué. De acuerdo con las cifras publicadas por la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac), junio cerró con una caída del 18,1% hasta las 172.696 unidades en relación al mismo mes del pasado ejercicio. Lo llamativo de este descenso es que se produce a pesar de que hace un año las fábricas estaban todavía retomando el ritmo de producción tras el cierre al que obligaron la pandemia y los confinamientos y restricciones que se impusieron para hacerle frente. En relación a 2019 la caída es del 33,8%.

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Se vendieron menos coches y cayó la producción un 21,65% para ajustarse a la demanda más débil en pandemia, con un total de 1.205.577 unidades. En estas cifras entran también los semiconductores. "La escasez de microchips, principal razón de la caída que se prolonga ya desde finales de 2020, está golpeando de especial manera a la producción de vehículos, tanto a escala nacional como europea", aseguran desde Anfac. 

"Los automóviles son cada vez más tecnológicos y están más digitalizados. El coche se está convirtiendo en la sexta pantalla", explica a 'La Información' Noemí Navas, de ahí que la falta de chips obligue a una parada en seco de la producción, a retrasarla o a aplicar medidas especiales como la suspensión temporal de las líneas. Según previsiones de Anfac, el ritmo de fabricación de estos componentes no se ajustará a la demanda del sector de automoción hasta el primer semestre de 2022.

Paros a lo largo y ancho de la geografía

En el caso de Seat, la línea 2 de la fábrica de Martorell (Barcelona), que este año trabaja en agosto de forma excepcional y a doble turno para recuperar la producción, no funcionó el viernes debido a la escasez de chips. El lunes la actividad se reanudará, pero seguirá sin hacerlo aún a pleno rendimiento y el taller de montaje de esta línea no se retomará sus trabajos hasta el martes, 24 de agosto. El lunes sí volverán a funcionar áreas como las de pintura y chapistería. La fábrica cuenta con un total de 14.751 empleados.

También el lunes volverá a trabajar a un turno de producción la línea 1 de esta planta, como ya estaba previsto. En lo que va de mes Seat ha fabricado más de 8.000 vehículos adicionales en esta línea 2, que no suele trabajar en agosto. La compañía ya se ha visto afectada este verano en otras ocasiones por la escasez de semiconductores, pues tuvo que cerrar la planta de Martorell,q ue da actualmente empleo a 11.070 personas de forma directa, los días 25, 28 y 29 de junio y el 19 y 20 de julio. 

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En Figueruelas, que emplea a 5.700 personas, la planta propiedad de Stellantis (el grupo surgido de la fusión de Fiat con Peugeot Citroën) había reanudado la producción recientemente tras el descanso estival. Ahora la compañía se ve obligada a anunciar nuevos paros de cara a la próxima semana. En concreto, el ensamblaje de automóviles se suspenderá desde el turno que se incorpora la noche del domingo como mínimo hasta el miércoles, día 25 de agosto. Una situación similar se vive en la planta con la que la multinacional cuenta en Vigo, que va a detener la actividad en sus dos sistemas de producción toda la semana que viene de lunes a domingo, ambos días incluidos. En su caso acumula ya cerca de setenta paradas desde que arrancó el año.

Debido a esta parada la fábrica dejará de producir 6.000 vehículos. Esta cantidad se añade a los 60.000 que habría dejado de fabricar durante el mes que de media la plantilla ha dejado de trabajar ante la falta de semiconductores, que también ha venido afectando desde el pasado ejercicio a las plantas que operan Volkswagen en Navarra (que paró por última vez el pasado 22 de julio) y a la de Mercedes en Vitoria, que se vio obligada a adelantar dos días, al 29 de julio, el cierre por vacaciones al quedarse sin estos dos componentes -si nada lo impide la actividad se retomaría en principio el lunes-. 

Ford empezará a recuperar desde el próximo miércoles el turno de noche en la planta de Almussafes (Valencia), lo que reducirá el número de empleados que se encuentran actualmente en ERTE. Y Renault, con fábricas en Valladolid, Palencia y Sevilla en las que da trabajo a 9.930 personas, anunció recientemente que producirá por este motivo 200.000 vehículos menos de los previstos este año.