Más de 200.000 personas ya han firmado una petición en la plataforma Change.org para exigir al grupo Inditex, a Mango y Next que paguen los salarios y las indemnizaciones de 140 empleados de una subcontrata turca cuya fábrica, Bravo, cerró de manera sorpresiva. Los empleados quedaron en la calle hace más de un año y medio y reclaman a las mencionadas compañías más de 650.000 euros. A los afectados se les ha hecho una oferta en concepto de "fondo compensatorio", según aseguran portavoces de Inditex. Pero, de momento, los empleados la han rechazado al considerarla insuficiente.
Tras conocer su situación, miles de españoles y residentes en otras partes del mundo han decidido sumarse a la campaña de la plataforma. Ayer, el número de adhesiones superaba las 203.000 y crecía minuto a minuto de manera vertiginosa. La iniciativa reclama a Zara (la firma insignia de Inditex), a Next, y Mango "pagar a los trabajadores los salarios que ganaron". Así es el lema de la campaña. "Llevamos más de un año trabajando en este caso. La fábrica, con sede en Estambul, cerró en julio de 2016 y hay 140 familias que se quedaron sin nada. Bravo era proveedora de estas empresas españolas. Si bien se trata de una subcontrata, hay una responsabilidad civil y moral que afecta a toda la cadena productiva, de la que deben hacerse cargo ellos también", comenta Eva Kreisler, portavoz del colectivo 'Clean Garment Campaign' ('Campaña Ropa Limpia'), una plataforma internacional en defensa de los trabajadores de la industria de la confección. Ella coordina desde Madrid las acciones con sus pares turcos contra las mencionadas empresas textiles.
De acuerdo al relato de los supuestos damnificados y sus representantes, ellos trabajaron durante años en la fábrica Bravo de Estambul: "Confeccionábamos sus productos bajo la directa supervisión de las marcas españolas. Ellas establecen con todos su poder las normas de trabajo. Hace más de un año y medio nuestro jefe se negó a pagar los últimos tres salarios que nos correspondían y desapareció. Los acreedores llegaron a nuestra fábrica y se apoderaron de todas las máquinas y objetos de valor. Nos quedamos sin nada y aún no hemos cobrado ni un euro de nuestros sueldos ni ningún tipo de compensación por despido", cuentan las mencionadas fuentes.
La noticia saltó primero en medios turcos, como Cumhuriye, que le están dedicando amplio espacio al tema. Hace escasos días, incluso han publicado que los propios empleados de tiendas de ropa de Zara en Estambul decidieron solidarizarse con los trabajadores de la fábrica Bravo y colocaron etiquetas de protesta en las prendas de ropa. 'Yo he hecho esta prenda que tú vas a comprar, pero no he cobrado mi parte por ella', decían los carteles con los que se encontraban los clientes.
¿Cuál es realmente la responsabilidad que tienen Inditex, Mango y Next en el asunto? Consultados por este medio, los afectados señalan que se han quedado en la calle, sin nada. En primer lugar deben ser resarcidos por el propietario directo de la fábrica Bravo en la que se desempeñaron durante años, que literalmente "se evaporó". Pero también apuntan a las
compañías españolas: "No pueden hacer la vista gorda. Hablamos de una subcontrata que trabajaba casi en exclusividad para Inditex, Mango y Next. Por eso hay una responsabilidad moral y ética de su parte. Ellos ofrecieron ahora, un año y medio después de lo ocurrido, menos de la mitad del dinero que nos corresponde. En total, unos 300.000 euros. Eso nos parece insuficiente, la oferta no interesa y esperemos alcanzar un acuerdo", dicen los representantes de 'Clean Garment Campaign' y uno de los representantes turcos de los trabajadores.
Este medio intentó ponerse en contacto con las tres firmas aludidas, pero solo encontró respuesta en Inditex. "Inditex ha cumplido con todas sus obligaciones contractuales con Bravo Tekstil. Además, ha establecido junto a IndustriALL, Mango y Next un fondo de ayuda a los trabajadores afectados por la desaparición fraudulenta del propietario de la fábrica Bravo. Este fondo de ayuda estaría destinado a cubrir los daños y perjuicios que el cierre repentino de la fábrica en julio de 2016 causó a los trabajadores contratados. Estamos comprometidos a encontrar una solución rápida para todos los afectados", señala la empresa.
En el conflicto aparece, precisamente, la Industrial Global Union (Federación Internacional de Trabajadores Industriales), que intenta intermediar entre las partes. Respecto al monto final ofrecido en concepto de "fondo para cubrir daños y perjuicios causados a los trabajadores", Inditex ha preferido no informar sobre la cifra específica.
Finalmente, a la hora de saber cuáles serán los próximos pasos de la 'Campaña Ropa Limpia' en relación al tema (red internacional de ONG, sindicatos y organizaciones de consumidores, coordinada por SETEM en el Estado español, que "trabaja para mejorar las condiciones de las trabajadoras y los trabajadores de la industria global de la confección", según se autodefinen) cabe destacar que presentarán una "contraoferta de compensación" cuya cifra -por ahora- prefieren mantener en reserva.
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