Más presión para Codere. S&P Global ha rebajado un escalón el rating de la compañía de apuestas deportivas y casino online , hasta 'CCC-', por el elevado riesgo de impago y podría sufrir un nuevo recorte a corto o medio plazo puesto que la perspectiva es 'negativa'. De hecho, este es el tercer recorte de la firma desde que el coronavirus impactara en nuestro país y se llevara a cabo el confinamiento, con el consiguiente cierre de locales por parte de la compañía.
Para la agencia de calificación, existe un riesgo creciente de que Codere desencadene un evento de impago específico durante los próximos seis meses, considerando la presión sobre la liquidez y los covenants, que sus bonos se negocian muy por debajo del par y ante la posibilidad de medidas de refinanciación a medio plazo, particularmente en relación con los vencimientos del grupo en 2021.
Según S&P Global, un impago convencional podría derivar de la falta de pago de intereses o de una crisis de liquidez, aunque el grupo pagó su último cupón de mayo de 2020 dentro del período de gracia y la agencia entiende que está en la fase avanzada de la obtención de servicios de liquidez adicionales.
La agencia de rating advierte no obstante de que una situación específica de impago también podría derivarse de medidas de reestructuración de deuda o refinanciación, y cree que Codere probablemente incumplirá su pacto de apalancamiento neto de 4,1 veces en septiembre de 2020, a menos que sus prestamistas otorguen una exención.
La perspectiva negativa refleja la opinión de S&P de que un default, ya sea convencional o a través de un intercambio o reestructuración en dificultades, es cada vez más probable en los próximos seis meses en ausencia de desarrollos favorables imprevistos, mientras que la compañía también enfrenta un posible déficit de liquidez o incumplimiento del pacto si no se aborda adecuadamente.
Este recorte de S&P se produce tras el fuerte rally que ha vivido Codere en bolsa. De hecho, a comienzos de este mes se disparó con fuerza y dobló su valor en bolsa en cuatro días tras evitar el impago de sus bonos y poner en marcha un plan de contingencia para preservar su liquidez y garantizar la continuidad del negocio. No obstante, desde el 8 de junio ha sufrido una caída en torno al 25% pese a que este miércoles avanza en torno a un 2%.
