Másmóvil digiere Yoigo con el doble de deuda... y 'pelotazos' de ACS y Providence

  • La teleco heredó tras la compra del operador móvil dos bonos recomprados que han disparado su deuda. Promete reducirla a tres veces Ebitda en 2020.
Meinrad Spenger es consejero delegado de Másmóvil.
Meinrad Spenger es consejero delegado de Másmóvil.
L. I. / Archivo

Másmóvil salda cuentas tres años después. El cuarto operador digiere ahora la compra de Yoigo (y Pepephone), con la que se consolidó como el gran actor tras Telefónica, Vodafone y Orange. Lo hace con la recompra del último bono convertible pendiente, el de Providence. El precio: casi 900 millones de euros. ¿Consecuencias de estos movimientos? La compañía tiene el doble de deuda financiera (y la promesa de que la recortará durante los dos próximos años) y sendos 'pelotazos' para el fondo estadounidense y para ACS.

Todo arranca en junio de 2016. Másmóvil saca la chequera y adquiere el 100% de las acciones de Yoigo (Xfera Móviles), el cuarto operador móvil de España. Se pagó 612 millones de euros en efectivo. Tanto a la nórdica Telia Sonera, dueña del 77%, como a ACS (17%), FCC (3,4%) y Abengoa (3%).  ¿Cómo se financió? Con ampliaciones de capital y bonos convertibles. Principalmente de Providence (y de ACS). Ambos estaban sobre la mesa y la compañía ha decidido poner fin.

El pelotazo de Providence

Providence aportó un bono convertible en acciones a ocho años, con un valor nominal de 178,5 millones. El precio de la conversión, que era voluntaria, quedó establecido en 22 euros. Equivalía a un porcentaje relevante del operador: en torno a una cuarta parte. Cuanto más tiempo pasaba y más se revalorizaba la acción de la compañía, más cuesta arriba se ponía. Y, sobre todo, existía el riesgo latente de una dilución importante en caso de que se convirtiera en acciones.

La consecuencia es el pago de 883 millones de euros para recomprar la totalidad del bono convertible. Providence aceptó una rebaja de casi un 8% en el precio objetivo establecido por la consultora EY. Es decir, el fondo estadounidense ha multiplicado casi por cinco su inversión en menos de tres años, un múltiplo muy destacado incluso para una compañía en una fase de fuerte crecimiento como Másmóvil. A esto hay que sumar la revalorización de las acciones que vendió hace ahora algo más de un año -en enero de 2018-, que controlaba tras otras conversiones y ampliaciones de capital, por 245 millones de euros. Hubo una plusvalía significativa, que no se ha dado a conocer.

Es una operación relevante para el fondo, pero es relativamente pequeña si se compara con el tamaño de los activos que hoy tiene en gestión: 40.000 millones de dólares, entre créditos a empresas y capital para invertir en fases avanzadas de empresas ('private equity'). Se mantendrá en Másmóvil -al más del 3% de las acciones que hoy ostentan se suma otro 5% tras su participación en una nueva ampliación este año- pero representa una salida significativa de su tercera aventura inversora en España.

La primera fue en el grupo mediático español Recoletos (Diario Marca o Expansión). En 2005 compró, junto a otros, el 25% de la empresa, que se valoró en 941 millones de euros. Dos años después se vendió a Rizzoli por 1.100 millones. Una plusvalía significativa, pero muy alejada de la conseguida en Másmóvil. ¿Y la segunda? Fue en ONO. Participó en una ampliación de capital en aquel 2005 de 1.000 millones de euros para comprar el grupo Auna. Lograron, años después, generar importantes ganancias tras la venta por 7.200 millones a Vodafone en 2014.

ACS también se suma a la fiesta

El otro actor que ha salido bien parado de la decisión de Másmóvil de recomprar los bonos pendientes es ACS. El grupo presidido por Florentino Pérez controlaba el 17% de Yoigo justo antes de la compra por parte del grupo liderado por Meinrad Spenger. Tras la adquisición, ambas partes llegaron a un acuerdo para reestructurar la deuda convertible.

En noviembre, Másmóvil desembolsó 480 millones de euros para recomprar los bonos de ACS. Este último acumuló una plusvalía total de casi 280 millones de euros, según admitió ella misma tras la formalización de la operación. Es decir, según los cálculos, duplicó la inversión en este tiempo.

Tanto ACS como Providence se mantienen como accionistas. La primera compró 700.000 acciones de la empresa en la ampliación para la recompra del bono. Los segundos invertirán 120 millones a un precio por acción de 18,4 euros. Quieren seguir subidos a un carro al que el consenso de analistas le augura un potencial de revalorización importante. Hoy el precio por cada uno de los títulos es de 19,4 euros. El precio objetivo medio se acerca a 27 euros.

Mucha más deuda... y la promesa de rebajar

Tras esta recompra, Másmóvil dispara su deuda hasta más del doble. El año 2018 lo cerró con un pasivo neto de 770 millones de euros (915 millones si se contabilizan los ajustes tras la nueva normativa contable). Tras los pagos de los diferentes tramos de la recompra de los bonos y los recortes por el flujo de caja generado por su negocio, cerrará este ejercicio con 1.659 millones, según sus propias cifras. Si su valoración -totalmente diluida- es de 2.587 millones, la operadora eleva su valor total -incluida la deuda- hasta 4.300 millones. De esta forma supera con creces el 'enterprise value' fijado por Jazztel -3.800 millones- en su adquisición por Orange.

Estos dos movimientos le han obligado a refinanciar la deuda, duplicando a siete años el plazo de amortización. Y también le han obligado a establecer una ambiciosa previsión de recorte de ese pasivo respecto al Ebitda (beneficios brutos) en los próximos ejercicios, ratio clave para el mercado. Debido no tanto a la cancelación de deuda, sino al crecimiento de su negocio, espera que 2019 se termine con 3,8 veces Ebitda frente a las 4,1 que hoy por hoy tiene. Un año después la espera dejar en 3. Telefónica tiene 2,61 veces Oibda.

Los inversores han visto con buenos ojos esta operación y la refinanciación de la deuda. Sus títulos se han revalorizado más de un 3% durante esta pasada semana. La compañía se ha hecho mayor definitivamente tres años después del 'asalto' al cuarto trono de las telecos en España. Ahora le queda demostrar cómo lidia con esta deuda, mientras sigue desafiando a sus pares en un contexto de enorme competencia.

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