Prepara el terreno para la gran fusión 

Másmóvil reestructura su holding y se prepara para vender la filial portuguesa

La operadora saca los activos del país luso, que se transferirán tras las autorizaciones a Vodafone, y los coloca más arriba en el grupo para extraerlos de la operación de fusión con Orange.

Meinrad Spenger, consejero delegado de Másmóvil.
Meinrad Spenger, consejero delegado de Másmóvil.
L.I.

Los tres fondos de capital riesgo que controlan Másmóvil completan un paso imprescindible antes de formalizar la venta de la división portuguesa. El cuarto operador ha reestructurado su hólding para así sacar los activos del país luso, que se venderán tras las autorizaciones regulatorias a Vodafone, y los coloca más arriba en el grupo. El objetivo: extraerlos de la operación de fusión a través de una ‘joint venture' con Orange. Esta transacción, por la que las gestoras y el resto de accionistas minoritarios recibirán unos 150 millones de euros, queda fuera de la unión con la operadora francesa.

Hace dos semanas, la matriz del cuarto operador español, con sede en Londres (Reino Unido), publicaba una serie de acuerdos entre las partes con la que se movía la sociedad Cabonitel en el holding. El fin es eliminarlo del ‘paraguas’ inferior en el que estaban incluidos todos los activos que se fusionarán con Orange, según explican fuentes conocedoras de la transacción. De esta forma, reestructura toda la organización justo antes de que arranque el proceso de estudio a fondo por parte de la Comisión sobre la ‘joint venture’ con los franceses.

Este cambio se produce después de que en la negociación con Orange para la fusión, ésta planteara que no se incluyeran estos activos. La ‘joint venture’ sólo iba a referirse al mercado español, que sigue representando el segundo por tamaño en el grupo después de Francia y que tiene un papel relevante. Tampoco se incluían los activos de Totem, la división de torres de telefonía. Los franceses ya tuvieron posición en el mercado luso a través de Optimis Telecomunicaciones, donde compartió accionariado con el grupo Sonae. En 2014, esta se fusionó con Zon Multimedia y dio lugar a NOS, el otro gran operador del país.

Mientras que se ejecuta el cambio societario previo, la Autoridad de la Competencia portuguesa, la homóloga a la CNMC en el país luso, trabaja en el expediente de esta transacción, que implicará la reducción de competidores dentro de este mercado. Según queda reflejado en el registro público de la AdC, Vodafone envió la notificación el pasado 14 de noviembre. Las partes tenían diez días para presentar sus alegaciones al caso. A partir de ahora se analizará qué se hace con esta transacción, que no ha llegado a la Comisión Europea pese vincular a empresas multinacionales por el tamaño real. No se espera que haya un resultado definitivo hasta bien entrado 2023.

Esta unión reducirá la competencia en el sector portugués que, con la entrada precisamente de Másmóvil y de la rumana Digi -esta última también en España- con una agresiva estrategias de crecimiento, ha vivido un endurecimiento comercial. En concreto, se unirán el tercero con el cuarto operador convergente en el país. Hasta ahora, según los datos públicos, Nowo (la marca comercial con la que opera la empresa Cabonitel) cuenta con 250.000 contratos móviles y 140.000 fijos y un millón de hogares conectados. Por delante de ellos están MEO (antigua Portugal Telecom) y NOS que junto a Vodafone suman más del 95% de cuota.

Vodafone notificó el pasado 14 de noviembre la transacción a la CNMC portuguesa y espera tener todas las autorizaciones bien entrado el año 2023

El precio abonado no se ha hecho público. Se estima que los fondos y los socios minoritarios de Másmóvil recibirán unos 150 millones de euros por estos activos que ahora se reubican ‘aguas arriba’ en el holding de la española. Al margen de las inversiones en espectro, según queda reflejado en los documentos publicados en el registro mercantil británico hace una semana, se han llevado a cabo inyecciones de capital desde ese 2019 por valor de algo más de 20 millones de euros.

Tres años de Másmóvil en Portugal

La compañía entró en el país en el 2019, cuando aún cotizaba en el Ibex 35 al margen de los fondos de capital riesgo, cuando acordó junto con Inveready -fondo de capital riesgo comandado por el ‘cerebro financiero’ de la teleco, Josep María Echarri- la compra a KKR de una participación en Cabonitel, que controlaba las marcas locales Nowo y Oni. Pagó en total unos 15 millones de euros. El otro 51% estaba en manos de Gaea, la sociedad de inversión en la que se encontraba la familia Ybarra Careaga (también accionista de Másmóvil).

En noviembre de 2020, justo tras la OPA de las gestoras KKR, Cinven y Providence con la que fue excluida de la bolsa, Másmóvil compró ese porcentaje restante de Cabonitel y le pagó en especie: le dio la filial de telecomunicaciones para empresas, Oni. Ésta fue traspasada por Gaea a Gigas por 40 millones de euros. Más allá del impulso a las operaciones del día a día, el grupo dirigido por Meinrad Spenger sí que puso sobre la mesa 70 millones de euros en octubre de 2021 para hacerse con espectro radioeléctrico para las redes 4G y 5G.

Entretanto se sustancia esta operación, Másmóvil y Orange siguen velando armas ante la batalla regulatoria en la Comisión Europea para lograr la autorización a su unión. Desde Bruselas, la propia comisaria de Competencia, Margrethe Vestager, dejó claro semanas atrás algo que ya conocían los equipos legales de ambas partes: no lo van a poner sencillo. Lo que se conoce como ‘pre-notificación’ se hizo justo tras el verano y se está esperando a que se dé luz verde para hacer la notificación definitiva y que arranque el estudio que se podría alargar, en el pero de los casos, hasta finales de 2023.

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