Másmóvil saca tajada de la guerra de las telecos: 1,4 millones de nuevas líneas

  • Incrementa un 12% los ingresos del año 2018 hasta los 1.450 millones, pero dispara la deuda. Descarta grandes compras y entrar en el fútbol.
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Másmóvil saca tajada del río revuelto del sector de las telecomunicaciones en España. El cuarto operador cerró el año con récord de captación de clientes: 1,4 millones de líneas nuevas, entre fijo y móvil de contrato. En el lado de prepago sumó 870.000 más. Esto le permitió incrementar un 12% sus ingresos hasta los 1.450 millones de euros. Por el contrario, la deuda neta se disparó hasta los 700 millones. La compañía se muestra "optimista" con el futuro tras trimestres de una guerra comercial y descarta tanto adquirir derechos de fútbol como acudir a grandes adquisiciones como la de Euskaltel.

Mientras Telefónica, Vodafone y Orange se peleaban por la guerra del fútbol, Másmóvil seguía acelerando su crecimiento. Sumó 890.000 líneas nuevas de móvil de post-pago y 870.000 más de pre-pago y casi 500.000 de banda ancha fija. Supone mejorar por mucho las 800.000 líneas totales que preveían añadir a comienzos de año.

¿El reflejo en el negocio? La compañía logró unos ingresos totales de 1.451 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 12% si se compara con el año anterior (una tasa de crecimiento algo inferior a la del año pasado). En la rentabilidad, alcanzó un resultado bruto operativo (Ebitda) de 330 millones, por encima de sus previsiones y un 39% de incremento.

Pese a la agresividad del mercado, con un giro más que evidente hacia la gama media y baja de cliente, la compañía también consiguió mejorar sus márgenes. Se ha pasado de tener un margen Ebitda, esto es el porcentaje de ingresos que se convierten en beneficio operativo, de 18 al 23%.

Más clientes y más negocio... pero también más deuda. La operadora cerró el ejercicio con un pasivo neto de 770 millones, lo que supone también dispararla frente a los 265 millones del cierre del ejercicio. ¿Qué ha pasado? Básicamente que el convertible de ACS ha sido ejecutado y sólo queda pendiente el de Providence (131 millones de euros). Si se comparan los pasivos totales, incluyendo todo, se ha pasado de 519 millones a 901 millones. La ratio de deuda respecto al Ebitda recurrente es de 2,3 veces.

Previsiones ambiciosas

Con estos ingredientes, Másmóvil prevé seguir erosionando el negocio de los tres grandes operadores en España. Según sus propias previsiones, quiere incrementar un 22% los ingresos por servicios en 2019 (cinco puntos más que lo logrado en 2018) y un crecimiento del 36% en el Ebitda hasta los 450 millones.

Pese a que la guerra de descuentos y tarifas se ha mantenido, aunque con menos intensidad, Másmóvil cree que puede elevar más sus márgenes. Sumará, según sus previsiones, cuatro puntos más al margen Ebitda hasta situarlo en el 27% para este año.

El endurecimiento de la competencia, con una guerra de descuentos desatada en la segunda parte del año, no preocupa a Másmóvil, pese a los efectos en la 'gama baja' de servicios. "Somos optimistas", se ha limitado a asegurar el consejero delegado de la compañía, Meinrad Spenger, durante la conferencia con analistas.

Sin miedo a la consolidación

Sobre la posibilidad de entrar a adquirir derechos del fútbol, Spenger ha descartado la inversión y ha resaltado el papel de Másmóvil como un agregador de contenidos. ¿Y las adquisiciones? "Analizamos oportunidades, pero sobre todo centradas en operadores móviles virtuales", ha incidido. Y ha apuntado: "Si hay operaciones interesantes, las estudiaremos; pero no prevemos una transacción con Euskaltel... no lo vemos".

¿Y qué sucederá si finalmente Euskaltel decide convertirse en el quinto operador nacional, con su expansión más allá del norte de España? "Nos sentimos muy cómodos con nuestra evolución", defienden desde la operadora. Entienden que contar con infraestructura móvil y fija les permite tener efectos de escala, algo que es muy difícil de conseguir sin esos activos. 

Sin dividendo y sin venta de Providence, a la vista

Sobre los planes de remuneración al accionista, Spenger no contempla que, al menos por ahora, se vaya a abordar un pago de dividendo. Ni en 2019, ni tampoco en 2020. "En 2020 ya veremos; habrá una bajada de inversiones importante y habría posibilidades pero no nos comprometemos a eso porque hay oportunidades de crecer e invertir", apunta.

Su máximo accionista, el fondo Providence, sigue manteniendo su bono convertible. ¿Habrá una salida como la de ACS? "No preveo que haya muchas ganas de deshacerse de un paquete de forma no coordinada con la empresa... Ahora no hay una operación concreta ni avanzada", explica..

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