Másmóvil ata aún más su futuro a Orange entre el recelo de Vodafone por los pactos

  • El operador dependerá aún más de la red de fibra y de 5G de los franceses con el acuerdo de esta semana. Vodafone lamenta que se le dé oxígeno. 
El consejero delegado de Másmóvil, Meinrad Spenger. EFE
El consejero delegado de Másmóvil, Meinrad Spenger. EFE

Másmóvil y Orange se abrazan... aún más. El cuarto operador une su futuro al de la compañía francesa después del acuerdo de compartición de redes anunciado este martes por ambas compañías. El contrato permitirá una reducción de costes a largo plazo y una mejora de las condiciones de acceso a la infraestructura, pero una mayor dependencia de su socio. Entretanto, Vodafone mira con recelo este nuevo movimiento, al entender que da mucho más aire al que hoy es uno de sus grandes competidores.

2016 pasó a la historia reciente de las telecomunicaciones. Másmóvil cerraba el círculo tras las compras de Yoigo y Pepephone con un acuerdo mayorista con Orange, gracias al cual se convertía en un cuarto operador único en Europa que contaba con red móvil y fibra para poder llevar a cabo una oferta convergente que plantara cara a los tres grandes competidores del sector. Ese pacto, que supuso un antes y un después, era sólo el comienzo. Este martes ha llegado el espaldarazo definitivo.

En el lado positivo del acuerdo, Másmóvil logra estabilidad en la infraestructura, eliminando la incertidumbre vinculada al despliegue de la futura red móvil de 5G -con una renegociación a la baja en precio para acceder a la red de Orange-, ampliando el plazo de su pacto para el 'roaming' nacional y mejorando las condiciones económicas para la fibra. La mayoría de analistas han aplaudido esta medida, que permite ahorros y mejoras de rentabilidad para los próximos años.

En el otro lado se encuentra la mayor dependencia de Orange. Ata la expansión del futuro 5G a la operadora francesa -no sólo con el acuerdo de roaming nacional para acceder a su red sino la compartición de más sitios- y consolida el pacto con ellos en fibra. Hoy cuenta con más de 20 millones de hogares 'comercializables': de ellos 14 millones están vinculados de una manera u otra con Orange (y otros 6 millones a Telefónica, con un precio regulado). Varias fuentes consultadas confirman que el pacto acarrea un incremento de las indemnizaciones ante una posible ruptura y supondrá una subida en el pago anual por parte de Másmóvil (hoy suma más de 200 millones de euros).

Esta dependencia hacia la infraestructura de Orange tiene otra gran consecuencia en una potencial venta de Másmóvil. Varios analistas consultados aseguran que esta ampliación de la relación comercial entre ambos hace más complicado que un tercer saque la chequera para la adquisición. ¿La razón? No habría grandes sinergias, pues una parte importante de los pagos se tendrían que mantener por parte de un potencial comprador. 

Telefónica y Vodafone

Uno de los grandes perjudicados de este acuerdo es Vodafone. Ya su propio consejero delegado, Antonio Coimbra, ha culpado en varias ocasiones a Orange de la deriva competitiva del mercado por este pacto con Másmóvil. Hoy ésta última es mucho más rival que hace tan sólo dos años, tras su reposicionamiento más cercano al 'low cost'. Y este pacto le da mucha más fortaleza en el corto y medio plazo. Los recelos entre la operadora británica continúan.

Vodafone no es el único. Telefónica también estaba al acecho para tratar de conseguir el acuerdo con Másmóvil en caso de que Orange no lograra que Spenger y su equipo estamparan su firma en el contrato. Estos más de 200 millones de euros anuales de ingresos mayoristas se recibirán bien en la operadora presidida en España por Emilio Gayo. En los primeros seis meses del año, el volumen de negocio mayorista creció apenas un 2,2%.

Sea como sea, el mercado ha recibido el acuerdo con los brazos abiertos. Significará ahorros de costes, pese al fuerte crecimiento en clientes de Másmóvil. Y permite despejar las incógnitas del 5G. La acción subió este martes más de un 21%, prueba de que los inversores ven con buenos ojos que la operadora amarilla ate aún más su futuro a los galos.

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