Las cartas a Garaña

Medel acredita con un pacto de 2016 su cargo de presidente emérito en Unicaja

El expresidente de la Fundación Unicaja recuerda a la Comisión de Nombramientos que su cargo honorífico fue aprobado desde mucho antes de la fusión con Liberbank y contó con el visto bueno de todo el consejo.

Montaje Medel Unicaja portada 2x2
Braulio Medel, expresidente de Unicaja. 
Nerea de Bilbao (Infografía)

El futuro de Braulio Medel lejos de la presidencia de la Fundación Unicaja quedó marcado hace años para asegurar su continuidad en la órbita de la entidad financiera. El banquero sevillano se aseguró en 2016, tres años antes de la fusión con Liberbank, su puesto como presidente emérito, tras conseguir la aprobación por unanimidad del consejo el verano de ese mismo año. El propio Medel prefirió renunciar al cargo de emérito, de forma temporal,  dado que ostentaba funciones equivalentes como presidente de la Fundación Bancaria Unicaja. No en vano, esta institución, de la que Medel fue presidente hasta el  pasado mes de junio,  controla la mayoría accionarial de la entidad bancaria nacida de la fusión entre Unicaja y Liberbank.

Todo este proceso está acreditado en dos cartas distintas que el expresidente ha remitido en la última semana y que han sido consultadas por La Información. En la misiva más antigua, de 2016, Medel escribió a Victorio Valle, entonces presidente de la comisión de nombramientos de Unicaja, que prefería centrarse en la Fundación  y no ejercer de manera simultánea como presidente emérito del banco, pese a que "en el plano normativo no se presenta problema alguno de compatibilidad". En el mismo documento, el banquero andaluz dejó claro que este cargo honorífico solo estaba "en suspenso temporalmente" y que quedaría "restablecido" en el momento que él "cesara como presidente de la Fundación Bancaria Unicaja".

Este acuerdo ha vuelto a ser remitido ahora a María Garaña, actual presidenta de la comisión de nombramientos, a quien traslada la voluntad de seguir con el mecanismo pactado hace más de un lustro. El detonante de esta decisión según Medel es que se ha “producido recientemente mi renuncia a la presidencia de la FBU (Fundación Bancaria Unicaja) y desaparecida, consiguientemente, la exclusiva razón de la referida suspensión temporal”. El propio interesado, que abandonó la Fundación en junio en medio de una crisis reputacional, añade que desde entonces no ha “recibido comunicación alguna desde la entidad”, por lo que es él quien remite a Garaña ambas cartas a los "efectos oportunos". Desde Unicaja han declinado realizar cualquier comentario al respecto.

Por todo ello, el banquero, según trasladan fuentes cercanas a los servicios jurídicos de la entidad, es presidente honorífico del banco desde el mismo día que abandonó sus responsabilidades en la fundación y las dejó en manos de José Manuel Domínguez. Esto provoca que para dar marcha atrás habría que convocar un nuevo consejo de administración que revocara la decisión originaria. Este escenario es posible pero remoto, pues obligaría a posicionarse nuevamente a los consejeros de la entidad, especialmente al actual presidente Manuel Azuaga, quien en su momento votó a favor de que Medel tuviese de manera vitalicia el cargo de emérito.

La polémica se ha avivado todavía más cuando el poder político ha vuelto a aparecer alrededor del banco. Ha sido Francisco de La Torre, alcalde de Málaga y uno de los principales detractores del banquero sevillano, quien ha afirmado en las últimas horas públicamente que Medel no puede ocupar este cargo. "El consejo debe impedirlo", ha manifestado. Su posicionamiento llega después de que el Protectorado de Fundaciones Bancarias (Ministerio de Economía) ordenara un informe sobre su idoneidad y optara en último momento a examinar solo y de manera global la gobernanza de la Fundación Bancaria Unicaja.

Los servicios jurídicos de Unicaja interpretan que la presidencia honorífica de Medel está activa desde su salida de la fundación

Las influencias externas han sido una constante en el devenir del banco. Unicaja ya se vio obligada a emitir un comunicado el pasado mes de abril, en el que rechazaba las "injerencias políticas" del banco tras las dimisiones de varios consejeros independientes. Estas maniobras, en opinión del propio banco, eran "muy negativas en el pasado para la gestión y la supervivencia" de instituciones en el mercado financiero. Medel, por su parte, también afirmó en su despedida de la Fundación que quería llevar a cabo una transición ordenada y no ceder a presiones de ningún tipo. El banquero llegó a hablar de "de un sinfín de presiones externas" y "persistentes campañas mediáticas hostiles".

La sombra de Medel 

Pese a estar ya fuera de la operativa diaria de la Fundación, la figura de Medel sigue latente. El final de su presidencia generó una división entre patronos que a día de hoy tampoco se ha resuelto pese a la renovación del patronato. El nuevo presidente explicó en la última reunión previa a agosto que estudiaba actuar contra aquellos patronos que habían actuado en contra de los intereses de la entidad, esto es, los tres miembros de la Fundación cercanos a Medel. En el comunicado oficial, la fundación añadió que todo respondía a la "la optimización de su gobernanza", que será una de las "actuaciones determinantes en esta nueva etapa".

Domínguez hizo esta puesta en escena semanas después de intentar acercar posturas, con la activación de reuniones de coordinación entre patronos y consejeros del banco, en un gesto que no convenció a todo el mundo. El problema radica en que tres consejeros de los cuatro que le representan en el banco en su condición de máximo accionista se han mostrado en sus votaciones afines al bloque asturiano de Liberbank. En las próximas semanas quedará claro si la tensión va a más o si se rebaja en beneficio de todas las partes.

Mostrar comentarios