En pleno rescate financiero

Mediapro negocia con majors y gigantes del streaming un 'hub' con fondos UE

El grupo liderado por Jaume Roures presenta credenciales para captar hasta 500 millones entre fondos públicos y privados, para un proyecto con tres sedes en Barcelona, Madrid y Alicante.

Jaume Roures
Jaume Roures, consejero delegado de Mediapro.
AFP7 vía Europa Press

Mediapro está empeñado en convertirse en una de las piezas clave del proyecto del Gobierno de Pedro Sánchez para colocar a España como un hub audiovisual a través de los fondos europeos. El grupo dirigido por Jaume Roures negocia con grandes 'majors' del cine, plataformas de streaming o, incluso, fabricantes de material específico para este mercado con el objetivo de aunar esfuerzos con los que levantar un centro tecnológico audiovisual con tres sedes en Barcelona, Madrid y Alicante. Ya ha presentado las credenciales a través de lo que se conoce como PERTE, el mecanismo con el que el Ejecutivo gestionará parte del dinero procedente de los Fondos Europeos. Se necesitarán hasta 500 millones de euros, tanto de fondos privados como públicos. Estos trabajos se mantienen en paralelo con los referidos al 'rescate' de la compañía, con la compra de la deuda por 'hedge funds' y la recapitalización junto con el rescate público de la Sepi.

El centro tecnológico que plantea sería multisede y ya cuenta con el compromiso de cesión de los espacios que las ubicarán, algunos de ellos de titularidad pública. La principal será la de Barcelona y se desplegaría en la antigua central térmica de la localidad de San Adrián de Besós, conocida popularmente como la 'térmica de las tres chimeneas' y en manos de Endesa y Metrovacesa y para la que se han planteado varios proyectos inmobiliarios en el pasado. Las otras dos estarán en la Ciudad de la Luz en Alicante, hoy abandonado como complejo cinematográfico y en manos de la Generalitat Valenciana, y en el Centro de Creación de las Artes de Alcorcón (Madrid), también abandonado desde hace más de ocho años y gestionado por el Ayuntamiento de esa localidad. A esto habrá que sumar también servicios que se ofrecerán en la nube, más allá de las sedes físicas.

La compañía, cuya mayoría accionarial está en manos del fondo chino Orient Hontai Capital desde principios de 2018, no quiere limitarse al concepto clásico de centro de producción audiovisual. Busca ampliarlo convirtiéndolo en un parque tecnológico audiovisual, donde tengan cabida no sólo productores y actores 'tradicionales' de este sector, sino también fabricantes de material o compañías especializadas en actividades como los 'e-sports', según explican fuentes oficiales a La Información. Para ello está manteniendo conversaciones con grandes 'majors' del cine, plataformas de vídeo en streaming o productores, además de algunas universidades españolas, a las que también se ha sondeado.

A través de un PERTE

Para este proyecto, según sus primeras estimaciones, se necesitarán en torno a 500 millones de euros, entre fondos públicos y privados. Y para lograrlo ya ha presentado las credenciales como un Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE), el mecanismo que ha puesto en marcha el Gobierno para invertir parte del dinero procedente de los Fondos de Recuperación de la Covid-19 en iniciativas del sector privado. Esa primera aplicación contiene una presentación más somera sobre la iniciativa, según explican las mismas fuentes. 

Estos proyectos público-privados necesitan una aprobación definitiva del Consejo de Ministros.  Mientras tanto, se mantienen las negociaciones con los diferentes actores de la industria audiovisual. Por ejemplo, el Ejecutivo ha retrasado la aprobación del PERTE del sector de la automoción que se había previsto para junio, aunque espera tenerlo antes de irse de vacaciones a finales del mes de julio. También está pendiente uno vinculado al sector agroalimentario.

El pasado mes de marzo, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, presentó el plan de impulso del sector audiovisual, uno de los grandes ejes de la agenda España Digital 2025, con una inversión pública prevista de 1.600 millones de euros en los próximos cinco años, con el objetivo de aumentar un 30% la producción realizada en España al final del periodo. La práctica totalidad se destinará a la mejora de instrumentos financieros y fiscales, mientras que el fomento y digitalización y la atracción de inversión contará con 240 millones. "Hay que construir un ecosistema sostenible, más rico y fructífero que posibilite el crecimiento que merece el inmenso talento que alberga nuestra industria", aseguraba Sánchez.

En pleno rescate

Todos estos movimientos entre bambalinas por parte de Mediapro se producen en un contexto de mucha dificultad en lo económico. Una dificultad que ha llevado a presentar sus credenciales para recibir más de 230 millones de euros del fondo de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi). Sin embargo, el retraso en las autorizaciones de los préstamos, tras el escándalo vinculado a la aerolínea Plus Ultra, también le está afectando, al igual que a otras compañías como la propia Abengoa, o Villar Mir. No se aprueba ninguna ayuda desde mediados de marzo.

En ese compás de espera de la Sepi, Roures y sus socios continúan negociando con los fondos de deuda para lograr 'in extremis' una reestructuración y también una recapitalización del grupo que lo acabe salvando. En concreto, Searchlight e Invesco compraron hace dos semanas parte del pasivo de más de 900 millones de euros a diferentes fondos y bancos. Buscan canjearla por acciones, además de inyectar más dinero en una ampliación y así conseguir una posición relevante. WPP, uno de los socios clave, ha completado un durísimo ajuste de valoración de su participación de 255 millones de libras (casi 300 millones de euros al cambio) dejándola a cero. El holding español cerró el año con unos ingresos de 1.115 millones de euros (-38%) y unas pérdidas brutas de 215 millones.

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