Audiencia previa por la fusión

Mediaset y Vivendi, al juzgado este jueves con las 'hachas de guerra' aún en alto

  • Está previsto que los dos grupos audiovisuales sigan con sus discursos y no lleguen a un acuerdo en este encuentro. 
Mediaset y Vivendi buscan la conciliación en Italia. /EFE
Mediaset y Vivendi buscan la conciliación en Italia. /EFE

Mediaset y Vivendi, dos de los grandes grupos de comunicación de Europa, se vieron las caras este mismo miércoles en la junta general extraordinaria de accionistas que se celebró en Madrid para dar luz verde a las modificaciones estatutarias de cara a la fusión de la firma española e italiana en Media For Europe (MFE). Pero esta vez no será la única que tengan que encontrarse durante esta semana. Este jueves, también en la capital, se celebra la audiencia previa del juicio que las enfrenta por la suspensión de los acuerdos aprobados en la junta del pasado mes de septiembre por esta misma razón. 

Así lo confirman fuentes del procedimiento a La Información que señalan que este será el paso previo a un juicio que no se espera fácil para ninguna de las dos partes. Los discursos de ambas compañías siguen siendo muy similares a los del inicio del proceso y, lejos de enterrar las hachas de guerra, estas siguen en alto. Así se ha podido ver durante la junta celebrada este miércoles y volverá a ocurrir, según señalan diversas fuentes a este medio, en el juzgado este mismo jueves. 

El 4 de septiembre se celebró una junta extraordinaria para aprobar la fusión transfronteriza de Mediaset Italia y Mediaset España para crear una nueva sociedad con sede en Países Bajos. "Desde un primer momento dijimos que era ilegal y abusiva", señaló este miércoles el representante de Vivendi en la junta extraordinaria celebrada en Madrid. Los argumentos principales de la compañía francesa pasan por la idea de que la redomiciliación era "un mero pretexto" para poder acogerse a un sistema jurídico que favorece, según sus palabras, a Fininvest -accionista mayoritario- exclusivamente y perjudicaba al resto por la creación de acciones de lealtad y el beneficio de "un gobierno corporativo más laxo" que el que existe en nuestro país.  

"Las razones de negocio aducidas no obedecían a ninguna necesidad empresarial o estratégica razonable", señalaba este jueves el representante de Vivendi en nuestro país. "¿Qué pinta un grupo hispano-italiano en los Países Bajos?", se preguntaba. En este sentido, y con respecto a los cambios en los estatutos de MFE aprobados este miércoles por la junta de la filial española siguiendo a su homóloga italiana, desde el grupo francés de comunicación apuntan a que "Mediaset España ha debido cambiar las reglas del juego porque sabe que la fusión nunca superará los tribunales". 

Todas estas afirmaciones, muy similares a las formuladas por el mismo representante en la junta celebrada en septiembre, fueron respondidas por el presidente de Mediaset España, Alejandro Echevarría, incluso antes de ser formuladas. "Vivendi alega, entre otros motivos, la supuesta abusividad de los acuerdos de fusión", señalaba a la vez que recordaba los diferentes procedimientos judiciales en curso y negaba todas las acusaciones. El último movimiento tuvo lugar el pasado tres de febrero cuando el Tribunal de Milán en el que empezó todo el lío legal dictó una resolución en la que denegaba la suspensión cautelar de la fusión, una petición a la que había accedido en un inicio como consecuencia de la demanda de Vivendi. 

Para tomar esta decisión se basó en las modificaciones llevadas a cabo por la compañía en los estatutos como consecuencia de las recomendaciones de la justicia. Por ello, Echevarría considera que "una vez efectuada dicha regularización, los perjuicios que la suspensión de la fusión ocasionaría a Mediaset serían irreparables, por ser de imposible cuantificación, frente a la posible reparación de los perjuicios que la no suspensión de la fusión pudiera ocasionar a Vivendi". 

Petición al consejo para que estudie pedir daños y perjuicios

Un accionista de la compañía ha alzado la voz en la junta extraordinaria para defender a Mediaset frente a Vivendi, señalando que los franceses "usan la justicia para dilatar plazos con el fin de que la fusión no se pueda realizar en tiempo". "Puede ser un caso de fraude procesal", señalaba. Así, y siguiendo con el mismo discurso, apuntaba a una maniobra de Vivendi que tendría como fin buscar un alto precio para sus acciones en de Mediaset Italia, recordando que el grupo ya intentó venderlas en uno de los actos de conciliación en el país alpino.

"Pido al consejo que estudie reclame daños al demandante", señalaba, cuantificando en más de 60 millones de euros las pérdidas de quienes ejercieron el derecho de separación. A ello habría que sumarle una cantidad situada entre los 100 y los 288 millones, según sus palabras, como consecuencia del daño causado a los accionistas "que queremos Mediaset Europa". El accionista fue respondido por el Consejo de Administración de la firma que ha confirmado que elevará la petición a la comisión de fusión para estudiarlo. 

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