Meirás decidió asumir el control de los patrocinios de Ferrovial tras el caso Palau

  • La empresa informa a la CNMV que desde 2013 tiene un sistema de control sobre mecenazgos y donaciones, bajo supervisión directa del consejero delegado
Iñigo Meirás, consejero delegado de Ferrovial.
Iñigo Meirás, consejero delegado de Ferrovial.

El consejero delegado de Ferrovial, Íñigo Meirás, se implicó en primera persona en el sistema de control interno de la compañía sobre los proyectos de patrocinio, mecenazgo y donaciones en los que ésta tomaba parte e incluso asumió la responsabilidad de darle el visto bueno definitivo, tras el golpe que supuso para la reputación de la constructora el Caso Palau. Así al menos se lo cuenta Ferrovial a la CNMV en su respuesta oficial a las preguntas del supervisor de los mercados sobre las políticas adoptadas por la empresa para luchar contra los casos de corrupción.

La compañía detalla que desde el año 2013 - cuatro años después de que se abriera el proceso judicial contra el entramado corrupto montado por Félix Millet en el Palau de la Música de Cataluña, con ramificaciones que tocaban a Convergencia Democrática de Catalunya (CDC) y a directivos de la constructora - el grupo cuenta con un procedimiento tasado para la aprobación y seguimiento de proyectos de patrocinio, mecenazgo y donaciones, aprobado en primera persona por el propio Meirás y que se ha sometido ya a dos revisiones desde su creación.

Ferrovial asegura contar, también, con un sistema de identificación y valoración de riesgos que se revisa regularmente y que se utiliza para aplicar las medida necesarias para "evitarlos o reducir significativamente la posibilidad de que ocurran". En este marco, la empresa destaca que el Consejo de Administración de la compañía activó también una 'Política Anticorrupción', que viene a institucionalizar el rechazo de Ferrovial a cualquier práctica que pueda ser considerada como corrupción o soborno, tanto de forma activa como pasiva.

El grupo dedica tres páginas a detallar a la CNMV el alcance de todas las medidas aprobadas para evitar en la medida de lo posible la aparición de casos de corrupción en su seno y a glosar la implicación de los principales órganos ejecutivos de la compañía - el Consejo de Administración y la Comisión Ejecutiva- en el seguimiento de todo lo relacionado con el proceso judicial del Caso Palau, que, admite, "se incluye en la presentación sobre los principales riesgos y contingencias del grupo que la Dirección de Riesgos somete periódicamente a la Comisión de Auditoría y Control".

Pero también subraya su desvinculación como empresa del proceso judicial. "El proceso se dirige contra diversas personas físicas y jurídicas, sin que ninguna de ellas sea una sociedad del Grupo Ferrovial". Reconoce, no obstante, que estaban acusados dos ex directivos de una de las filiales del grupo -Ferrovial Agroman- y recuerda que ambos "han sido absueltos de los citados delitos". La Fiscalía ha recurrido esa absolución.

El impacto del Caso Palau también empujó a la compañía a revisar en 2014 su Código Ético para introducir un capítulo sobre las responsabilidades de los empleados y los directivos de la compañía. El nuevo texto del manual ético de los empleados de la constructora les obliga, por ejemplo, a notificar a sus superiores o a los responsables de la compañía a través de los canales anónimos habilitados al efecto cualquier sospecha de mala praxis por parte de algún empleado de la compañía, y penaliza con sanciones que pueden llegar al despido e incluso a la exigencia de responsabilidades a los empleados que incumplan sus obligaciones.

Ferrovial y el Caso Palau

¿Por qué pide explicaciones la CNMV a Ferrovial sobre sus mecanismos de control interno? Pues porque según la sentencia del 'caso Palau' los ex directivos de la constructora fueron uno de los ejes necesarios para la trama corrupta puesta en marcha por Félix Millet y Jordi Montull en torno al Palau de la Música. La sentencia judicial considera probado que los ex directivos de Ferrovial Agroman pactaron con CDC un sistema en virtud del cual la constructora desviaría al partido el 4% del importe total de las adjudicaciones obtenidas de organismos de la Generalitat, en total 665 millones de euros entre 1999 y 2003.

¿Por qué ha puesto Ferrovial especial hincapié en el control de los proyectos de patrocinio? Porque una parte de las 'mordidas' que cobraban los gestores del Palau y que se repartían entre ellos mismos y el partido (CDC), según la sentencia, llegaban a los fondos del organismo a través de diversos contratos de patrocinio firmados con Ferrovial. Bueno, lo que 'llegaban' es relativo porque una de las cosas que dice la sentencia judicial del caso es que apenas el 10% del patrocinio de Ferrovial revertía efectivamente en el Palau, el resto se quedaba por el camino.

La respuesta de la constructora a la CNMV se produce, además, el mismo día en el que el juez ha enviado a prisión sin fianza a los dos principales encausados por el caso Palau, a petición del fiscal, y ante el "evidente" riesgo de fuga. 

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