Sánchez les ha pedido "autocrítica"

¿Y Nestlé o Danone? Los Carrefour y Dia salen al paso de las afrentas del Gobierno

COAG exige que se declare la situación del campo como un "problema de Estado". /Europa Press
COAG exige que se declare la situación del campo como un "problema de Estado". /Europa Press

"Alucino que nos culpen a nosotros cuando solo representamos un 7% del mercado". Es el comentario de la gran distribución en plena crisis del campo. Los Carrefour, Dia, Alcampo y otras superficies salen así al paso de las críticas que han recibido en los últimos días por parte del Gobierno de coalición. Primero fue el ministro de Agricultura, Luis Planas, quien se dirigió directamente a ello y, más tarde, el propio Pedro Sánchez les pidió que hicieran "autocrítica". La problemática ha estallado y amenaza con enquistarse, pero estas empresas que dan trabajo a miles de españoles no están dispuestas a asumir la culpa en solitario.

Las grandes distribuidoras echan en falta una crítica más contundente por parte del Gobierno hacia los Danone, Nestlé o Pascual, firmas exportadoras y que representan el 80% de ese mercado de frutas y verduras. Según datos de la propia cartera de Agricultura, estas compañías exportadoras suponen un negocio de 17.796 millones de euros, siendo el 20% restante el que se destina al mercado interior. Efectivamente, desde el Ejecutivo de coalición no se ha citado en ningún momento a estas empresas que hacen negocio en el extranjero y que aportan una parte del crecimiento del PIB, como hace también la industria del automóvil.

Los Carrefour, Alcampo y demás distribuidoras han hablado públicamente a través de las asociaciones en las que se encuentran encuadradas. Así, la Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (Asedas) asegura también estar "abierta al diálogo" para encontrar "soluciones" al problema de los precios que denuncian los agricultores y ganaderos, pero advierte de que no van a permitir algunas decisiones. Carrefour ya transmitió al ministro Planas esta opinión de forma directa en una reunión en el ministerio que se ha celebrado este miércoles y que estaba prevista esta semanas. Al resto de cadenas, de momento, no les ha citado.

"Compartimos la preocupación de los agricultores y estamos abiertos al diálogo para buscar soluciones entre todos y ver en qué podemos ayudar desde la distribución", ha asegurado el director general de Asedas, Ignacio García Magarzo. También ha mostrado su disposición para colaborar con la Administración y con el sector en búsqueda de soluciones. "Estas no deben pasar, en todo caso, por encarecer los precios de la alimentación que, en España, están cinco puntos por debajo de la media europea. El consumidor no debe pagar los problemas de la cadena alimentaria", ha señalado.

El presidente de la Asociación de Cadenas Españolas de Supermercados (ACES), Aurelio del Pino, ha apelado, por su parte, al "diálogo serio" para ayudar a la mejora de la rentabilidad de las explotaciones agrarias a medio plazo y realizar un "análisis riguroso y profesional" que sirva a los productores para tomar sus decisiones. "Reiteramos nuestra voluntad de diálogo y colaboración con el sector agrario y las administraciones públicas en los términos de rigor y profesionalidad a través de los foros multilaterales que ya existen o abordando problemas concretos que se pongan de manifiesto, con lealtad, profesionalidad y pleno respeto a la ley", ha recalcado el responsable de una asociación que cuenta en sus filas con Lidl, Auchan Retail, Supercor y Eroski.

La Asociación Nacional de Grandes Superficies (Anged), que engloba a empresas como El Corte Inglés, ha mostrado también su disposición a colaborar en la búsqueda de soluciones de la cadena agroalimentaria y ayudar al campo español a mejorar su dimensión empresarial y orientar su producción al consumidor actual. En concreto se ha comprometido a colaborar con el Ministerio de Agricultura y el resto de eslabones que componen la cadena de valor en la búsqueda de soluciones que ayuden a mejorar la situación del sector agroalimentario y la producción española.

La crisis del campo le estalla al Gobierno

La crisis del campo le ha estallado al Gobierno en apenas un mes desde la investidura y, además, ha provocado uno de los primeros roces en el Gobierno de coalición. Encontrar una solución al problema de precios que sufren los agricultores y ganaderos está encontrando propuestas radicalmente diferentes entre los miembros de PSOE y Unidas Podemos en el consejo de ministros. 

Unidas Podemos tiene claro lo que debería hacerse. El partido de Iglesias plantea que el Ministerio de Agricultura intervenga para fijar por ley un precio mínimo para los productos. Sería una cantidad sostén básica que percibiría el agricultor o ganadero para cubrir sus costes de producción. Así, Carrefour, Dia y demás distribuidores, junto con los exportadores, no podrían pagarles menos, lo que constituiría un torpedo en la línea de flotación de los márgenes de estas compañías.

En el partido morado consideran que es insostenible la gran variación de precios desde que el producto sale de la huerta hasta que llega al consumidor final. Un agricultor que, por ejemplo, produce brócoli percibe 0,45€ por cada kilo que vende. Una vez el alimento llega al supermercado, el consumidor lo paga a 4,22€: nueve veces más caro. Otro que cultive berenjena gana 0,42€ por kilo, mientras que en las tiendas se vende a 1,90€. Lo mismo pasa con los calabacines, cuyo precio se triplica desde que sale del huerto hasta que llega a la mesa; la coliflor, que pasa de medio euro a casi dos; la naranja, que se vende seis veces más cara; los limones o la manzana. Es un patrón que se repite con todos los productos agrícolas, según datos de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja). Por eso Unidas Podemos quiere salir en apoyo de los agricultores medianos y pequeños para plantar cara a estas grandes plataformas de la alimentación.

Mientras tanto el malestar de agricultores y ganaderos se sigue extendiendo por nuestro país. Esta semana se han concentrado en las puertas del Ministerio de Agricultura tras manifestaciones en diferentes regiones. La gota que ha colmado el vaso ha sido la reciente subida del SMI a 950 euros, algo que el Gobierno considera que no ha influido en la situación del campo. 

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